La intriga, por Gisela Ortega
El problema es antiquísimo y, por desgracia, también muy actual; dondequiera que conviven seres humanos se encuentra casi siempre un intrigante entre ellos, en todos los ámbitos: el profesional, la esfera social, él círculo de los conocidos, los amigos y los familiares. Intriga es el nombre de la acción del verbo intrigar, proviene del italiano “intrigare”, y este a su vez lo ha tomado del latín “intrico, intricas”, cuyo significado es enredar, embrollar, asociado con tricari –buscar enredos, líos, o embrollos.
A su vez tricari se deriva de la palabra tricae –embrollos, molestias, líos, o impedimentos-, vocablo usado siempre en plural y en sentido figurado, y procede de la lengua vulgar o rústica, donde casi con total seguridad en el origen significo malas hierbas.
La intriga se define como la acción o plan, generalmente malintencionado, preparado en secreto y con astucia para conseguir un fin.
También es la intensa curiosidad que produce la espera o el interés para conocer una cosa.
Es triste pero cierto que muchos notables -aquellos que menos lo merecen- son blancos de intrigas, en especial si son exitosos o bien estimados por sus relaciones; es que las criaturas inseguras tratan de destruir lo que les recuerda su mediocridad.
Con las artimañas y medias verdades se intenta crear confusión, en prejuicio de un individuo y para provecho de los aventureros, se tiende una trampa a la persona y el que saca ventaja de la situación se mantiene en el anonimato
Los trapisondistas son seres que, a falta de conocimientos o capacidad profesional, arman embrollos y enredos con el objeto de adjudicar o atribuir algo negativo a otros. Sus motivos principales son, por ejemplo, la envidia, la vanidad, la frustración, los deseos de poder, o la venganza.
Sobre todo en el ambiente profesional, nadie está seguro ante estos individuos.. Con la creciente competencia disminuye, casi hasta desaparecer, la imparcialidad y aumenta en grado desmedido la traición y muchos no se detienen ante nada en su afán de construir planes para derrocar a colegas exitosos. Resulta muy interesante observar, de qué modo se expresan unos mortales de otros, cuando estos están ausentes.
El concepto de “intriga” en la Poética de Aristóteles.
La Poética es una obra de Aristóteles, filosofo griego (384-322 a de J.C.), escrita en el Siglo IV, que trata sobre el “arte poético o “arte de la poesía” y sobre las nociones de tragedia, epopeya, e imitación. Y estas historias en forma de narraciones son un deleite para la vida. Al ser representaciones de lo real –y no lo real en sí mismo-, para ser fiel a lo que se imita, ha de condensar, recrear y filtrar la realidad: y es ahí donde aparece la intriga.
Esta intriga no debe ser, ni tan vasta que resulte imposible abarcarla toda con la memoria, ni tan compleja que resulte difícil de entenderla, ni tan corta que se quede en anécdota insignificante.
Sobre la intriga diversas personalidades se han referido a ello:
John Quincy Adams -1767-1848-, sexto Presidente de Estados Unidos, manifestó: “Todos los asuntos públicos en el Congreso ahora se tratan con intrigas y no hay peligro mayor de que todo gobierno vaya a degenerar en una lucha de camarillas”.
El compositor y escritor francés Pierre Agustín de Beaumarchais, -1732-1799-, afirmó: “en el vasto campo de la intriga hay que saber cultivarlo todo: hasta la vanidad de un necio”.
“Nunca falta una amiga, con su historia serpiente, para vender intrigas, necesitas un cliente, si se clava una duda y soy yo el penitente”, destaca el cantautor guatemalteco, Ricardo Arjona.
Anne Ninon de Lenclos -1620-1705-, escritora, cortesana y mecenas francesa, señaló: “La galantería es una intriga amorosa en la que queremos que el adversario nos aventaje.”
*Lea también: El espacio y la fuerza, por Simón García
Las posibilidades de tenderle una trampa a alguien son múltiples, van desde indiscreciones con un fin determinado, calumnias, mentiras, “un rumor lanzado al aire” cuyas palabras se las “lleva el viento”, -pues por algo se dice “cuando el río suena, piedras trae”.
¿Quién saca provecho de esto? El entrometido que se alegra cuando alcanza su meta sin estar, algunas veces, consciente de que sus maniobras causan mucho daño y desdicha. Al poner al descubierto a un murmurador pierde el juego, terminando así de un golpe. Este tipo de personas envenena la atmósfera sembrando desconfianza, por eso hay que desenmascararlos.
En el ámbito de la literatura, de una historia o la cinematografía, la intriga es el conjunto de sucesos, circunstancia y enredos que constituyen el argumento de una narración u obra fílmica y que provocan curiosidad e interés en el público hasta que se resuelven en el desenlace.
Mientras que en publicidad existe la llamada campaña de intriga, utilizado como un anticipo de una estrategia con información incompleta. Es una técnica que generalmente se usa para el lanzamiento de algún nuevo producto o servicio, donde no se devela la identidad del mismo ni quien divulga.
Muchos tejemanejes tienen éxito porque es habitual apoyar –consciente o inconscientemente- a los chismosos, tomando por ciertas todas sus acusaciones, chismes y comentarios que sueltan, sin preocuparnos por constatar la verdad de las confabulaciones y divulgando además esas habladurías. Si todos tuviésemos conocimiento del daño injustificado que se puede causar a otros, haríamos caso omiso de los rumores y mucho menos los propagaríamos.