La dilatoria del magistrado Blanco
No se sabe a ciencia cierta si se trata de una orden «de arriba» para evitar que sea la nueva Asamblea Nacional para que se lleve «el premio» de haber sido la que hiciera realidad el nuevo instrumento legal adecuado a los tiempos, nos dicen desde aquellos despachos
En el Tribunal Supremo de Justicia se cuecen habas. En la Sala de Casación Civil, el magistrado Guillermo Blanco, quien la preside, se ha convertido en un gendarme especializado en bloquear iniciativas, en «el hombre de la gaveta», a donde quiere mandar el nuevo Código de Procedimiento Civil. El instrumento, que ya está listo, no ha sido promulgado porque este magistrado se ha negado a hacerlo, utilizando tácticas dilatorias para evitar su vigencia, a pesar de esfuerzos realizados por académicos, abogados y miembros del foro venezolano. El nuevo código, cuando comenzó a ser redactado en 2014, se dijo estaría apegado al Plan de la Patria 2013-2019, y se alabaron sus características y novedades. Pero el presidente de la Sala Civil no le terminar de dar el play. No se sabe a ciencia cierta si se trata de una orden «de arriba» para evitar que sea la nueva Asamblea Nacional para que se lleve «el premio» de haber sido la que hiciera realidad el nuevo instrumento legal adecuado a los tiempos, nos dicen desde aquellos despachos. «No pasarán», parece el lema de moda en la oficina del magistrado Blanco.
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