La crisis británica y sus consecuencias, por Humberto Mendoza D´Paola

Un frívolo David Cameron, para salir de una pequeña crisis de gobernabilidad, propuso un referéndum en el Reino Unido para consultar sobre la permanencia en la Unión Europea. Ya rondaba por Europa el señor Robert Mercer y sus asalariados. Hubo el referéndum y entre los que más gritaron en su favor estuvo el ex alcalde de Londres, hasta entonces un político mediocre, al menos por su desempeño como alcalde, pero con grandes ansias de poder.
El referéndum, dominado por la propaganda dirigida y financiada por Mercer, convence a los británicos de las mentiras más grandes de su Historia: que Europa los roba, que solos les va a ir mejor, que su alianza natural es con USA, que el UK ha perdido su soberanía al someterse a la jurisdicción de la Corte Europea y que su legislación quedó subordinada a la de Bruselas.
El Brexit se impone y Cameron se va a su casa, como quien nunca tuvo interés en el asunto. Lo sustituye la señora May. Muchos pensaron que calzaría los puntos de Mrs. Thatcher. No fue así y el arrebato de la salida de la Unión Europea encontró en ella una víctima más del populismo de derecha. La señora May logró un gran acuerdo de salida de la UE, el cual fue boicoteado entre otros por Boris Johnson. Su gobierno cayó y ascendió al poder el favorito de Steve Bannon, de Donald Trump y Robert Mercer. En menos de dos meses, el premier británico ha intentado dos golpes de Estado contra el Parlamento, la representación legítima del pueblo británico y el parlamento vigente más antiguo de la Historia.
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Ni siquiera Cromwell irrespetó tanto a la representación popular como lo pretendió Johnson esta semana. Desconocer por tres veces las votaciones vinculantes de Westminster, no tienen precedentes en la política británica. Johnson hasta ha amenazado con gobernar al margen del parlamento, refugiado en el N° 10 de Downing Street. Qué se juega en Gran Bretaña: la democracia en su más amplio sentido; por otro lado, la confirmación que esas fuerzas oscuras que encabezan Bannon y Mercer, pueden llegar a gobernar el mundo.
Los políticos británicos han demostrado que tienen más valía que el populismo, los italianos, con el Premier Giuseppe Conte también. Aprendamos un poco de ellos y dejemos un poco de mirarnos el ombligo