La independencia de Venezuela también la hicieron los extranjeros, por Rafael Sanabria M.
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En este momento histórico tan convulsionado que vive el país, en el que se dicen tantas cosas, por aquellos que insisten en mantenerse en el poder y los que luchan por llegar, una fracción política vocifera despectivamente de la comunidad extranjera y otro grueso de la población recurre a ella de alguna u otra manera para solicitar su presencia.
No sé quien tenga la razón o la verdad, pero revisando exhaustivamente la historia me he tropezado con el General Simón Bolívar que pidió ayuda a la comunidad extranjera para lograr el éxito de la independencia de Venezuela y otras cuatro naciones suramericanas, porque no solo fue el genio militar de él, sino también la ayuda de 5.898 soldados ingleses, irlandeses, norteamericanos y alemanes que pelearon y dieron su vida en Carabobo, Boyacá, Ayacucho y muchas otras tantas batallas para que esta nación pudiera declararse libre y soberana.
Por eso es muy importante aclarar con objetividad y sin ánimo de generar diatribas entre los venezolanos, que el primero en recurrir a la comunidad internacional para solicitar ayuda para el éxito de la empresa independentista fue nuestro libertador Simón Bolívar, quien como es bien sabido, viajó a Londres, Inglaterra, el 30 de junio de 1810, junto con Luis López Méndez y Andrés Bello, a buscar armas, barcos y soldados para poder llevar a cabo la lucha por la independencia de cinco naciones suramericanas que estaban sometidas por el reino de España.
Bolívar, el Libertador, el hombre cuyo nombre ha sido caligrafía en esta Quinta República, necesitó la ayuda de soldados ingleses, irlandeses, norteamericanos y alemanes para poder ganar las batallas que permitieron conquistar nuestra independencia y libertad. ¿A quién se le ocurriría en este momento decir que Bolívar fue un traidor a la patria por buscar ayuda extranjera para liberar a su pueblo entre 1817 y 1822?
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Con toda propiedad, hay muchos por allí que se rasgan las vestiduras por repetir la cartilla de sus caudillos y no se detienen a revisar con objetividad la historia para que sepan que entre 1817 y 1822 operó en Venezuela lo que se ha conocido en la historiografía nacional como la Legión Británica, un grupo de voluntarios extranjeros, que formaron unidades militares para luchar bajo el mando del general Simón Bolívar en la guerra de independencia de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
La legión británica estaba integrada por centenares de soldados y oficiales voluntarios de Inglaterra, Escocia e Irlanda, los cuales se unieron a las fuerzas patriotas y contribuyeron enormemente a la causa republicana. La mayoría de los hombres que vinieron a luchar a estas tierras ciertamente lo hicieron porque estaban desempleados y con problemas económicos en sus respectivos países. Aquí les ofrecieron muy buena paga y reconocimiento a sus méritos militares y no lo pensaron dos veces.
Bolívar buscó en Europa oficiales con experiencia en el adiestramiento de tropas y en el campo de batalla para el objetivo que se buscaba: ganar la guerra. Fue así como entre 1817 y 1822, desde los puertos de Inglaterra partieron alrededor de seis mil hombres en aproximadamente 53 naves, en expediciones destinadas a brindar apoyo a la causa independentista de Suramérica. Del enorme contingente de viajeros, unos cinco mil trescientos eran soldados veteranos del Reino Unido, Irlanda, y alemanes al servicio de Inglaterra.
Se designó como responsable del reclutamiento de los voluntarios en Londres a el venezolano Luis López Méndez, exiliado en Inglaterra, quien se encargó de atraer militares voluntarios utilizando toda clase de mecanismos propagandísticos y diplomáticos.
Ofreció remuneraciones económicas, grados militares suplementarios y tierras fértiles para quien quisiera enrolarse en tan lejana aventura. López Méndez y Andrés Bello permanecieron en Londres gestionando todo tipo de apoyo institucional, además del suministro de insumos y material de guerra para la independencia de Venezuela y la Nueva Granada.
López Méndez contrató a mercenarios europeos en su mayoría británicos y alemanes veteranos de las guerras napoleónicas. Su labor fue tan importante, que Bolívar lo llamó: “el verdadero libertador de Colombia”. López llevó a cabo su misión en medio de grandes dificultades. El Estado naciente de Venezuela no le daba apoyo económico ni información necesaria para llevar a cabo su trabajo, y por si eso fuera poco, el gobierno británico no lo terminaba de reconocer como embajador por su alianza con España. Incluso tuvo que padecer prisión por las deudas que adquirió.
Las llamadas Legiones Británicas formaron una parte importante del ejército de Bolívar, quien las acreditó en la batalla de Boyacá, proclamando que “esos soldados liberadores son los hombres que merecen estos laureles”, y en la batalla de Carabobo donde los describió como “los Salvadores de mi Nación”. En Angostura, Simón Bolívar incluyó a la Legión Británica en la fuerza que debía acompañarlo durante la campaña libertadora de Nueva Granada.
De acuerdo con las cifras suministradas por el coronel Guillermo Plazas Olarte, a las costas venezolanas llegaron en seis expediciones extranjeras, entre 1817 y 1819, un total de 5.808 soldados. Las Legiones Británicas formaron una parte importante del ejército de Bolívar. Sabías que la frase: “Rodilla en tierra” es un ejemplo de valentía, pero también de orden, disciplina y organización de esos voluntarios del pueblo inglés que vinieron a luchar con Bolívar.
Las figuras de Wilson, O´leary, MacGregor, John Hill, Charles Ashdown, son tan venezolanos como muchos otros héroes de la independencia. Ellos se pusieron de rodillas no por seguir un hombre, sino por la libertad de un país. Para algunos historiadores afirman que ellos fueron posteriormente olvidados por los países en los que lucharon; hay muchas demostraciones de que esto es un error ya que inclusive hay batallones en los ejércitos suramericanos que llevan sus nombres.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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