La opción, la única opción, es resistir, por Beltrán Vallejo

Correo: [email protected]
Aportaré mis opiniones, mis humildes opiniones bajo las sombras de un país en oscurana, donde todo está en calma, pero es la calma de la indecencia y la derrota. Voy a dar mis opiniones en esta Venezuela que no ha podido enfrentar las injusticias, el salario de hambre, el desastre de los servicios públicos y la persecución al que proteste, al que se levante y al que esté inconforme porque todo lo malo tiene que calárselo, ya que es razón de Estado.
Parto del criterio de que esta coyuntura amerita que se le aborde en los términos de renovadas ideas y de renovadas estrategias políticas; es obvio que no «descubro el agua tibia», pero esta obviedad es la gran ausente (¡qué carajo de paradoja!). Y he aquí un país tieso como una momia.
Después de la victoria democrática del 28 de julio, donde la candidatura del viejito Edmundo arrasó, según las actas de la oposición y por la ausencia de las actas del madurismo mesa por mesa y centro por centro, entonces ese triunfo se tornó en fracaso político y social porque hoy, primera semana de abril del 2025, la lucha opositora y hasta la disidencia en el seno del chavomadurismo luce aplastada.
Argumento más, la actual estructura y el nuevo modelo político, represivo, social y hasta económico que impera hoy a desarticulado al movimiento popular venezolano, a los partidos políticos, a las organizaciones sindicales, al tejido social civil y organizado, al movimiento estudiantil, al movimiento sindical, al empresariado, a los medios de comunicación, y por supuesto hay mano de hierro en las Fuerzas Armadas. ¿Y ante esto que hará el venezolano de bien y con ideales democráticos? ¿Vivirá escondido? ¿Vivirá mudo? ¿Se meterá a madurista? ¿Se irá de Venezuela? ¿Se lo calará de rodillas?¿Se sumergirá hasta el ahogo en las redes sociales y de ahí no lo sacará nadie? Nada de eso es opción.
En estos momentos de dispersión, es primordial que haya voluntad de analizar todas las experiencias de lucha contra el chavomadurismo en más de dos décadas, incluyendo lo sucedido en las pasadas elecciones del 28 de julio del 2024, y de ahí hacer una crítica valedera de todas las deficiencias de la dirección política opositora en todo este lustro, en todo, y ahí vislumbraremos que ayer como hoy continúa imperando la ausencia de una homogeneidad conceptual y estratégica para enfrentar las reacciones y las ofensivas y contraofensivas del régimen.
En este análisis cabe analizar y reflexionar sobre la influencia de los elementos de solidaridad y de apoyo internacional en la lucha contra el madurismo, y cabe hacerlo porque ha imperado en esta «ayuda» ciertas concepciones reaccionarias, y parece que más que aliados y apoyos más bien se ha perfilado un jefaturismo injerencista y espasmódico, además de imbuido de ignorancia.
¿Por qué esa fuerza social y electoral evidenciada en toda la campaña del año pasado y en los resultados de las elecciones del 28 de julio no se utilizó para enfrentar la reacción continuista y represiva del régimen? Esto para mí es la gran interrogante que todavía duele en medio de los asesinados en las calles, en medio de la ola de detenciones, persecuciones y torturas que no cesan. Venezuela se nicaraguanizó definitivamente. ¿Definitivamente?
*Lea también: La exclusión inicial del Pacto de Puntofijo, por Marino J. González R.
¿Por qué no hay capacidad de autocrítica y de oportuna corrección de los errores? ¿Por qué no hay capacidad para retomar la ofensiva política, cuestión que va más allá del tacticismo abstencionista o participacionista en las convocatorias de elecciones y de reforma constitucional que plantea el régimen?
Embusteros los que digan que hoy en el mundo de la lucha opositora sí hay una línea política estratégica clara; no la hay. Lo que sí pulula son las orientaciones y matices que más bien reflejan tendencias que van desde la conciliación con el régimen, pasan por el aislamiento y la pasividad, y terminan en el extremismo infantil, plañidero, chismoso y soñador.
La opción de la resistencia, la única digna y clara, pasa por la unidad en torno a una estrategia de nuevo «única» del movimiento popular, fundamentada en la actual realidad represiva y autocrática, no fundamentada en la siembra de ilusiones quietistas, clasistas y eminentemente verbalizadas, y esto pasa por volver acumular todas las fuerzas posibles sin aferrarse a fechas, ni a slogans ni a «mantras».
Beltrán Vallejo es Licenciado de la Escuela de Humanidades y Educación de la UDO.