La mayor fábrica de música del mundo, por Carlos M. Montenegro
La Revolución Industrial que se inició a principios del siglo XVII ha sido el periodo con la mayor cantidad de innovaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico. Del montón de maravillosos inventos y hallazgos desarrollados por el hombre durante la era industrial, la electricidad puede que sea el descubrimiento más importante. Su infinita utilidad la convierten en la madre de todos los servicios. Cuanto más avanzado y poderoso sea un país, se paralizaría totalmente solo con cortarle la energía eléctrica.
De las infinitas aplicaciones que la electricidad tiene, hay dos que han servido para proporcionar cultura y entretenimiento a todas las personas sin distinción de razas, posición social ni religión: la radio y el gramófono, y es sobre el segundo que quiero comentarles por qué me parece tan importante.
La primera grabación de sonido se remonta a un artefacto inventado por León Scott llamado fonoautógrafo, que duró lo que un suspiro, pues en 1877 surgió un adelanto. Thomas Edison creó el fonógrafo, el primer artilugio capaz de grabar y reproducir sonido, sin embargo, este invento cayó en el olvido con la aparición del gramófono, a causa de las diversas ventajas que este tenía con respecto al fonógrafo de Edison: usaba discos de baquelita en vez de cilindros. A finales de los años 40 apareció el disco de vinilo que aportaba la nueva tecnología del microsurco y la velocidad de 33 revoluciones por minuto en vez de 78 logrando una mayor duración y tal calidad de sonido, que a pesar de los nuevos inventos aún sobrevive.
Hasta que la música no pudo ser grabada en discos y vendida a la gente o difundida por la radio, escuchar buena música era un privilegio reservado a la gente rica o muy acomodada. Las operas y los conciertos se circunscribían a los costosos teatros, de limitada capacidad y las orquestas de baile actuaban en salones donde no podía entrar cualquiera. El pueblo llano se solía agolpar a las puertas de esos sitios donde llegaba el sonido, que escuchaban en silencio, o se ponían en la calle junto a los jardines de los hoteles o palacios que celebraba bailes en verano.
Por lo demás, en los parques, plazas públicas o paseos de las ciudades daban conciertos bandas municipales o militares (lo que en Venezuela llamamos retretas), También en las catedrales grupos corales durante las ceremonias litúrgicas solemnes eran acompañados por organistas con fastuosos órganos de tubos
Pero la verdadera música popular, se encontraba en las villas y pueblos provincianos o en los suburbios de las ciudades grandes, interpretada por músicos que tocaban sencillos instrumentos y cantaban animadamente en verbenas y festejos del pueblo. En esos colectivos fue donde el invento del gramófono, los discos y la radio llegaron y se instalaron aportando entretenimiento y cultura.
Se fue creando el andamiaje de una próspera industria capaz de coordinar cosas tan intangibles como la inspiración, el talento, la técnica interpretativa y la tecnología más avanzada: la Industria Discográfica. Nació para controlar aquel colosal negocio que nadie previó; junto al cine, la radio y la televisión formaron el póker de entretenimiento de masas más importante de la historia.
Todo esto viene a cuento porque el próximo sábado hará 98 años, casi un siglo que el compositor británico Sir Edward Elgar abrió las puertas de un nuevo negocio en 363 Oxford Street, que se convertiría en la mayor empresa musical del mundo Fue el 20 de julio de 1921 y se llamo “His Master Voice” (HMV), “La voz de su amo» para nosotros.
El inventor del gramófono, Emile Berliner, construyó en 1898, con dos socios William Owen y Trevor Williams una fábrica de discos para hacerlos sonar en su invento, la Gramophone Company. La empresa se centró en hacer los discos y fabricar el tocadiscos en su fábrica en Hayes para distribuirlos a tiendas independientes de todo el país.
Pero publicitar el gramófono, encontraron un logotipo icónico. Owen compró una pintura del artista Francis Barruad titulada «La voz de su amo» en 1899, con su perro Nipper que miraba atentamente un fonógrafo de cilindro donde escuchaba la voz de su dueño grabada por Edison. Le pidió al pintor que lo sustituyera por su gramófono y un año más tarde, la compañía obtuvo los derechos de la imagen, convirtiéndose en una de las marcas más reconocidas de la música.
En 1931 La Gramophon propietaria de HMV para expandirse internacionalmente se fusionó con la norteamericana Columbia Gramophone Company. El nuevo grupo anglo-estadounidense fue bautizado como Electric & Musical Industries Ltd. (EMI) que ese mismo año construyó para grabar el contenido de los discos “EMI Studios”, aún activo y legendario por su calidad y cantidad de famosos artistas y orquestas, que han grabado sus éxitos en alguna de sus tres salas de grabación durante 88 años ininterrumpidos de labores.
Es probablemente el estudio de grabación en activo, más antiguo del mundo. Ese mismo año, 1931, en su enorme estudio 1 se acontecieron dos eventos simultáneos: tuvo lugar la inauguración de EMI Studios, donde una orquesta sinfónica dirigida por el mismo Sir Edward Elgar interpretó un fragmento de su composición “Pomp and Circumstance”* creada para la coronación del rey Eduardo VII, y que fue registrada en directo, siendo la primera grabación del estudio. Desde entonces lo han utilizado gran parte de los mejores artistas del mundo.
EMI Records desde sus comienzos utilizó para grabar los discos de sus artistas contratados por su sello EMI Odeón y sus diferentes marcas subsidiarias; asimismo multitud de artistas de otras compañías inglesas y extranjeras llegaban atraídos por la fidelidad de sus grabaciones. En los años 30 con la llegada del cine sonoro muchas estrellas del Music Hall se incorporaron y grabaron sus bandas sonoras en Estudios EMI, como Fred Astaire, o Cab Callaway, “el rey del swing” que grabó en sus visitas a Londres.
