La Dictadura Perfecta, por Eduardo López Sandoval

O bien puede llamarse esta cuartilla Tecnología de la Demagogia o la Demagogia de la Tecnología.
Por lo que se refiere a la Tecnología de la Demagogia el régimen no requiere enmiendas, manejan requeté bien el tema, detentan la más depurada demagogia: de punta en el mundo. Para muestra los años de Dictadura Perfecta. En esta materia el Interfecto puede dictar cátedra en las universidades reconocidas del saber de la Monarquía Comunista –si las hubiera.
En tanto la cuestión sustantiva esté referida a la tecnología –nunca a la demagogia-, intentaremos enmendar la plana.
Esta semana, en una cadena nacional, el Interfecto, pomposo, inauguró la Misión Transporte. Engañó. Mintió cuando dijo que habían construido un par de barcos con tecnología venezolana. La categoría de análisis, la Tecnología Venezolana, para llamarse así, para ganarse ese nombre, debe tener caracteres propios, que la distingan de las demás tecnologías que convivan en el área, y que esta distinción la coloque en posición de competir en ese mundo tecnológico. Y competir significa ganarse un espacio a fuerza de calidad, precios y buen servicio. Estos requisitos no los cumplen estos barcos en tanto los están recién fabricando.
Mintió, además, cuando ordenó a uno de sus ministros lo que tiene que saber imposible, que a partir de ese momento de la cadena empezaran a fabricar con tecnología venezolana el sistema Metro: trenes, rieles, subterráneos, vías, etcétera.
Mentira
Pudiéramos darle el beneficio de la duda, y pensar que el Interfecto miente por ignorante y falta de asesores en tan medular materia.
Pero también pudiéramos concluir que miente adrede, puesto que lo dice a sabiendas que Venezuela no cuenta con la tecnología para hacer barcos, o trenes, ni siquiera bicicletas…
Hablando de falta de la tecnología para hacer bicicletas, recuerdo que Chávez especuló con el tema, googleó: “¿qué pasó con la fábrica de bicicletas que montó Chávez?” Y la red me responde, del sitio http://epmundo.com: “Sepa qué pasó con la fábrica de bicicletas “Atómicas” del comandante… El fallecido presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, probó un modelo de bicicletas “Atómica” en pleno programa Aló Presidente 312, transmitido desde el estado Falcón el 8 de junio de 2008… que tuvo una inversión de 3 millones de dólares. La planta construiría 100 mil ejemplares de distintos modelos al año y cubriría 32 por ciento de la demanda nacional… Desde hace más de… años la fábrica está paralizada y sus instalaciones cerradas…”
Otro ejemplo que corrobora eso de la falacia de la Tecnología Venezolana: es la muerte de la iniciativa privada en los regímenes comunistas. La extinta Unión Soviética no llegó a tener la tecnología para hacer automóviles -y la tecnología no se compra en la bodega de la esquina, ni se copia. Para poder hacer en la URSS un carro aceptable, compró a la FIAT el modelo 124, el cual comercializaron con el nombre Volga 2101, que hacía décadas que ya no se vendía en el resto del mundo, por obsoleto.
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Me despido a la llanera. Despedirme no quisiera… Finalizamos este escrito con un razonamiento que bien pudiera parecer fuera del tema de la tecnología, pero no, argumentamos que el comunismo, o socialismo de Estado, o el Socialismo que se reserva las actividades empresariales capitalistas para sólo él, o la extrema izquierda, o Proceso Revolucionario Bolivariano del Siglo XXI, o como se llame a los regímenes políticos como los de la extinta Unión Soviética, la actual Cuba, Corea del Norte o Venezuela; este sistema totalitario, que centraliza el Poder de tal manera, que asesina cualquier institución republicana, que mata al libre mercado y con éste la iniciativa privada y que aniquila cualquier asomo de inteligencia de la raza humana: no merece analizarlo como un sistema político que se oponga al Capitalismo.
Capitalistas somos todos los humanos en tanto sobrevivimos como especie, los Socialistas no existen en tanto han propuesto un sistema de vida que mata la competencia donde sobrevive el más apto, carácter que no sólo es propio del hombre, es propio de todos los seres vivos: competir. El Socialismo no permite que el mercado imponga una sencilla regla: que se compre el producto que contenga la mejor tecnología junto al mejor precio.
Levantemos la mirada y veamos la tecnología en la fabricación de carros, aviones, computadoras, por decir sólo tres, y comparemos el desarrollo pelo a pelo de EEUU, Japón, Corea de Sur con Cuba, Venezuela y Corea del Norte…
Con la comparación entre el Socialismo y Capitalismo se asoma un tema para tratar en cuaderno separado, con especial colorear a la inexistencia del Socialismo en tanto no duró cien años de presencia en el mundo. Un siglo es un pequeño lapso extendido en los millones de años de existencia del hombre en la tierra, es un pestañear en la historia, que una vez deje de existir, no debe en un futuro cercano requerir el mayúsculo análisis que le dedicamos hoy.
El Socialismo como contrincante del Capitalismo, y la propia existencia del segundo como categoría de análisis, es creación de Marx en otro corto antier de la historia… Hablaremos de esta cuestión en escrito por venir. Ahora sí, me despido con un comentario que me envía un lector desde Uruguay, les informo a los panas lectores, los que no son mis amigos en las redes sociales, que siempre hago criticar mis artículos semanales por mis panas de la red, y esta semana tuvo esta participación:
“…el capitalismo no es una ideología o un sistema político. El capitalismo es el estado natural de las sociedades libres, la máxima expresión de la creatividad humana, y el único responsable del progreso y desarrollo del mundo. Negar el capitalismo es negar la humanidad.”