La militarada contra la AN
Bladimir Lugo Armas, el coronel que agredió el pasado martes al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, es un fiel representante de la militarada que se ha vuelto una parte del chavismo. Ese empujón es apenas una muestra del desprecio que tienen quienes respaldan a Nicolás Maduro de la opinión, del voto, de 14 millones de venezolanos que sufragaron por quienes integran el actual Parlamento.
La barbarie quedó al descubierto con la actuación del referido coronel, quien ya tiene varias «hazañas» semejantes en su haber. Fue quien agredió a Lilian Tintori y a Antonieta Mendoza madre de Leopoldo López además de «desaparecer» varios celulares de periodistas. La patanería que demuestra en sus diversas actuaciones parece aprendida por la misma «promoción» a la que perteneció el otrora presidente de la Asamblea Nacional hasta el año 2015.
Su actuación no solo fue un grave irrespeto contra Julio Borges y contra el resto de los diputados, sino a todos los venezolanos que han demostrado, cada vez que ha sido necesario, que quieren vivir en un país democrático, con instituciones que funcionen, con respeto a los derechos humanos. La actuación de Lugo fue un remake de lo que hizo Pedro Carujo contra José María Vargas.
La respuesta de Borges a la pinochetada de Lugo fue la adecuada. Tal vez, en todo caso, le debió hacer un reclamo y exigir respeto a su investidura, pero nunca como algunos pretenden responder con violencia. La actitud del diputado dejó más desnudo todavía al militar gorila que es Lugo Armas.
Previo al incidente con Borges, ocurrió la agresión que sufrieron varios diputados -incluyendo mujeres- por los efectivos de la Guardia Nacional, cuando reclamaban el contenido de unas cajas introducidas al Palacio Federal Legislativo, las cuales tenían el distintivo del Consejo Nacional Electoral. Que no lo hayan querido mostrar llama la atención.
A lo anterior se suma la actuación de los colectivos paramilitares chavistas, quienes el martes secuestraron a diputados, empleados del Parlamento, invitados a la sesión y periodistas durante varias horas, con total apoyo del nefasto coronel Lugo Armas y demás integrantes de la Guardia Nacional y del gobierno de Nicolás Maduro.
Lo ocurrido el martes es una muestra de lo que le espera al país si se impone la constituyente madurista. Por ello, es hora de conformar un frente, lo más amplio posible, para enfrentar esta nueva amenaza del autoritarismo contra la democracia venezolana. Desde la Mesa de la Unidad, pasando por las organizaciones políticas opositoras que no estén allí y sumando al chavismo crítico. Nadie sobra.
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