La MUD debe pasar a la ofensiva, por Xabier Coscojuela
La Asamblea Nacional es un espacio vital y, en nuestra opinión, se ha venido realizando en ella un buen trabajo en estos dos meses de gestión, pero ese no puede ser el único ni el principal espacio de actuación de la oposición
Autor: Xabier Coscojuela
La cúpula chavista en su versión original y en esta devaluada nunca ha sido democrática. Su génesis es la primera prueba de ello. En 1992 arremetieron contra un gobierno elegido por el voto popular y ahora no respetan la decisión de los ciudadanos cuando ella no les favorece. Lo hicieron cuando los caraqueños decidieron que Antonio Ledezma era su alcalde mayor y vaciaron a esa instancia de las competencias que la ley le otorgaba.
Lo mismo les ocurrió a los gobernadores opositores. No se puede negar que en eso de irrespetar al soberano el cogollo rojito es coherente.
La recomposición que le hicieron al Tribunal Supremo de Justicia a finales del año pasado no tenía otro objetivo que mantener la referida coherencia. Para lograrlo se valieron de cualquier artimaña, como todo integrante de un cuerpo mafioso que se respete hace. Las declaraciones de la exmagistrada Carmen Elvigia Porras, es una prueba de lo que decimos.
La catadura moral y ética de quienes integran ese tribunal es un buen retrato de lo que es el cogollo chavista.
Aponte Aponte y Velásquez Alvaray fueron los primeros ejemplos de ello.
Hasta ahora ese tribunal mafioso ha dictado tres sentencias para reducirle las atribuciones a la Asamblea Nacional. La primera fue la que desconoció a los diputados elegidos en Amazonas.
La segunda fue la referida al decreto de emergencia económica, y la de esta semana en la que le reduce competencias para controlar al Ejecutivo y a los otros poderes, además de blindar la inmoralidad que cometiera el anterior Parlamento al escoger a una parte de los magistrados en diciembre pasado. No nos extrañará que vengan otras más. Pretenden convertir a la Asamblea Nacional en un jarrón chino, algo que no se puede permitir.
Para evitarlo creemos que la Mesa de la Unidad Democrática debe pasar a la ofensiva. Hay que activarse en todos los escenarios. La Asamblea Nacional es un espacio vital y, en nuestra opinión, se ha venido realizando en ella un buen trabajo en estos dos meses de gestión, pero ese no puede ser el único ni el principal espacio de actuación de la oposición.
Hay que enlazarlo con la calle. El país está lleno de protestas. A pesar de la autocensura que algunos medios practican, basta pasearse por la prensa de todos los estados del país para comprobarlo. Las razones son múltiples, pero dichas protestas no están siendo canalizadas por nadie. Creemos que la MUD debe potenciar esos reclamos. Hay que activar la calle y subir la presión popular al máximo posible dentro de los espacios permitidos por la Constitución.
Otro escenario que hay que volver a activar es el internacional. Los parlamentos del mundo deben conocer de primera mano los zarpazos que ha venido aplicando el gobierno de Maduro a través de su TSJ contra la Asamblea Nacional. Estos golpes al voto de la mayoría de los venezolanos deben ser denunciados en todas las instancias y pedirle a la OEA la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.
A lo anterior se agrega que hay que seguir tendiendo puentes con el chavismo decepcionado que sigue creciendo como monte. Hay que horadar con fuerza lo que tienen de respaldo popular.
Hay que aislar al máximo posible a esa cúpula mafiosa que manda en el PSUV y en el Ejecutivo. Creemos que de las opciones planteadas para salir de Maduro el referendo revocatorio es la mejor vía, pues genera la participación de la gente y la mantiene activa de cara a las elecciones de gobernadores que deben celebrarse este año. Hay que combinar fuerza con inteligencia. Los mafiosos que dirigen el gobierno no entienden otro lenguaje.
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