La patria que todos extrañamos, por Pedro Luis Flores
Twitter: @pedroluisflores
Por esta calle en donde esta Navidad todo es silencio y vacío, años atrás vivían y se paseaban algunos de mis más profundos afectos, dejando debajo de sus pasos marcas profundas para que se enterraran allí muchas de las raíces sobre las cuales maduré mi carácter de hombre y edifiqué mis sentidos de pertenencia.
Hoy yo estoy aquí y esos afectos no están. Caminar por aquí se siente por momentos como hacerlo entre las ruinas de emociones que no podrán reeditarse. Es como sentir que fuiste pero que ya no eres. Es entender que todo pasa mas rápido de lo que imaginamos.
A la algarabía ruidosa de cohetones y otros coloridos fuegos artificiales de la Noche Buena, la desplazaron la austeridad que impuso vivir en una de las inflaciones más altas del mundo y la ausencia de niños y adolescentes forzados a continuar creciendo en otros países. El estruendoso ruido de triquitraques —símbolos de una vigorosa clase media hoy destrozada— ha sido sustituido por un silencio casi monástico. Tampoco hay música a volumen alto.
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Ya nadie sale a abrazarse después de las 12 y nadie saldrá a abrazar a otros por el año que comienza. Es verdad que en 2020 hay una pandemia, pero ya en los últimos tres años tampoco hubo esos saludos después de las campanadas de la medianoche.
Esa euforia que invadía almas y nos convertía a todos en cariñosos vecinos que nos apretábamos en innumerables abrazos de madrugada ya no está.
Esa alegría fue devastada por el duelo que produce saber que el hogar está incompleto porque muchos tuvieron que migrar. No hubo mesas completas esta noche y no las habrá el 31: o por la comida, o por la bebida, o por los miembros de la familia que tuvieron que irse a otros países a ganar el sustento que aquí ya era imposible producir.
Es duro estar acá, ver cómo todo cambió, sentir cómo cada ausencia produce un duelo y caminar por la misma calle sintiéndola tan extraña, tan otra. Sé que quienes migraron sienten un dolor profundo extrañando su patria. Quienes nos quedamos aquí también sentimos ese dolor. Todos extrañamos nuestra patria.
Pedro Luis Flores es periodista.
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