Juan Guaidó: “No hay las mínimas garantías para votar en este momento”
El presidente interino confía en lograr la mayor cantidad de consensos para presentar una hoja de ruta. Afirma que ninguna opción está descartada y asegura que con las condiciones necesarias puede ocurrir como en 2015 cuando la oposición se alzó con el triunfo electoral
El 19 de agosto Juan Guaidó envió un mensaje particular a través de sus redes sociales. Convocó a un pacto de unidad a todos los sectores políticos y civiles del país; les pidió además comprometerse a lograr de “manera urgente una ruta común” para presentarla a los venezolanos.
A ese pacto se le puso fecha: en 10 días debería mostrar resultados ante el país. En esa hoja de ruta planteada por el mandatario interino, y también presidente de la Asamblea Nacional, no está la vía electoral, al menos para el 6 de diciembre. Lo que sí está es conseguir a través de una transición garantías mínimas que permitan elecciones presidenciales y parlamentarias en condiciones justas y que sean verificables.
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En conversación para el #GuachimánElectoral, Juan Guaidó expone algunas de sus propuestas al resto de la clase política; insiste en que ninguna opción puede quedar fuera del tablero y debe articular a la población en un gran movimiento, junto a la acción de la comunidad internacional, para lograr el cambio político. Además, reflexiona sobre el futuro del parlamento venezolano y las acciones que ha realizado hasta ahora como mandatario encargado.
‒‒Cuando usted dice: “Convocar al país a expresar su verdadera voluntad a través de un mecanismo nacional e internacional de participación masiva ciudadana”. ¿A qué se refiere con esto?
‒‒Hay varios mecanismos de lucha que son conocidos: la protesta, la manifestación, la huelga, la consulta ciudadana, como la hicimos hace tres años. También, está la expresión constitucional a través de un referendo, una enmienda. Son varios los mecanismos que tenemos para ejercer una mayoría en torno a una transición en Venezuela que nos lleve a la prosperidad, que atienda la emergencia humanitaria, abra las puertas a una elección presidencial justa y democrática, e instalemos el gobierno de emergencia nacional. Esos son los mecanismos que tenemos, y cuál es la mejor forma de ejercerlo, es el debate. Es lo que hemos puesto sobre la mesa desde la presidencia encargada; es la ruta que construimos. A eso nos referimos.
‒‒Usted habla de consultas, de un referendo, de una enmienda, eso implica movilización ciudadana. ¿Cómo realizar esto en medio de una pandemia?
‒‒Tenemos que usar todos los mecanismos a nuestra disposición. El electrónico no es suficiente, pero puede ser uno. Debemos, necesariamente, movilizar a la mayoría. Se hizo en Estados Unidos cuando las protestas en rechazo al asesinato de George Floyd, también en Bielorrusia, en Beirut, ahora en Argentina. Claro, aquí tenemos un agravante adicional: en esos países cuentan con un sistema de salud medianamente robusto, que puede soportar el crecimiento de la pandemia, Venezuela no. Este país tiene el peor sistema de salud de América, debemos tomar en consideración esto, el distanciamiento social como prevención del coronavirus, pero no puede ser un dilema para nosotros morir de hambre o de covid-19. Debemos trabajar para sobrevivir a la pandemia, dar la lucha por la vida y sobrevivir a la dictadura.
La no propuesta electoral
Para el presidente del Parlamento hay cuatro garantías mínimas que, según su opinión, no existen.
‒‒¿Qué les dice a aquellos venezolanos opositores que consideran que hay que votar aún con mínimas garantías?
‒‒No las hay. Las mínimas garantías que necesitamos son las siguientes: el derecho a elegir y ser elegido, es decir, no puede ser la dictadura la que seleccione los candidatos a través de la inhabilitación, cárcel política, exilio. La mayoría de los líderes nacionales y regionales no podrían ser candidatos por estas razones. Los partidos deben estar en manos de sus legítimos dirigentes, no secuestrados en manos de la dictadura. Un cronograma de elecciones presidenciales y parlamentarias. Un árbitro reconocido por todas las partes y observación internacional. Esas son las garantías mínimas que no hay.
Lo que les digo a todos los que queremos votar es que luchemos por las condiciones mínimas, por las garantías mínimas para participar, como lo hicimos en 2015, y arrasamos. Contra todo pronóstico yo gané en Vargas, algo que decían era imposible. Lo logramos con garantías mínimas.
Por eso hay que luchar por garantías mínimas para expresarnos a través de esa opción, pero hoy no las tenemos. Pero la dictadura lo sabe y por eso secuestra el voto en este momento.
¿Qué les digo a todos esos venezolanos que quieren cambio? Que tenemos mecanismos para expresarnos, hacer valer nuestros derechos, lograr condiciones mínimas, que no podemos bajar la cabeza ante una dictadura miserable que extorsiona y soborna dirigentes para hacer ver que eso (elecciones del 6D) es un proceso con un mínimo de validez. No lo tiene y ya hoy es desconocido por la comunidad internacional. Estamos en la vanguardia de la lucha política exigiendo condiciones y las vamos a lograr, siempre y cuando ejerzamos juntos la mayoría.
‒‒Menciona un árbitro electoral reconocido por todos. El Comité de Postulaciones de la Asamblea Nacional sigue funcionando y espera un mandato de la plenaria para continuar la selección de rectores. ¿Esta opción está dentro de su hoja de ruta? ¿La evalúan?
‒‒Sin duda. Ahí está claramente la puerta abierta para designar a un árbitro que tenga el reconocimiento de la comunidad internacional, de todos los factores a lo interno en Venezuela y es una carta poderosa del Parlamento nacional para ejercer la mayoría institucional, pero también para lograr un árbitro que sí pueda llevar a cabo elecciones libres, justas y verificables.
‒‒Partidos de oposición que lo acompañan, como Un Nuevo Tiempo, tienen habilitadas tarjetas para postular y mantienen sus autoridades legítimas. ¿Por qué no participan en estos comicios?
‒‒Todos los partidos están ilegalizados. No sé cuál es el estatus actual de ese partido específico porque yo creo que todos los partidos antes de estar secuestrados estaban ilegalizados, eso no cambió ni siquiera con Un Nuevo Tiempo. También es un falso dilema porque no están dispuestos a participar. Evaluamos todas las opciones y lo que se decidió de forma unánime fue no convalidar el fraude, no cooperar con la dictadura.
‒‒No solo es presidente interino, también es presidente de la Asamblea Nacional. ¿En esa hoja de ruta está definido el futuro del Parlamento actual?
‒‒El mandato del gobierno interino y del Parlamento es muy claro, institucionalmente hablando. Por supuesto, estamos en una situación inédita y las consideraciones jurídicas, constitucionales y de legitimidad creo que son, en cierto modo, sencillas. Pongo un ejemplo, ¿qué ocurre si la dictadura se ve obligada a aplazar su fraude porque no cuenta con la logística? ¿Qué pasaría con el Parlamento nacional? La respuesta desde este punto de vista es casi automática. Debe seguir ejerciendo un mandato constitucional para el cual se escogió, igual que el gobierno encargado.
Es un debate en plena discusión, pero lo que puedo decir es que no habrá ni debe haber vacío de poder en ese sentido en Venezuela, por la responsabilidad que tenemos con la República, por la necesidad de protección de activos, de protección a Venezuela de los acreedores que la dictadura dejó al hipotecar al país.
Es un debate vivo, hay varias interpretaciones de la Constitución en ese sentido. Lo cierto es que si desconocemos ese fraude, desconocemos cualquier decisión. La Asamblea Nacional debe poder cumplir su misión en un entorno inédito, en una situación no prevista por la Constitución, aunque tenga sus interpretaciones.