La esperanza como reto, por Roberto Patiño
Twitter: @RobertoPatino
Inmersos en una de las mayores crisis políticas, económicas, sociales y sanitarias que ha vivido Venezuela en los últimos años, desde hace algún tiempo hemos podido sentir que se instaló en nuestro entorno, una sensación de angustia que se ancla en la idea de que la población está abandonada a su suerte, una orfandad que ha invitado a muchos venezolanos a emprender la huida de una realidad que por dura, parece insuperable.
Diariamente escuchamos historias de personas que han sido superadas por las dificultades, conflictos que los han llevado a recluirse en el aislamiento y la tristeza, en espera de mejores tiempos o de que mejore su estado de ánimo.
¿Cómo cuestionarlos?, somos humanos y todos en algún momento hemos sentido la tentación de salir del camino para recuperar el aliento y la esperanza.
¡Pero no es el momento de detenernos! Si algo hemos aprendido en todos estos años de trabajo en las comunidades, es que la esperanza no es una emoción que anida en nuestra alma, sino un proyecto en construcción que requiere disciplina permanente.
Frente al desamparo necesitamos el compromiso solidario, un esfuerzo que se funda en la certeza de que solo trabajando con el apoyo de todos, de manera coordinada y anclados en los valores de la solidaridad, se puede encarar la dura situación que atraviesa el país.
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La esperanza, para que sea duradera, no hay que esperarla sino construirla y, en nuestras circunstancias como nación, eso se logra generando espacios de participación ciudadana, donde el vecino, el amigo, el compañero, nuestras líderes, ¡hombres y mujeres de bien, construyen soluciones reales de los problemas.
Para alejarnos de la tristeza, necesitamos entender que con el esfuerzo de todos seremos capaces de vencer las dificultades.
Nosotros, desde Caracas Mi Convive y Alimenta la Solidaridad hemos aprendido, durante más de ocho años, que gracias a la generación de espacios de participación ciudadana se ha podido romper con el aislamiento que invita a la tristeza, haciendo de la comunidad un actor político y social capaz de superar las dificultades, un sujeto colectivo con capacidad de construir su propio futuro.
Sigamos luchando para hacer frente a los problemas que atraviesa el país, insistamos en el esfuerzo por convertirnos en protagonistas de nuestra historia como ciudadanos, vecinos y comunidad, comprendamos que, con la participación de todos, es posible dejar atrás la desesperanza y vencer las dificultades.
Frente a la tristeza participación, trabajo y compromiso.
Juntos saldremos adelante.
Roberto Patiño es Ingeniero de Producción-USB. Magíster en Políticas Públicas-Harvard. Director|de Caracas Mi Convive y Alimenta La Solidaridad.
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