La memoria y cuenta que le faltó, por Ariadna García
En la Memoria y Cuenta 2018 que entregó el mandatario Nicolás Maduro este 14 de enero ante la Asamblea Constituyente faltó información que ojalá algún día manejemos. El gobernante aseguró que redujeron la pobreza extrema en 0,1%. Sin embargo, ¿en cuánto cerró la pobreza y la pobreza extrema el año pasado? Habla de una cifra ínfima de reducción. La Encuesta Sobre Condiciones de Vida (Encovi-2017) reveló en febrero de 2018 que la pobreza extrema se ubicaba en el país en 61% y la pobreza por ingresos en 87%.
Maduro se refirió al apagón que se produjo por varias horas en el Hospital Universitario de Caracas el sábado 12 de enero, pero no habló de las víctimas. Dos personas murieron a causa de un sistema que les condena, que denigra la dignidad humana. Uno que todos los días la pisotea. Tampoco nombró a los cientos de pacientes que tuvieron que ser trasladados a otros centros de salud o de lo contrario correrían la misma suerte. Ni se dijo, ni se dirá.
El gobernante dio cifras erróneas de la caída de los ingresos petroleros, una muestra más de la poca seriedad, la ineficiencia y la desvergüenza que caracteriza al chavismo. El eructo en plena cadena nacional fue otro signo de esa política vulgar y desdeñosa que significa el rojo rojito
No se dijo que solo en 2018 la producción petrolera cayó 40% y que la producción diaria de crudo disminuyó en casi un millón de barriles. No se dijo que las escuelas están desoladas porque ya los niños no son enviados a estudiar ante la carencia de útiles y de comida. No se dijo que los hospitales se sostienen a duras penas y que el lunes los maestros de Fe y Alegría protestaban para exigir salarios dignos.
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No se dijo que la moneda está devaluada en casi 98%, ni que el dólar Dicom, el oficial, la primera semana de enero alcanzó al paralelo ese que el gobierno llama “criminal”. No se dijo que la inflación cerró el año pasado en más de 1.600.000%, según cálculos de la Asamblea Nacional y que el poder adquisitivo de los venezolanos está cada vez más pulverizado, en medio de una recesión económica que no ha sido resuelta en más de cinco años de gestión, con medidas de excepción para supuestamente lograrlo.
No se dijo que la oferta de alimentos es cada vez más escasa y más limitada para los venezolanos. No se dijo que el 70% de la población bajó unos 11 kilos en 2017, de acuerdo a la Encovi. No se dice que la comida hoy en los hogares se conforma regularmente de arroz y granos. No se dijo que se acabó con el consumo de proteína animal porque así lo decidió “la seguridad social y la protección de los salarios” que el mandatario vitorea.
No se dijo que 2018 fue un pésimo año para sus connacionales. No se dijo además que existe una crisis migratoria, donde unas tres millones de personas se han ido a países vecinos, en los últimos dos años, de acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
No se dijo que su gestión los condena al hambre, a la miseria, a la huida. Se habló de la creación de la “misión Venezuela bella”, como si el chavismo supiera de belleza, como si no nos ha dejado un país acabado, vejado, sucio. Como si las calles de cualquier rincón no estuvieran pobladas de basura y desolación. Usted no tiene memoria, pero los venezolanos sí y cuenta