La oscuridad, por Gisela Ortega
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La oscuridad es falta de luz y claridad para percibir las cosas. Oscuridad es la realidad en la que la humanidad está inmersa. En nuestro mundo, está asociada a lo tenebroso, a lo peligroso, a lo oculto, a la tristeza, a la angustia y a la falta de conocimiento.
Platón en el Mito de la Caverna, expone en forma poética, clara y ordenada su concepción de la realidad. El hombre esclavo de la materia, vive encadenado en el interior de la caverna, confundiendo las sombras y la oscuridad con la realidad.
Descartes, en su “Discurso del Método”, es un hombre que marcha solo y en las tinieblas. Ninguna luz le guía más que la suya propia. En torno suyo todo es oscuridad.
¿Lleva una vida oscura, el ser humano, en la sombra, en las tinieblas? La vida necesita claridad y el hombre tiene una misión de luminosidad sobre la tierra: la lleva dentro de sí, es la raíz misma de su constitución. Hay hombres que prefieren estar en la sombra; otros, a la sombra. Algunos, se creen iluminados.
El pánico irracional a la oscuridad o a la noche se llama nictofobia, proviene del griego nix: noche y fobos: miedo. El nombre de la enfermedad hace alusión a Fobos, el dios del miedo y a Nix diosa de la noche.
La nictofobia, en realidad, muchas veces no es un terror a la oscuridad en sí, sino a los riesgos que imaginamos podrían estar latentes cuando estamos en total penumbra.
La respuesta emocional a la ausencia de luz ha inspirado diversas metáforas en la literatura, y las artes.
Anteriormente, en la historia, fue vista a veces como sustancia por derecho propio, y aparece en esta forma en la literatura de la fantasía. Otro nombre, en este contexto para la oscuridad es sombra.
Como término poético, la oscuridad también puede significar la presencia de sombras, maldad, o depresión. Puede tener un impacto psicológico fuerte, y causar decaimiento o miedo. Estas emociones se usan para dar fuerza a imágenes literarias.
Los textos religiosos muchas veces utilizan la oscuridad para dar sentido visual. En la Biblia, la oscuridad fue la penúltima plaga y el escenario para “llanto y rechinar de dientes”. Una interpretación del Corán dice que aquellos que transgredan los límites de lo que es correcto, estarán condenados a sufrir “desesperación que quema y oscuridad fría como el hielo”. En la mitología griega, tres capas de oscuridad rodean al Tártaro, un lugar para los peores pecadores tan bajo como Hades, dios griego de los Infiernos, está lejos del cielo.
La oscuridad era también parte importante de sistemas religiosos gnósticos: según ellos el mundo es el resultado de una guerra entre la oscuridad y la luz.
El uso de la oscuridad como figura retórica tiene una tradición antigua y persistente. Shakespeare, trabajando en los siglos XVI y XVII, hizo llamar a un personaje Satanás, el “príncipe de la oscuridad”, en el Rey Lear, y le dio a la oscuridad garras para devorar al amor. Sueño de una noche de verano. Geoffrey Chaucer, escritor inglés del siglo XIV, escribió que el trabajo de los caballeros era expulsar las “obras de la oscuridad”. Dante describió el Infierno como un lugar “manchado de oscuridad pura”.
Artísticamente, en la pintura, la oscuridad puede usarse para dar énfasis, o contrastar con la luz. Crear líneas de guía y vacíos, entre otras cosas. Estas figuras están diseñadas para atraer la mirada a la ilustración. Las sombras añaden perspectivas.
En el lenguaje corriente también es habitual que utilicemos la palabra oscuridad para expresar diversas situaciones. Por un lado para dar cuenta de la falta de claridad que el asunto presenta y que por lo tanto complica su entendimiento como su comunicación. También la aplicamos cuando un hecho se encuentra rodeado por el misterio y la falta de información acerca de las causas que lo desencadenaron.
Del mismo modo, cuando nuestra mente se encuentra atravesando un momento de confusión o alteración por una situación, se podrá expresar en términos de oscuridad.
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Se dice que la Edad Media fue un periodo de oscurantismo. El oscurantismo es la práctica de prevenir de forma deliberada que hechos o detalles de algún asunto se den a conocer. Se fundamenta en la oposición de progresar en el conocimiento y en los adelantos y cambios tanto económicos como políticos y científicos, en aras de mantener una hegemonía ideológica, y el manejo del poder, basado en una doctrina estricta, donde se oculta la verdad, como método de crear una realidad.
No es fácil vivir en la luz: en la luz vemos nuestras limitaciones, vicios, pequeñeces. ¿Cuándo tendremos luz? Luz de la razón para claridad de las ideas, luz del entendimiento, para que lo claro sea claro y para que lo oscuro sea menos tenebroso. Luz como criterio rector del pensamiento y de la conducta del hombre. Cuantas ideas absurdas surgen a oscuras.
¿Cuándo volverá la luz? En la oscuridad se cometen errores, todo se enmaraña, nos engañan, nos confunden. La ceguera para ver los problemas es una forma de oscuridad. En cuanto a esto no puede faltar un poco de humor, en un día muy caliente un ciego le dijo a otro: “ojala lloviera,” y el otro le contesto: “yo también”.
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