La cucaracha…, por Marisa Iturrisa
La cucaracha/ya no puede caminar
porque le falta, porque no tiene
marihuana que fumar…
El joven aspirante a científico ordenó: ¡Anda! La cucaracha corrió. La atrapó. Le quitó una patica y, un poco tambaleante, ella volvió a caminar. A medida que le quitaba patitas, la pobre aún se movilizaba; con dificultad, por supuesto. El experimento finalizó concluyendo que la cucaracha no obedece y no camina cuando la despojan de la última patica. La de la canción no por mutilada sino por síndrome de abstinencia.
Con ellas no simpatizamos, pero ¿Qué tenemos que ver con la cucaracha del experimento y la fumona? Nada. Sino que el proceso actúa así, expropiando todo a paso de vencedores, por ejemplo la comida, ahora cara y escasa. Las medicinas, que desaparecieron, como muchos médicos y otros profesionales. El transporte, costoso, deficiente… y peligroso, que lo digan los usuarios de las perreras. Al prácticamente desaparecerlos, convirtieron en privilegios agua, electricidad, gas y teléfono, por no hablar de respeto, seguridad, derechos humanos y cualquier otro que se te ocurra, como Justicia, Libertad…
Como Justicia y Libertad propician sociedades modernas, libres, pujantes, con igualdad ciudadana de elevado nivel , lo que le producen a procesos obsoletos es un miedo mayúsculo, rebajando la ciudadanía a niveles de sobrevivencia apenas, para eternizarse en el poder y perpetrarlo sin vergüenza.
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Lo saludable es que la oposición se una como un cuerpo sano, trabajando hacia un futuro de bienestar y progreso, sin desplantes de prepotencia y egos malcriados, sino con humildad, consenso y buena voluntad, descartando los “ismos” de quienes vociferan “esto se arregla con el capitaliiismo, chico” o “el socialiiismo, camarada”, “la izquierda radical” o “la derecha retrógrada”, conceptos demodés ajenos al Centro, liberal, incluyente y sensato.
Y mira que un cuerpo humano es puro diferencias: Los ojos no se parecen a los pies, ni la boca a los codos pero, a pesar de uno que otro detallito, ese disparate llegó a homo sapiens, y como músico de una orquesta de instrumentos diversos bien afinados, tiene la capacidad de corregir su futuro porque, bajo ningún concepto, ningún país es como la cucaracha del experimento ni como la que (a pesar del narcotráfico de moda) no tenía nada que fumar…