Juan Guaidó llama a activar «operación libertad» el sábado 6 de abril
«Cada día que paso en la calle es una derrota para ellos y si me meten preso será su última derrota, expresó el presidente del Parlamento», quien pidió protestar ante cualquier falla que se produzca en el suministro de servicios públicos en el marco de la operación libertad
El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de Venezuela, llamó este jueves 28 de marzo al inicio de la «operación libertad» para el sábado 6 de abril, cuando comenzará una serie de protestas en la calle contra Nicolás Maduro. En esa fecha, la manifestación será para rechazar la crisis del suministro eléctrico.
En ese sentido, Guaidó pidió a sus seguidores organizarse en los edificios y comunidades para ejercer el derecho a la protesta que deberá ser automática cuando no haya agua, se vaya la luz o falte el gas.
El anuncio lo hizo el jefe de la AN durante un acto de calle en la urbanización Montalbán, al suroeste de Caracas, donde explicó que poco antes del sábado se dará a conocer el punto hacia donde se dirigirá la movilización.
Sin temor
El acto de este jueves, realizado al frente del centro comercial Las Villas, es de los primeros que hace el dirigente en el propio municipio Libertador y especialmente en el oeste de la capital de la República, zona a la que el gobierno de Nicolás Maduro ha impedido el ingreso de las manifestaciones de la oposición que han tenido como punto de concentración el este de la ciudad.
Se anunció que Guaidó se dirigiría a los vecinos a las 5pm en uno de estos eventos que ha llamado «asamblea de ciudadanos», y ya desde las 4pm, vecinos de la zona, así como de las parroquias colindantes, como El Paraíso, La Vega y Caricuao se hicieron presentes para ver de cerca a quien ha anunciado los pasos para hacer realidad un cambio político en el país: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
A la hora señalada para el inicio del acto apenas llegó el camión que serviría de tarima para el discurso de Guaidó, precedido por el de diversos dirigentes de la oposición, entre ellos varios concejales y diputados a la AN, así como otro vehículo de carga que transportaba el sistema de sonido que se utilizaría.
El entusiasmo de los presentes, comenzó a subir cuando al camión tarima le fue colocada en uno de sus costados (el que daba hacia el público) la bandera de Venezuela, mientras poco a poco se iban instalando las corneta y micrófonos que utilizarían los oradores.
Varios de los presentes portaban gorras con el tricolor patrio, mientras otros llevaron pancartas a través de las que pedían la aplicación del artículo 187 de la Constitución, que entre las facultades de la Asamblea Nacional, establece la de autorizar misiones militares en Venezuela, además de oraciones como «No me quiero acostumbrar» y «cese de la usurpación», entre otros.
La expectativa crecía y hubo algarabía y aplausos cuando se instaló el podio con el escudo nacional que ha sido utilizado por Guaidó para hacer sus alocuciones y que es similar al que tradicionalmente se ha utilizado en las alocuciones presidenciales.
«Quienes somos. Venezuela, ¿qué queremos? Libertad», comenzaron a corear los seguidores de Guaidó, mientras iban subiendo a la tarima dirigentes como los diputados José Guerra, Marialbert Barrios, Stalin González y Richard Blanco, los concejales Alí Mansour, Giblet Silva y Adriana Aguilera.
Aguilera fue la primera en tomar la palabra, expresó que la actual no es una lucha fácil y pidió no perder la fe, no caer en la desesperanza ni en la depresión. Mansour hizo referencia a la inhabilitación dictada por el contralor Elvis Amoroso contra Guaidó, preguntando dónde están los recursos que se orientaron al sector eléctrico y de dónde proviene la ostentación de la vida que, aseguró, lleva el hijo del funcionario.
El diputado Richard Blanco aseguró que Amoroso violentó la Constitución y que no tiene facultades para ello porque no fue designado por la legítima Asamblea Nacional. Exhortó a Guaidó «ver» la posibilidad de una ayuda internacional de paz.
«Guaidó, Guaidó, Guaidó, Guaidó» gritaban los presentes, estilo cántico de beisbol, ya eufóricos por la llegada del presidente de la AN; vítores, aplausos y nuevos gritos, «Guaidó, amigo el pueblo está contigo», similar al que se utilizó en la primera visita de un papa (Juan Pablo II) a Venezuela, respondían a los gestos de saludo de Guaidó, impecable de paltó y corbata azul oscuros y camisa blanca, que contrastaba con la vestimenta informal (camisa y pantalón) de diputados y concejales.
«En la calle, unidos sí podemos; no caigamos en este cuento de la desmotivación» fue la primera idea transmitida por el dirigente, quien seguidamente restó importancia a la medida de inhabilitación en su contra. «Decían que me iban a inhabilitar; como si ya no designamos a embajadores y tenemos el control de Citgo» expresó de manera irónica.
la ironía fue manejada hábilmente por Guaidó en su discurso: «Son unos inútiles (los del círculo de Nicolás Maduro); se inventaron una guerra económica imaginaria y la perdieron, se inventaron una guerra eléctrica imaginaria y también la perdieron», argumentó.
Atribuyó los apagones que han afectado a todo el país a la falta de mantenimiento, la impericia y a que «se robaron el dinero de las plantas termoeléctricas».
Sobre el artículo 187, fue enfático al decir «claro que lo vamos a implementar»,pero advirtió que los venezolanos no dependen de un tercero para lograr lo que puede hacer la propia población.
Aclaró de inmediato que no está hablando de invasión ni de injerencia, como lo hacen ellos -acusó- con la de Cuba.
También restó importancia a la presencia de una misión militar rusa en el país. «Es para meter miedo. Es para hacerle creer a un pequeño grupo de militares que todavía los sostienen», sostuvo.
Regresó al tema de los apagones y desmontó la aseveración de Nicolás Maduro,que atribuyó la falla nacional al daño causado por un francotirador a los generadores del complejo Guri. «El Guri es una instalación militarizada desde 2013», recordó Guaidó, quien retomó el tema de la estrategia de Nicolás Maduro de ocasionar temor a los opositores. «No nos van a detener. No tenemos miedo», dijo elevando el tono de su voz.
Retomó el tema de la inhabilitación y sostuvo que se trata de una torpeza de una persona designada por una asamblea (la constituyente) que ya no se reúne.
Insistió en la importancia de protestar por las fallas de los servicios públicos para desmontar la tesis del gobierno de Nicolás Maduro según la cual la población no siente molestia y asume con una supuesta conciencia, que no cuenta con los servicios básicos de electricidad, agua, gas o transporte.
«Cada día que yo estoy en la calle es una derrota para ellos. Ahora están entrampados porque si me meten preso será la última derrota para ellos» retó con firmeza para rematar su discurso reiterando que de aquí al 6 de abril se deben tener claros los puntos de salida e interactuar con las de las otras zonas de la ciudad.
«No nos vamos a acostumbrar a la tragedia. No nos vamos a arrodillar», cerró el discurso de Guaidó. Los presentes entonaron el himno nacional y comenzaron a disgregarse. Frente a la estación de policía Uslar, las personas que venían del acto pasaron gritando insistentemente «no más lentejas, sardinas yuca. Lo que quiero es que se vaya el…» mientras algunos funcionarios policiales sonreían.