Justicia y DDHH: que algo “cambie”, para que nada cambie, por Roberto Patiño
Twitter: @RobertoPatino
El martes 25 de enero tuvo lugar el III Examen Periódico Universal (EPU) de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Venezuela. El EPU es una evaluación a cargo de los Estados miembros de la ONU, para promover y proteger los derechos humanos en el mundo.
El encuentro estuvo precedido por la difusión de un informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michel Bachelet, en el que advirtió que hay “pocos avances” en el procesamiento judicial de las cadenas de mando de funcionarios del régimen de Maduro, responsables de violaciones a los derechos humanos tal y como vienen advirtiendo, desde hace tiempo, las ONG venezolanas, periodistas y defensores de Derechos Humanos en el país.
El examen fue aprovechado por los representantes del régimen para volver a su manoseada denuncia sobre el bloqueo y sanciones contra revolución, causa principal, según el discurso oficialista, de todos los problemas que vive el país. El intento de convertir un espacio multilateral del más alto nivel, donde se evalúa el compromiso real de los Estados con los Derechos Humanos, en una burda megafonía de consignas y panfletos revolucionarios, confirma lo que todos conocemos de primera mano: en Venezuela existe un sistema donde los derechos civiles y las libertades políticas son compromisos prescindibles a cambio de que unos pocos puedan seguir en el poder, unas ofrendas de sacrificio en el altar de un régimen de clara vocación autoritaria.
Contrario a lo afirmado por los delegados oficialistas, Monitor de Víctimas, de Caracas Mi Convive, registró, en el 2021, 546 víctimas por homicidio en el Área Metropolitana de Caracas, de las cuales 76 casos corresponden a ejecuciones extrajudiciales y 109 hechos presentados como “resistencia a la autoridad”, eufemismo con el que se encubre muchos abusos de los cuerpos de seguridad del Estado.
Desde mayo del 2017 hasta diciembre del año pasado, nuestra Caracas ha sido testigo de 4.454 asesinatos, una cifra que apenas perfila una realidad dolorosa y compleja que debe incluir las lamentables estadísticas de presos políticos, torturas, detenciones ilegales, acoso a medios y activistas de DDHH y representantes de la sociedad civil, todo un bosque tupido de abusos que debería avergonzar a los representantes del régimen ante la ONU, si es que fueran capaces de tener algo parecido a la vergüenza.
*Lea también: ¿Fantasmas en la integración?, por Félix Arellano
Todo esto ocurre en medio de una supuesta reestructuración de la justicia atendiendo a los compromisos firmados con la Corte Penal Internacional. Un trabajo de injerencia política de la Asamblea Nacional sobre el Poder Judicial que no va más allá de medidas cosméticas sin tocar a los mandos responsables de violación de DDHH Venezuela, como advirtió la Comisionada Bachelet, muchos de ellos funcionarios activos que mantienen aceitado un aparato represivo de carácter sistémico que busca imponer el miedo a la población venezolana para contener y reprimir la disidencia democrática.
Las iniciativas de reforma al poder judicial y los precarios argumentos del régimen ante la ONU, confirman la máxima de que Miraflores pretende mostrar que algo ha cambiado en el sistema judicial venezolano para que en verdad, nada cambie.
Nosotros seguiremos acompañando a los familiares de las víctimas de violación de DDHH, sistematizando, divulgando y denunciando estos casos, acompañando a las comunidades y sus liderazgos en la construcción de su tejido social, última defensa de las comunidades frente al abuso del Estado y, sobre todo, trabajando para el regreso de la democracia en Venezuela. Sólo en un sistema democrático con su separación de poderes, con una prensa libre y acuciosa, con una sociedad civil organizada y liderazgos construidos de abajo hacia arriba en las comunidades, habrá más garantías para la defensa de los Derechos Humanos.
Este es nuestro compromiso.
Roberto Patiño es Ingeniero de Producción-USB. Magíster en Políticas Públicas-Harvard. Director|de Caracas Mi Convive y Alimenta la Solidaridad.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo