«La necesidad» es la primera motivación para emprender un negocio en Venezuela
Un estudio de la UCAB y el IESA destaca que aproximadamente 3 millones de venezolanos son emprendedores, de los cuales 68% cuenta con un negocio ya establecido y 32% es un emprendedor naciente. Entre sus resultados destaca que la principal motivación para emprender es «ganarse la vida porque los empleos son escasos»
La principal motivación de los venezolanos para emprender un negocio es «la necesidad» de generar mayores ingresos en un entorno de poco crecimiento económico y ante la cada vez más escasez de trabajos formales.
A pesar de las dificultades para financiarse, las pocas políticas públicas para su desarrollo y el bajo conocimiento sobre cómo tener un emprendimiento, muchos venezolanos lo ven como una oportunidad para «salir adelante».
Los resultados del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un estudio sobre la situación del emprendimiento en Venezuela, presentado este miércoles 15 de marzo, indican que aproximadamente 3 millones de venezolanos son emprendedores, de los cuales 68% cuenta con un negocio ya establecido y 32% es un emprendedor naciente.
El estudio elaborado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) revela que 90% de los emprendedores tuvo o tiene como primera motivación «ganarse la vida porque los empleos son escasos» a la hora de crear un negocio. Mientras que 63% dijo que necesita «construir una gran riqueza o un ingreso muy alto».
De acuerdo a la etapa del emprendimiento, «la necesidad» fue la principal motivación para 92% de los emprendedores nacientes.
«El principal impulsor de los emprendimientos es la necesidad en vista de la falta de oportunidades laborales. Venezuela es el país que presentan la mayor proporción de esta motivación en la la tasa de emprendimiento temprana (TEA) y entre los establecidos», resalta el estudio.
Para Luis Pedro España, profesor e investigador de la UCAB, varias cambios en el mercado laboral dejó la crisis económica venezolana y la pandemia del covid-19, especialmente, la reducción del empleo en el sector público. Indicó que a pesar de una mejora en el empleo formal en el sector privado, los venezolanos vieron como una oportunidad intentar tener un negocio propio a través del emprendimiento.
Recalcó que con la reforma económica de facto con la eliminación de los controles cambiarios, la desregulación y levantamiento de amenazas sobre el sector comercial privado, principalmente el importador, se percibe una tenue recuperación y una leve baja de la pobreza. Sin embargo, considera que para lo que resta de 2023 todo dependerá de cómo se desempeñe el sector privado.
«En estos momentos calculamos que haya una reducción de la pobreza de 2% a 3% para este año, debido a que el crecimiento económico se ve muy frágil en el futuro. La recuperación permitió que la actividad laboral aumentara 6% (más de un millón de personas pasó a la actividad) y, aunque 56% de la población se declara activa laboralmente, es un porcentaje bajo comparado con América Latina. Hay una reducción del tamaño del Estado y el mercado laboral formal dependerá de la empresa privada y de los emprendimientos», dijo España durante la presentación de los resultados del estudio en la sede del IESA.
Recordó el profesor del IESA que uno de los orígenes de la desigualdad es el bajo nivel de actividad económica de los deciles con menores ingresos. Mientras que en el decil más bajo solo trabajan tres de cada 10 personas en edad activa, en el de más altos ingresos trabajan siete de cada 10.
«La desigualdad territorial (40% de las personas del decil más alto de ingresos viven en Caracas), hace que las oportunidades de emprendimientos sean muy escasas en los lugares donde viven los hogares con menores ingresos», señaló España.
En la investigación se señala que las cifras de Venezuela en materia de emprendimiento son comparables con países que cuentan con un importante movimiento emprendedor. No obstante, los emprendedores locales lo hacen en un entorno muy poco favorable e incluso hostil.
Aramis Rodríguez, profesor del Centro de Innovación y Emprendimiento del IESA, explica que factores como la falta de tecnología, la poca educación primaria, la falta de financiamiento y de políticas públicas afectan el desarrollo del sector emprendedor en el país.
«Nuestros emprendedores se ven forzados a trabajar en un mal ambiente, pero cómo quisieran otros países tener a los emprendedores venezolanos, lo que nos falta es la tierra fértil», afirmó Rodríguez.
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Emprender aunque cueste
El estudio presentado por profesores e investigadores de la UCAB y el IESA señala igualmente que los emprendimientos en Venezuela se caracterizan en términos generales por estar orientados al consumo final, vía comercio y los servicios; a pequeña escala en cuando a socios y empleados; enfocados en el mercado nacional y local, de bajo o nulo nivel tecnológico y alto nivel de discontinuidad.
En general, todos los emprendedores tienen mayor propensión a tener varios empleos, principalmente los que aún no han establecido su negocio; mientras que las personas con emprendimientos nuevos y/o establecidos tienen mayor probabilidad de ejercer la jefatura del hogar.
«En términos monetarios son menos pobre los emprendedores TEA y establecidos que la población general de referencia, con mayor prevalencia en jefes de hogar», apuntó Luis Lauriño, profesor e investigador del IESA.
Por otra parte, las mujeres suelen ser más emprendedoras o a tener un emprendimientos establecidos, mientras que los emprendedores suelen tener un nivel educativo superior.
«La diferencia de género es a favor de las mujeres en los emprendimientos establecidos. En ls etapas iniciales es más paritaria», resalta Lauriño.
En otro de los resultados del estudio, resalta que los emprendedores TEA son mayormente adultos entre 35 a 54 años con niveles educativos superiores en la medida en que superan etapas y, mayormente ocupados a tiempo total o parcial.
«En su etapa inicial están muy motivados y se perciben con un alto talento emprendedor, el cual se ha incrementado en los últimos 11 años», dijo el profesor del IESA.
La tasa de propiedad de negocios establecidos es muy baja si se compara a nivel internacional y frente a la tasa de emprendimiento temprana (TEA). Sin embargo, en emprendimientos iniciales, Venezuela ocupa la posición número tres entre los cinco primeros lugares de las economías para iniciar un negocio.
La mayoría de los emprendedores utiliza más tecnología digitales para vender sus productos o servicios a raíz de la pandemia, a pesar del bajo nivel tecnológico general en sus procesos, productos y servicios.
A pesar de que la pandemia afectó los ingresos del hogar, un alto porcentaje ve aún oportunidades de negocios post pandemia.
Llama la atención que personas de entre 18 a 24 años piensan abrir un negocio en los próximos tres años y, 29% del total de los consultados para el estudio espera iniciar un negocio en los próximos tres años.
«Nuestros emprendedores son héroes», concluyeron.
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