La operación de Red Bull y por qué es odiada en Alemania, por Gustavo Franco
El Leipzig está en primer lugar de la Bundesliga alemana. Hace unos años era un equipo semiprofesional de Leipzig, en la parte oriental de Alemania, que competía con el nombre de SSV Markrandstädt. Con el apoyo de la multinacional austríaca Red Bull, el equipo ha protagonizado un ascenso meteórico hasta estar consolidado en puestos de Liga de Campeones en los últimos años, previo cambio de nombre y escudo para que la marca Red Bull sea identificable.
Esta temporada 2019-2020, amenaza incluso con salir campeón. Sería el caso de un club con un equipo con jugadores de menos reconocimiento -son muy jóvenes- que logra ganar el título pese a no ser el obvio favorito. Un batacazo en toda regla, de esos que viven en la memoria de los aficionados, ya que el Bayern de Munich siempre es capaz de quitar los mejores jugadores a sus equipos rivales. Sin embargo, en Alemania todas las aficiones están en contra de este equipo y su victoria, aparentemente contra todo pronóstico.
En Alemania los aficionados son propietarios de al menos 51% de los equipos, por lo que el nexo que hay entre los fanáticos y los clubes es muy profundo. Cada semana, los estadios están totalmente llenos, o rozando el aforo completo. La bundesliga es, en este sentido, una competición líder. Los ‘tifos’ o mosaicos que hacen los aficionados al coordinar el levantamiento con las manos de carteles de distintos colores son cosa común antes de iniciar los partidos. Cuando el equipo visitante es el RB Leipzig, estos mosaicos por lo general contienen mensajes en contra de lo que representa el equipo de la antigua Alemania oriental, y a veces son bastante agresivos. Esto es porque el RB Leipzig se ha saltado la normativa alemana que impide a una compañía ser la dueña de un equipo de fútbol.
La asociación que supuestamente representa a los aficionados del Leipzig está compuesta por sólo 17 personas, todas empleadas de Red Bull. El Borussia Dortmund, por otro lado, tiene a 139.000 miembros que votan para elegir una junta directiva y pueden vetar, por ejemplo, subidas de precio de las entradas. Otra regla que se ha saltado este equipo es el del nombre.
Las reglas dicen que los equipos no pueden tener en sus nombres ni en sus logos el nombre de una marca comercial ni su imagen, salvo que se trate de un vínculo histórico, como Bayer con los respectivos Leverkusen y Munich.
Para mantener las siglas de Red Bull, el RB Leipzig decidió que se llamaría RasenBallsport Leipzig. RasenBallsport significa en alemán deporte de balón sobre césped, una forma más que peculiar para referirse al fútbol. En cuanto al logo del equipo, sencillamente cambiaron el círculo amarillo por un balón de fútbol, y todo ello queda encerrado dentro de un escudo. Así, el logo de Red Bull ha pasado a ser el escudo de un equipo de fútbol.
El equipo ha visto como fanáticos de sus rivales protestan ese modelo de propiedad del equipo. El recién ascendido Union Berlín hizo una protesta de 15 minutos en su partido inaugural en la bundesliga, que fue contra el RB Leipzig: durante estos primeros minutos el estadio estuvo en silencio. El primer partido de la historia del Union Berlín en la bundesliga empezó con una protesta.
El Dynamo de Dresden, también un equipo ubicado en el oriente alemán, le hizo saber al RB Leipzig lo que pensaba de su modelo en el año 2016. En un partido que enfrentó a ambos equipos, los aficionados del Dresden lanzaron al campo la cabeza de un toro, cosa que le valió al club una multa.
Todo ello sirve para ilustrar lo comprometidos están los fanáticos en Alemania con el respeto al modelo de propiedad que prohíbe que los fanáticos tengan menos del 51% de la propiedad de un equipo, ello para que los clubes sigan siendo clubes, básicamente.
Una frase de Uli Hoeness, quien fuera presidente del Bayer, lo deja muy claro cuando le preguntaron por los precios baratos de las entradas para los partidos en Alemania. “No creemos que nuestros fanáticos son vacas que deben ser ordeñadas. El fútbol debe ser para todos. Esa es la principal diferencia entre Inglaterra y Alemania”.