• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Aniversario 23
  • Temas
    • Primarias 2023
    • Elecciones UCV
    • Corrupción roja
    • Esequibo
    • Utilitarias
    • Regiones
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • De interés
    • Fuera de Agenda
    • Esto Sí Suena
    • Nota Empresarial
    • Nota Cultural
    • #AgendaCul
  • Multimedia
    • Videos
    • Podcast
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Aniversario 23
  • Temas
    • Primarias 2023
    • Elecciones UCV
    • Corrupción roja
    • Esequibo
    • Utilitarias
    • Regiones
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • De interés
    • Fuera de Agenda
    • Esto Sí Suena
    • Nota Empresarial
    • Nota Cultural
    • #AgendaCul
  • Multimedia
    • Videos
    • Podcast
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro

La miseria cunde, por Marta de la Vega



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

La miseria cunde
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Marta de la Vega | @martadelavegav | octubre 12, 2021

Twitter: @martadelavegav


Esta afirmación es válida en Venezuela y a escala internacional en un triple sentido. Miseria material o económica. Miseria espiritual o moral. Miseria política o de gestión pública. Hay una relación inversamente proporcional entre la solidez de las instituciones democráticas y la agudización y extensión del fenómeno, que golpea a muchos países de África, América y Asia, pero también a algunos países de Europa. Esto se explica porque la democracia, en sus diversos regímenes de gobierno, además de sistema político, es un modo ético de convivencia pacífica cuyos valores tienen alcance universal. Todo lo que degrade la dignidad humana es éticamente inaceptable. Una democracia sólida implica el respeto irrestricto de los derechos humanos.

A la vez la naturaleza misma de las relaciones internacionales ha cambiado. No es solo porque la época tecnotrónica que vivimos facilita la difusión planetaria de noticias y nos enteramos en forma casi simultánea de lo que ocurre en las antípodas de nuestro continente sino porque hoy las relaciones no son únicamente entre Estados.

La globalización ha facilitado, más allá de los monopolios gubernamentales de poder, la integración, en todas las latitudes, de “archipiélagos de poder”, como los ha llamado Eric Liu. También lo que pasa en China, en Turquía, en Siria, Irán, Mali, Etiopía, Rusia o Filipinas, como ciudadanos, nos afecta; nada de lo que sufren estas sociedades nos resulta ajeno. Tampoco lo que sucede en nuestro hemisferio, en Nicaragua, en Cuba, en Venezuela, en Haití.

La miseria estructural es un fenómeno típico de las autocracias o regímenes dictatoriales; también de países cuyos sistemas políticos no son autoritarios o tiránicos, pero no alcanzan a constituirse como democracias maduras. Violación sistemática de derechos humanos, prácticas policiales o parapoliciales de terrorismo de Estado, políticas de exterminio, irrespeto a los derechos y libertades civiles, ausencia de división y falta de contrapesos entre los poderes públicos, disolución del Estado de Derecho, interpretación acomodaticia del texto constitucional en función de fines particulares o de una parcialidad política; persecución, cárcel, tortura o muerte para quienes disienten o elevan su voz, emigración forzada o exilio, para citar algunos de los aspectos propios de regímenes que destruyen la dignidad de las personas o someten a la población a la miseria con tal de aferrarse al poder a cualquier precio.

No caben en este texto los numerosos ejemplos que nos vienen a la mente sobre esta realidad dolorosa en muchas sociedades de Occidente del siglo XXI. Escojamos un ejemplo de cada una de ellas, no forzosamente de Venezuela, aunque es preciso destacar que las tres modalidades están presentes hoy en el país.

En cuanto a la primera, consiste en la carencia de condiciones básicas para la existencia. No hay acceso a bienes de primera necesidad, comida o medicinas, ni se cuenta con atención primaria de salud o con servicios fundamentales como el agua o la electricidad, ni tampoco existen condiciones higiénicas que aseguren una subsistencia mínima.

*Lea también: Las invasiones bárbaras, por Paulina Gamus

La encuesta de Encovi, “Condiciones de vida de los venezolanos: entre emergencia humanitaria y pandemia” de 2021, que publicó el 5 de octubre la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, comprueba la gravedad de la crisis humanitaria compleja. Son trágicos los datos del deterioro: A 94.5% se elevó el índice de pobreza y la pobreza extrema alcanzó al 76.6 % de la población, que vive con menos de 1.2 dólares al día. Según Pedro A. Palma, en 2012 la pobreza estaba en 32.6% y la extrema en 9.3%. Entre 2014 y 2020 la caída del PIB (Producto Interno Bruto) fue de 74%; en el mismo lapso, se redujo el empleo formal en 21.8% mientras que el país se redujo demográficamente a 28.7 millones de habitantes. El éxodo ha sido de más de 5 millones de personas.

