La candidatura en Miranda es una lección pendiente para el G4, por Sebastián Boccanegra
En Miranda la oposición identificada con el G4 decidió realizar cuatro encuestas para decidir quién sería el candidato a gobernador entre Carlos Ocariz y David Uzcátegui. Se hicieron las encuestas, nunca quedó del todo claro quién había sido el ganador, pero sus resultados fueron una gran sorpresa, al punto de que no sirvieron para definir el candidato que le disputaría el cargo a Héctor Rodríguez.
Trataron de acordar nuevas encuestas, en este caso dos, para solventar el impasse, pero Uzcátegui no aceptó la propuesta, pues se consideraba el ganador con la primera medición realizada, resultado que exigía respetar o convocar a primarias. Todo dice que el G4 decidió que el candidato será Ocariz y que lo que dijeron los sondeos le sabe a casabe.
Las referidas encuestas dieron un mensaje que no se quiere leer ni en Primero Justicia ni en el G4. Competía en las mismas el tercer o cuarto dirigente en importancia del partido amarillo, quien hace cuatro años fue el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática para gobernador. Fue alcalde por cuatro años del municipio más importante de ese estado. Además recibió el respaldo, a su manera, de Henrique Capriles y en Miranda PJ es “home club”.
Su rival también había militado en Primero Justicia y hasta hace muy poco tiempo era un ilustre desconocido para la mayoría de los mirandinos. Todo hizo presagiar, dentro del G4, que Ocariz ganaría de punta a punta los sondeos de opinión y su candidatura obtendría el respaldo de su oponente, pero la vida te da sorpresas.
La pregunta que nos hacemos y se la extendemos a los partidos del G4 es si se han puesto a reflexionar sobre lo que ha ocurrido en ese estado. ¿Qué hizo posible que su abanderado no ganara la candidatura? ¿Qué mensaje le está enviando la ciudadanía de ese estado a la dirigencia política del G4? ¿Lo están leyendo? ¿Será que la falta de coherencia pasa factura?
El llamar a la abstención y después a votar sin una mínima explicación de por qué ese cambio debe haber generado un rechazo entre los mirandinos, rechazo que se puede manifestar en abstención, respaldo a Uzcátegui y triunfo de Héctor Rodríguez. Los errores en política, como en cualquier actividad, se pagan.