Julio: Acta de (In)dependencia, por Marisa Iturriza
En julio se celebra la fecha de varias actas de independencia. El 4 es la de Estados Unidos proclamando que los hombres fueron creados iguales, con derecho a la vida, la libertad y al anhelo de felicidad, inspirando revoluciones como la francesa, cuando, ante reclamos por hambre, el régimen contestó “A falta de Pan, coman Tortas”, y como el pueblo se hartó porque Contre nous de la tirannie/L´etendart, sanglant est levé que denuncia La Marsellesa, obedeciendo al Allons enfants de la patrie, tomó La Bastilla el 14 de julio.
Tiranía que eleve estandartes sangrantes desconoce que la sangre es para que esté dentro del cuerpo o en el Banco de Sangre y no para derramarla impunemente. Eso tiene precio. Que lo diga Lady Macbeth, quien, según Shakespeare, debido a su ansia de poder indujo al marido a matar al rey para quedarse con el trono, pero después le atacó un remordimiento tan soberano que andaba a cada rato lavándose las manos porque las sentía manchadas de sangre. Aquí no podría por la escasez de agua. Y de jabón.
A pesar de lo hemofílico, ese himno proclama perdonar a las tristes víctimas que, a su pesar, se arman contra nosotros (perdonarlos tras La Justicia correspondiente, por supuesto) no pidiendo Venganza, que fue lo que según Eurípides, hizo Medea al matar a sus hijos para vengarse del marido porque la dejó por otra. Ay, Medea ¿Qué culpa tenían esos muchachitos?
En esa óptica, a algunos no se les pide la renuncia a pesar de confesar que no es para cumplir las obligaciones inherentes al cargo que les cayó en suerte, sino para vengarse de un acto punible cometido en el pasado contra el reo de un delito grave, hecho denunciado, juzgado y sentenciado en su oportunidad y que, a pesar de que los vengativos pudieron estudiar y desenvolverse sin restricciones, en llegando a la alta posición que, en vez de ejercerla, perpetran, condenan con hambre, enfermedad, diáspora, negligencia, etc., por delitos que no cometieron (y se siguen cometiendo) a miles de niños tan inocentes como los de misia Medea.
Menos mal que Lady Macbeth & Medea pertenecen a la ficción y no a la realidad, esa que ante la baja de la producción local y al ver las etiquetas de los productos importados por las “claps” inclina a cuestionar si aún está vigente el acta de (in)dependencia del 5 de julio, mes en el cual ¡Enhorabuena! celebran su Independencia Argentina, Colombia, Estados Unidos y Perú