Esta situación se amplifica con la indiferencia gubernamental, la retórica demagógica y efectista de Maduro y la falta de escrúpulos de la camarilla militar y civil que controla las instituciones venezolanas y domina por el miedo, el hambre y la indefensión, en especial de los más vulnerables. No importa por qué medios: terrorismo de Estado, amedrentamiento o coacción económica, corrupción en todos los niveles como mecanismo de participación, negocios ilícitos y contrabando, cleptocracia y discrecionalidad en el ejercicio del poder. Así extienden su dominación a costa del sufrimiento y desamparo de la mayoría de la población.

La miseria moral se expresa en los individuos en un pragmatismo utilitario, sin solidaridad ni confianza en el otro, que convierte en consigna ética el “vale todo” y desemboca en la anomia moral. En el plano social, en las relaciones entre gobernantes y gobernados es la sordera del Estado frente a sus obligaciones con los ciudadanos.

La muerte por inanición o por desatención médica de niños y adultos en Venezuela; el irrespeto en Colombia del presidente Santos, por ganarse el Premio Nobel, al rechazo mayoritario, no del proceso de paz sino de los acuerdos firmados en La Habana en 2016, que ha descalabrado principios y valores democráticos y el orden jurídico constitucional, con secuelas como criminales de lesa humanidad que legislan en el Congreso de la República y víctimas que no han sido resarcidas.

Por último, miseria política e injusticia las del presidente turco Erdogan ante la muerte, después de 238 días de huelga de hambre, de la abogada kurda de Dersim, Ebru Timtik. No la única, porque otros tres abogados del grupo penal, Ibrahim, Helin y Mustafá, defensores de los detenidos por presunto terrorismo, también murieron después de 300 días de ayuno.

La miseria cunde ¿cabe la esperanza?

Marta De La Vega es Investigadora en las áreas de filosofía política, estética, historia. Profesora en UCAB y USB.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 1.503
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Marta De La VegaOpinión


  • Noticias relacionadas

    • Los servicios públicos merecen atención, por Juan D. Villa Romero
      septiembre 23, 2023
    • Chile, a 50 años del golpe militar, por Mariana Aylwin
      septiembre 23, 2023
    • Alfonso Saer: Un inmortal con el alma Larense, por Alexander Cambero
      septiembre 23, 2023
    • ¿Cumple Venezuela con estándares internacionales de elecciones?, por Víctor Álvarez R.
      septiembre 22, 2023
    • Energías renovables, cooperación entre China, América Latina y Unión Europea, por Ge Gao
      septiembre 22, 2023

  • Noticias recientes

    • #Podcast | Primarias 2023: investigaciones, bloqueos y amedrentamiento
    • Entérate de otras noticias importantes de este #23Sep
    • Los negocios del Tren de Aragua: un proyecto redondo bajo la mirada del Estado
    • Los servicios públicos merecen atención, por Juan D. Villa Romero
    • Chile, a 50 años del golpe militar, por Mariana Aylwin

También te puede interesar

Fentanilo, a cubrirnos como sociedad, por Griselda Reyes 
septiembre 22, 2023
Diosdado en su lata de sardinas, por Ángel Monagas
septiembre 22, 2023
El mal entendido lucro en las cooperativas, por Oscar Bastidas Delgado
septiembre 22, 2023
Niñas madres, por Gioconda Cunto de San Blas
septiembre 21, 2023
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 22 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected].

    Síguenos
  • Noticias

    • #Podcast | Primarias 2023: investigaciones, bloqueos...
      septiembre 23, 2023
    • Entérate de otras noticias importantes de este #23Sep
      septiembre 23, 2023
    • Comisión de Primaria evaluará con candidatos apoyo...
      septiembre 22, 2023

  • A Fondo

    • Los negocios del Tren de Aragua: un proyecto redondo...
      septiembre 23, 2023
    • Tocorón: Autoridades siempre han conversado con el "Niño...
      septiembre 22, 2023
    • Padres del estudiante John Álvarez: Sabemos quiénes...
      septiembre 21, 2023

  • Opinión

    • Los servicios públicos merecen atención, por Juan...
      septiembre 23, 2023
    • Chile, a 50 años del golpe militar, por Mariana Aylwin
      septiembre 23, 2023
    • Alfonso Saer: Un inmortal con el alma Larense, por Alexander...
      septiembre 23, 2023


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Aniversario 23
  • Temas
    • Primarias 2023
    • Elecciones UCV
    • Corrupción roja
    • Esequibo
    • Utilitarias
    • Regiones
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • De interés
    • Fuera de Agenda
    • Esto Sí Suena
    • Nota Empresarial
    • Nota Cultural
    • #AgendaCul
  • Multimedia
    • Videos
    • Podcast
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
Presione enter para comenzar su búsqueda