¿La hora de la verdad?, por Griselda Reyes
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Usted está leyendo unas líneas que fueron escritas previo al proceso de postulaciones de las candidaturas presidenciales ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Lo lee, además, mientras transcurre este mismo lapso. Entre una cosa y otra, la incertidumbre (tema abordado en el artículo anterior) sigue imperando. ¿Es acaso ésta la hora de la verdad?
Hay quienes siempre pretenden jugar a la batalla final y sentencian «Si no lo logramos ahora, es el fin del mundo!». A éstos les inquiero: ¿Hasta cuándo, señores? ¡Los países no se acaban!. El 29 de julio, gane quien obtenga el voto mayoritario, Venezuela seguirá.
El venezolano no es conformista, mucho menos pesimista. Sabemos, después de 10 años, el significado de tener seis años más a Nicolás Maduro en el poder. Pero, ¿Qué estamos haciendo realmente del lado mayoritario para evitar esta eventualidad?
Un experto en macro-finanzas me comentaba recientemente que, dentro de la incertidumbre, él necesita hacer escenarios posibles sobre el escenario electoral y sus resultados, para ofrecer alternativas a sus asesorados. ¡Todos merecemos saber qué hacer, dentro de lo volátil del poder adquisitivo. Desde el gran empresario, hasta el pequeño emprendedor del barrio.
Venezuela no aguanta más atajos ni titubeos que sigan retrasando los caminos hacia una mejor calidad de vida. Queremos, requerimos, merecemos (use el verbo de su preferencia), gerentes preocupados por el bien común. Y ello pasa también por participar dentro de un proceso electoral presidencial que nos sirva a todos, legítimamente reconocido por todos y todas, no una parafernalia anclada en la exigencia constitucional de elección del mandato cada seis años. Nos merecemos salir del círculo vicioso. Vigoricemos el Principio de Arquímedes y usemos el punto de apoyo del voto, para cambiar a Venezuela!
Cada venezolano tiene su percepción sobre los que, desde Miraflores y otras instituciones, detentan el poder. Y también las debidas sobre los que, declarándose agentes contrarios y bajo la «identificación» de opositores, desean acceder a éstas instituciones.
Y, al parecer, les une un factor común: ¿realmente conectan con esa mayoría de venezolanos que buscan mejor y más calidad de vida?
Parece una tarea titánica en las actuales condiciones, pero no imposible, el lograr la conexión con las mayorías. ¿están dispuestas las opciones partidistas que, según declaraciones públicas de los involucrados, por continuar o por haber sido apartados del listado de partidos políticos, tienen en sus manos el «poder omnímodo de postular», de apoyar la candidatura más ideal y cercana al sentir de la gente, entre los actuales habilitados aspirantes?x ¿tienen la posibilidad de explorar con el gobierno la materialización de las garantías que exige y demanda la Constitución?,
*Lea también: La idolatría del poder, por Fernando Luis Egaña
No hablo de un mesías. Sugiero a alguien que sea transparente a las fuerzas «inhabilitadoras» de ambos bandos. Alguien capaz de salir y patear las calles, de aglutinar las esperanzas y disminuir las angustias y ansiedades que despiertan los próximos seis años, de sumar votos, de alguien con la gallardía de entender que encabezará una transición y que esto supone, en caso de ser necesario, el solicitar al órgano competente convoque elecciones libres y justas en el cortísimo plazo. Se requiere a un venezolano o venezolana que pueda asumir el poder en función de todos, sin venganzas, y cuya ambición principal sea dar a Venezuela un mejor rumbo.
La complejidad de llevar esas condiciones a una persona real es enorme. Siendo la principal dificultad el que los que hoy tienen la opción de postular a esa persona se pongan de acuerdo, sin pensar que se va a una batalla final. El corto futuro es atender las exigencias de la transición política gubernamental, donde nos necesitamos a todos.
Dependerá de la entereza de quienes están, de quienes estamos, de este lado. La hora de la verdad empieza a precisarse con el fin del lapso de postulaciones, este 25 de marzo.
¡Amanecerá y veremos!…
Griselda Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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