Juan Barreto alertó que Venezuela «podría quedar fragmentada» por falta de diálogo
Resaltó que es necesario dejar a un lado las divisiones políticas para poder alcanzar una salida consensuada de lo que ocurre en Venezuela, así como que ambos lados «tienen que ceder» y los líderes de cada una de las tendencias políticas debe ser más maduras
El coordinador del partido Redes e integrante de la Alianza por el Referendo Consultivo, Juan Barreto, no cree que la mayoría de los venezolanos quiera para el país una intervención militar extranjera y a su juicio, esta no es la vía para poder salir de la crisis por la que atraviesa la nación sino más bien que los «agrava».
En entrevista a Globovisión el 13 de mayo, Barreto dijo que una intervención militar extranjera trae hambre, miseria, persecución política y «aplastamiento sistemático», por lo que afirmó que la salida a esta situación necesariamente debe pasar por el diálogo. En ese sentido, recalcó que se va a la conversación para dirimir las diferencias cuando hay situaciones caóticas y críticas, como en el caso de los conflictos bélicos.
«Uno dialoga con el que no está de acuerdo. El diálogo es con la parte con la que uno se opone. (…) ha habido irresponsabilidad, inmadurez y oportunismo en los llamados a diálogo. No ha habido voluntad política de ninguna de las partes porque por un lado, el Gobierno lo usó para ganar tiempo y fuerza, mientras que la oposición lo usó para ganancia política. De esa forma no se dialoga».
Aseveró que la comunidad internacional tiene responsabilidad en lo que sucede en el país, porque en vez de propiciar el diálogo, «lo que ha hecho es tomar partido» y por tanto, no se ha podido dar conversaciones en serio. Es de la opinión de que en la actualidad, hay oportunidad de entrar en reuniones, incluso «después de la deblacle que sufrió la oposición radical golpista después de la aventura en un puente el 30 de abril».
Considera además que a raíz de esta situación, los sectores «medios» de la oposición puedan «salir del closet» y decir las cosas que piensan, entre ellas proponer una agenda de diálogo y mientras esto no se lleve a cabo, el Gobierno «gana fuerza y tiempo», lo que produce un debilitamiento de la oposición.
Resaltó que es necesario dejar a un lado las divisiones políticas para poder alcanzar una salida consensuada de lo que ocurre en Venezuela, así como que ambos lados «tienen que ceder» y los líderes de cada una de las tendencias políticas debe ser más maduras.
Piensa que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, está «engañando a su gente» al decir que su representante en Washington, Carlos Vecchio, hablaría con el Comando Sur de EEUU.
«El Comando Sur no puede tomar una decisión unilateral. Eso depende del Departamento de Estado y del Congreso de Estados Unidos. Decir que hable directamente hace parecer que Carlos Vecchio manda ahí (…) A pesar de que digan que las opciones están sobre la mesa, tendrán ellos mismos que retirarla. Tiene que ser la misma oposición que la retire y proponga una ruta democrática».
Reconoció que desde el gobierno que preside Nicolás Maduro se cercenan libertades públicas y se reducen espacios para la confrontación política civilizada, «porque esa es la forma de su control».
Por otro lado, hizo un llamado a la oposición a entender que deben ceder en ciertas cosas y «encausar la lucha de forma pacífica sin jugar a aventuras golpistas de carácter violento y sin buscar a papá gringo para resolver lo que ellos no han logrado hacer vía convencimiento».
Advirtió que la crisis venezolana podría derivar en la fragmentación del país, como ocurrió en los Balcanes, ya que las naciones tienen intereses en lo que ocurra en Venezuela porque «meten la mano, enrareciendo el ambiente sin que haya acuerdo político internacional».