La oposición contra la oposición, por Ángel Monagas
X e Instagram: @AngelMonagas
Cierto es que la división interna dentro de la oposición puede debilitar su capacidad para enfrentar a sus adversarios. La unidad y la cooperación son esenciales para lograr un cambio efectivo en cualquier contexto político.
Un breve poema, cuyo autor no recuerdo, nos hace reflexionar sobre este tema:
En el campo de batalla de la política,
donde las facciones se enfrentan con retórica,
la oposición dividida, en lucha interna,
abre la puerta al enemigo, su oportunidad eterna.
Cuando los líderes se enzarzan en disputas,
olvidando la causa común, las metas absolutas,
las grietas se ensanchan, la fuerza se desvanece,
y el enemigo avanza, sin obstáculos, sin clemencia.
Así que, opositores, escuchad este llamado,
dejad de lado las rencillas, el ego desbocado.
Uníos en propósito, en visión compartida,
pues solo así podréis vencer, en esta lucha encendida.
No salgo de mi asombro al observar lo que sucede «manipuladamente» en las redes y en la opinión pública que algunos partidos, dirigentes, periodistas y medios se esfuerzan en repetir.
Créalo o no
No quiero creer que hay una nómina dispuesta a tales fines. Es asombroso. Sin embargo, la campaña en contra que en estos últimos tres meses ha recibido el gobernador Manuel Rosales, juro y no me condeno, es métricamente superior a la recibida por Nicolás Maduro en sus 12 años de gobierno.
Rosales ciertamente ha cometido errores. Ha realizado muchas cosas con las cuales no estoy de acuerdo. Ahora de allí a acusarlo de ser el responsable de la tragedia opositora y hasta de los males nacionales, es un soberano acto de estupidez, alimentado por los peores defectos de cualquier ser humano, resaltando el resentimiento.
Incluso pareciera que el problema económico, de los servicios públicos y de la inseguridad del país es su culpa, aunque no es presidente.
El milagro de Nicolás
Nicolás Maduro ha logrado un milagro que ningún mago ha podido realizar: La invisibilidad.
Hay medios de comunicación, dirigentes, periodistas, «influencer», canales de YouTube, etcétera, que todos los días dedican horas y horas a culpar, y calificar con adjetivos que nunca hicieron contra Chávez y menos contra Nicolás o Diosdado, a Manuel Rosales.
Hay columnistas, youtubers, moderadores que semana tras semana, día tras día, repiten lo mismo e inventan historias para descalificar su figura política. Por eso insisto que únicamente pertenecer a una nómina puede explicar tal actitud.
Evidentemente también los resentimientos, la envidia y la rabia por no poder, a pesar de hablar mejor, de tener títulos o grados académicas y provenir de una familia, de «amos del valle», haber alcanzado los logros políticos de Rosales durante 28 años, justifica esas agresiones.
Los entiendo pero esa no es la vía.
El error de Rosales
Manuel Rosales no se ha sabido vender. Ha menospreciado el uso de las nuevas tecnologías de la información. Por su desconfianza y formas de tratamiento ha perdido los mejores operadores y los que tiene a su lado, no ofrecen ninguna fortaleza para enfrentar a sus enemigos.
Una loca legisladora que creen estar en el Bellas Artes en una presentación de «flamenco», en lugar de hacer del parlamento un foro político como en otrora lo fue, un personaje que hace de su bufón personal y a pesar de ser muy buena persona, solo se ocupa en llenarse de marcas en zapatos o chaquetas, u otros amigos de sus familiares metidos en todos los negocios propios del gobierno y hasta de CITGO, por ejemplo, tampoco lo ha ayudado.
Se que decirle esto lo molestará. Alguien tiene que hacerlo. No obstante eso no justifica los ataques y menos el descuido de un Maduro que avanza ante tal fraccionamiento y división. Manuel Rosales no es santo, ni se vende como tal. En política los éxitos se miden por la gestión en el cargo.
Muchos de sus detractores en Venezuela y Estados Unidos, defienden a Trump. Un hombre que ha tenido más de 4000 mil juicios y que tiene miles de cuentas pendientes por evasión de impuestos y forjamientos de documentos.
¿Pero por qué tiene la primera opción presidencial?
La gestión de Rosales en el Zulia habla por sí sola de sus capacidades. Ahora llegar a preferir que continúe Nicolás, en lugar de ponerse de acuerdo, para mi es imperdonable.
No hay comparación entre él y Maduro.
Prohibido olvidar
Se atribuye a Miguel de Unamuno la frase: «Las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan».