Durante la II Guerra Mundial, EMI Studios no dejó de funcionar ni un solo día. Mientras Londres sufría los devastadores bombardeos de la Luftwaffe los estudios fueron utilizados por el gobierno inglés para grabar emisiones de radio de la BBC, con propaganda patriótica, para informar a los combatientes aliados en los diferentes frentes del mundo y entretener a las tropas con programas de artistas y orquestas.
En 1944 Glenn Miller realizó los últimos registros de su vida junto a Dinah Shore, Noel Coward y su orquesta, con quienes empezaría un tour de conciertos para celebrar la liberación de Paris. Días después, el avión militar que lo transportaba en vuelo nocturno desapareció en las aguas del Canal de la Mancha.
En la década de los 50 el estudio registró sólo en el ámbito del Pop-Rock: Cliff Richard y los Drifters que grabaron el primer rock&roll totalmente británico “Move it” y tres álbumes más con gran suceso; en el umbral de la siguiente década, con Los Shadows, grabó decenas de “hits”; a su vez, Los Shadows hicieron carrera propia convirtiéndose con sus grabaciones en el mejor grupo de rock instrumental del mundo. Connie Francis grabó En 1959 el disco que la lanzó como estrella en Europa
En los 60 grabaron: Jimmy Page, Eric Clapton, Sid Barret, The Sorpions, Los Zombies, Herman Hermit´s, Los Hollies, Gerry &the Pacemakers, Los Pretty Things, los Beatles o Pink Floyd entre otros fenómenos, y comenzaron a hornear lo que sería la invasión británica de los 60’s. La gringa Connie Francis se hizo habitual de los estudios.
En los 70, siguió la impresionante racha de éxitos realizados en el estudio londinense; reincidieron los grandes, Pink Floyd, construyó su “pared”, el gran nigeriano Fela Kuti grabó su “Zombie” y Cliff Richard, Los Shadows continuaron además de George Harrison, John Lennon y su Ono (la Plastic), John Farrar, Olivia Newton John, Ringo Starr, The Raspberries, Alan Parsons Project, etc. y etc…
Y en diferentes décadas, Durán Durán, Yes, Génesis, Rush, Radiohead, Depeche Mode, Oasis, Gustavo Cerati, Zucchero, Alanis Morrisette, Paul McCartney, Chaka Khan, U2, David Jon Gilmore, Mike Olfield, Andrea Bocelli, Sting, Lady Gaga y un rosario eterno de varios cientos de primeros lugares en Billboard y el resto del mundo y más de mil millones de discos vendidos
La ristra de bandas sonoras registradas en EMI Estudios sobrepasa ampliamente más de cien películas, desde la saga de StarWars hasta la de Harry Potter, pasando por Greystoke, La joya del Nilo o Madame Butterfly.
La calidad y el éxito ha sido una rutina en esa fábrica de buena música que comenzó llamándose HMV. Rutina alterada en 1969 cuando un buen día los 4 Beatles salieron a la puerta de EMI Studios, donde estaban grabando un álbum que se iba a llamar “Everest”, la marca de cigarrillos que fumaba Geoff Emerick, el asistente de su productor George Martin, y gran amigo. La foto de la tapa se la iban a tomar en el Himalaya, con la cumbre más alta del mundo al fondo.
Pero al parecer las cosas entre ellos no andaban muy bien, pues estaban a punto de disolver el grupo y no parecían tener mucho ánimo para ir hasta el otro lado del mundo, tomarse unas fotos y regresar a terminar el disco. Así que decidieron cambiar el plan y se ahorrarían un largo y tedioso viaje de los que, es de maginar, estaban ya muy hartos.
En la puerta del estudio estaban esperando al fotógrafo Ian McMillan, que llegó con una sola cámara y una escalera casera, de las de tijera, al hombro para subirse en ella en el centro de la calle del estudio y tomarles una foto cruzando el rayado del paso de peatones. Un “bobbie” londinense le ayudó a parar el trafico momentáneamente y McMillan pidió a los muchachos que cruzaran la calle en fila por el “paso de cebra” varias veces.
El policía les dijo que solo detendría el tráfico un par de minutos, con lo que el fotógrafo solo pudo tomar 6 fotos. Los Beatles iban con la ropa que tenían en la grabación, Paul McCartney como era verano llevaba unas sandalias y al ir a cruzar la calle se las quitó dejándolas sobre la acera; una de esas fotos es la que apareció en el disco descalzo.
Ni el fotógrafo ni los músicos pudieron imaginar que estaban a punto de crear 4 leyendas. 1ª. Que el disco que grababan sería el más vendido de su ya súper-multimillonaria discografía. 2ª. Que iba a ser el último disco en salir a la venta del grupo, como tal. 3ª. Que harían universalmente famosa aquella desconocida calle londinense tan común y corriente, y 4ª. Que la plana mayor de EMI, decidió cambiar el nombre del disco y rebautizar el estudio poniéndoles el mismo nombre, el de la calle de la foto, que probablemente ya saben cuál es, simplemente: Abbey Road
Cuatro leyendas en un ratico.
* En Google: YouTube https://www.youtube.com/watch?v=bD2j-aicBYQ y podrán ver y oír el acto inaugural en 1931 en el estudio 1, con Sir Edward Elgar dirigiendo su “Pomp and Circumstance” y cómo se grabó el primer disco en el EMI Studio de Londres.