La equivocación de Patia Cecilia, por Carolina Espada
Estoy plenamente realizada como mujer. He desarrollado por completo mis aspiraciones, deseos y posibilidades, me siento muy orgullosa por ello y quiero que todos lo sepan: ¡Tengo novio! ¡Y tengo novio a mi edad!
Rodolfo Luis, con ese nombre de galán de telenovela en horario estelar, me inscribió en una serie de talleres para mi formación integral en el marco del “MMM: Marzo, el Mes de la Mujer” (marco que se nos descuadró con el coronavirus y la cuarentena). El lema fue una belleza: “Con M de Mujer Maravilla, Mágica y Misteriosa” y en el formulario de inscripción había una gran “M” seguida por la palabra “ariposa”. Bello, bello, bien bello de verdad verdad.
Las clases comenzaron el fin de semana del 8 de marzo cuando se celebró el “Día Mundial de la Mujer”. Mi prima, Patia Cecilia Saldivia Espada –que era feminista y ahora, para vieja, es una feminazi como para salir corriendo–, todos los años me dice con rabia contenida: “Carolé, no se celebra nAdA, porque NO es una fiesta. Se conmemora el Día Internacional de la Lucha por la Igualdad de Derechos de la Mujer. Lucha jodidísima. Deja la ridiculez y eso de estar mandando memes con florecitas, letricas rosadas y mujercitas con cabelleras al viento”. Claro, eso lo dice Patia Cecilia porque nunca se ha tropezado con un delineador ni con una sombra ni con un colorete. ¡Si alguna vez en su vida hubiera usado el rouge Rojo Satin Parisien Nº5 que yo me pongo, otra boca hablaría!
¿Dije que Rodolfo Luis, mi amado, me inscribió en esos seminarios tan femeninos, es decir: tan nuestros? ¡Él sí que sabe lo que es tratar y comprender a una mujer! Comprenderme. La cosa es que yo estaba fascinada aprendiendo una barbaridad. El primer día nos dieron un intensivo de “Automaquillaje social”. Eso tiene que ver con la capacidad para maquillarse en público con toda naturalidad, o sea, sin que a una le dé vergüenza pintarse los labios en la mesa de un restaurant tras haber terminado la comida.
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Al día siguiente estudiamos “Automaquillaje automotriz”. ¡Utilísimo! Empezamos por el “Básico” que es para maquillarse cuando el semáforo está en rojo. Nos cronometraron. En un minuto hay que pintarse los ojos y que los dos queden igualitos. ¡Me lucí! Me felicitaron. Luego pasamos al “Avanzado”, que es mucho más difícil pero sirve para aplicarse el rímel cuando se va por la autopista a toda velocidad. Pero la verdad es que yo no tengo ese problema, Rodolfo Luis es el que me maneja y, total, ahorita no vamos para ningún lado.
En el segundo fin de semana trabajamos una barbaridad:
- M.: “Elaboración de Splash”.
- M.: “Elaboración de Pasapalos de Ocasión”.
Lo del “Splash” fue fantástico: cristal de sábila, agua de rosas, esencia de vainilla y un ingrediente secreto que no voy a revelar, pues si lo digo y todas me imitan ya no tiene gracia. Eso se centrifuga y no les quiero contar la delicia refrescante que es para después del baño. Lo de los “Pasapalos” fue la propia epifanía, yo no sabía que había todo un protocolo jet set muy de la high y al respecto. En un bautizo, en una Primera Comunión, en una boda, en un velorio… nO-sE-puE-dE ofrecer el mismo tipo de canapé. Prívense. Ya me los sé todos. Mi favorito es uno que se hace con pan blanco de sánguche (sin los bordes), mayonesa gourmet y un espárrago de frasco, y tiene forma de cala. La florecita. Adivinen la ocasión.
Ahora se suspendió todo con lo del coronavirus y la encerrona, pero en el tercer fin de semana íbamos a ver:
Técnicas de Manicure y Pedicure
- M.: “Selfie Manicure y Selfie Pedicure”.
- M.: “Manicure y Pedicure Masculina For Men”. (¡Obvio que no puedo abordar las manos y los pies de mi Rodolfo Luis como si me estuviera haciendo los míos! ¡Él es tan viril y peludito! Grrrrr).
Para el último fin de semana había una sobredosis de cursos express mode:
- “Autoaplicación de Cirugías Capilares Sin Agua” (para un pelo sedoso en tiempos de sequía y/o falta de suministro del Vitalíquido).
- “Modelaje de Ropa Íntima en Pasarela” (tipo Victoria’s Secret, pero endógeno).
- “Shakiring: Danza de los Siete Velos” (o cómo seducir a partir de los 40).
- “Yoga Materno Infantil con Mascotas” (una bellezura, y yo que no veía la hora de hacer eso con mi nieta Ivanna y con mi Dóberman Vaduz).
Refrigerios.
Material de Apoyo, Bibliografía de Consulta y Cotillón.
Diploma de Asistencia (y yo que me quería graduar Summa Cum Laude otra vez).
Para el año que viene, con el coronavirus seguramente controlado, arrastro a Patia Cecilia a ver si supera esa doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.
Nunca es tarde para que caiga en cuenta de su poco glamour y de su más grande error en lo más vital de su existencia.
Escritora