El desaparecido locutor zuliano Don Pedro Colina, icono de la zulianidad, también la repetía constantemente.
Rosales acabó políticamente con el dominio de Copei en el Occidente venezolano, al recibir la Alcaldía del primer electo de esta figura Fernando Chumaceiro.
Manuel Rosales fue el primero en enfrentar al monstruo llamado Chávez. Le dijo lo que muchos hacían simplemente tras bastidores.
Eso le costó una larga y penosa distancia. Para muchos en demasiados buenos términos, aunque esto no lo exime del dolor para un «animal político», como él, tener que ausentarse después de entregar por segunda oportunidad la Gobernación y repetir por otro período en la Alcaldía de Maracaibo.
Fueron 6 años de exilio. Perú y Panamá fueron sus destinos.
Sus propiedades en Venezuela, fueron expropiadas
Luego, para muchos «se arregló con Maduro» y regresó pero estuvo un año y medio preso en las mazmorras del Sebin, «El Helicoide».
Yo lo visité en una oportunidad. Un frío intenso en un dormitorio sin más lujos que una cama, un libro, por cierto con sábanas muy delgadas.
Recuerdo la señora que le llevaba la alimentación. Con todos esos tratos, fue liberado con la mitad de su peso original.
Luego quiso competir en unas primarias y una jugada entre un aspirante opositor y el gobernador Arias, lo inhabilitó para ese proceso y hubo de ser su esposa la que compitió y evidentemente a pesar de su ayuda, ella no calzaba políticamente.
Fue una batalla desigual.
Todos contra él, incluidos muchos que ayudaron a Voluntad Popular y que ahora están a su lado.
Gana la oposición y el triunfador por razones distintas a las que él esgrime, estúpidamente no quiso juramentarse ante la constituyente, para él «ilegítima», aunque después él mismo compite en unas internas con el organismo derivado del mismo acto. Peor aún, sus pupilos también lo hicieron y muchos ganaron.
La oposición se derrumba en Zulia y Rosales retoma las banderas pero los mismos grupos que ganaron y no aceptaron, jugaron en su contra y celebraron su derrota públicamente en un reconocido hotel de la ciudad.
Manuel Rosales derrotó más de 3 veces a Hugo Chávez en el Zulia, mientras otros llamaron a la abstención.
Son 28 años de dominio. Tiene que ser por algo. En el 2015 su participación fue fundamental.
Su papel en el 2006, con una oposición diezmada luego de las derrotas recibidas bajo el liderazgo de Capriles, aun perdiendo las presidenciales, les permitió tomar fuerza para continuar en la pelea política y Chávez pierda en el primer escenario, el referendo del 2007.
*Lea también: El viejo truco de la proyección, por Tulio Ramírez
Lo contemporáneo
En esta columna advertimos los riesgos de participar en las elecciones de noviembre del 2021. Todos sin excepción decidieron ir. En ese momento aceptaron las reglas del juego planteado: No había de otra sino entenderse con Nicolás. Rosales como portaaviones logró darle al Zulia un triunfo rotundo.
Candidatos a Alcaldes de Primero Justicia, concejales, legisladores de todos los partidos, sin un voto detrás pudieron llegar a donde están.
Hoy parece que muchos lo han olvidado.
El camino de negociar
Critican a Rosales por hacerlo, cuando otros también lo practican.
Primero Justicia Zulia tiene toda su nómina, de dirigentes, de líderes que hoy desfilan al lado de María Corina, cobrando y recibiendo las dádivas de la Alcaldía de Maracaibo.
¿Eso es malo o bueno? ¿Eso es negociar o no indirectamente con Nicolás?
Desechada la invasión armada, los marines que nunca llegarán, con o sin Trump, no queda de otra que «entenderse» con quienes manejan el poder e intentar sostenerse y avanzar, con errores y aciertos.
Pregúntense ¿Por qué el pueblo no sale a la calle, a pesar de tener una «líder» como María Corina que según sus aduladores «in extremis», tiene un liderazgo superior a cualquiera del pasado? ¿Por qué no protestan?
Reflexionen…
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Revisen la historia de Sudáfrica, de la España de Franco, de Pinochet y la conclusión es una sola…
Mientras no haya otro camino, el que se nos presenta es únicamente participar, vendrán nuevas situaciones…
Yo quisiera que María Corina fuera Presidente. Lo juro por Dios.
Ahora en ausencia de ella, no tengo dudas: Quiero un político y no una títere, sin el burdel necesario para enfrentar un chavismo, que aun perdiendo seguirá mandando…