Movimiento Juntos: Aumento de la gasolina se perfila como un desastre
Jorge Lepage, del Movimiento Juntos, señala que si Pdvsa hubiera mantenido su producción estarían ingresando al país más de 60 mil millones de dólares adicionales
El pretendido aumento de la gasolina, que Maduro quiere imponer sobre los hombros del pueblo venezolano, puede transformarse en un bumerang para el gobierno por la forma cómo se podría implementar, afirmó Jorge Lepage, integrante del Comité Político de la organización Juntos, quien estuvo acompañado, en la rueda de prensa, por Gustavo Hernández, Manuel Fariñas y Rafael Curvelo.
Lepage señaló que Nicolás Maduro «intenta llevar el precio de la gasolina a nivel internacional, cuestión ésta, que ya de por sí es indescifrable, pues no existe un precio común. Estos varían, de manera importante, de país a país. En consecuencia, es imposible saber a cuál precio internacional se refiere él».
Consideran que este aumento pretende descargar la inoperancia de Pdvsa sobre las espaldas de los venezolanos, arriesgando que se profundice tanto la crisis de la gasolina como la hiperinflación que hoy padecen todos los ciudadanos en Venezuela. En Juntos tienen serias dudas sobre el destino que tendría el dinero recaudado con el nuevo precio, el cual pueder al «saco roto de Pdvsa», precisó Lepage.
Apunta que existe información que da cuenta que el sistema que pretenden implementar, utilizando el Carnet de la Patria, no ha dado el resultado esperado, por lo que no han podido implementar el subsidio anunciado. «De no funcionar el esquema del carnet de la Patria, circula una versión más grave aún y, esto es, un racionamiento generalizado del combustible por la imposibilidad de seguir pagando la factura en dólares por la gasolina que se tiene que importar para mantener el consumo interno», alerta Lepage.
Las consecuencias de un posible racionamiento son la aparición de un mercado negro de la gasolina con precios inimaginables, señala Lepage, algo que ya viene ocurriendo en los estados fronterizos, lo que puede conllevar a una paralización automotriz por efecto del racionamiento o del encarecimiento del combustible.
En Juntos entienden que hay que aumentar el precio de la gasolina, aglo que creen tiene el consenso de la población, pero debe ser acompañado por «la reconstrucción global de nuestra destruida Pdvsa», señala Lepage, quien basa su afirmación sobre la estatal petrolera en la caída de la producción petrolera de 3,5 millones de barriles al día hace 20 años, a 1,2 millones de barriles diarios en la actualidad.
Según sus cuentas, esa caída en la producción de Pdvsa, significa que «se deja de percibir 165.600.000 dólares al día, o 60.444.000.000 dólares al año, colocando el precio actual del barril a 72 dólares. Esto demuestra como la ineficiencia marcada del Gobierno en el tema petrolero, es la principal y única responsable de la crisis de divisas que se está viviendo; pues de haberse manejado Pdvsa de manera certera, no tendríamos la necesidad de importar gasolina y, mucho menos, el brutal aumento de precio que el gobierno pretende imponerle al mismo».
Lepage condiciona el apoyo de Juntos al aumento del precio de la gasolina a que se proceda «a un plan serio, con apoyo del sector privado, de la recuperación de los más de 20.000 pozos, hoy inactivos, que se ven reflejado en la referida caída de producción».
El segundo punto, que señala Lepage tiene que ver con una reducción «de los abultados costos de producción, que por diversos factores, hoy hacen que el costo de producción de un barril sea 20 dólares cuando fácilmente, con medidas adecuadas, se pudiera reducir a la mitad».
Al cumplir la anterior condición, el costo de producir un litro de gasolina se colocaría en un dólar, en lugar de los 2,20 dólares que cuesta en la actualidad, «facilitando así, que se pueda iniciar un escalonamiento del precio. Este bien pudiera iniciarse en 0.50 bolívares soberanos e ir aumentando gradualmente para que la economía pueda absorberlo sin brotes inflacionarios y, al mismo tiempo, se vaya adecuando a su verdadero costo de producción».
Como cuarta condición, Lepage coloca que «el 3% de los recursos derivados de todas las contrataciones de Pdvsa y, que por ley, va destinados a Empresas de Producción Social, deben ser utilizados bajo una dirección que organice y planifique su origen y destino y, no como hoy día, que no se sabe a donde van a parar esos recursos».