La pequeña gran batalla que aseguró el triunfo en Carabobo, por Rafael A. Sanabria M.
Mail: [email protected]
Se aseguró, con una espléndida victoria, el nacimiento de la república
Simón Bolívar
Hace 202 años ocurrió una genial acción militar, planificada para ser mínima en sus dimensiones materiales pero de importantes consecuencia, mucho más allá de las fuerzas que se enfrentaban. Además de los resultados militares y consecuencias políticas, ésta es paradigma de estrategia, como la vemos en el judoka que vence al contrario usando la propia fuerza de éste, o del ajedrecista que vence al hacer aparentes concesiones. Incluso en el área de las elecciones y votaciones, tema tan actual, este tipo de victorias pueden ser inspiradoras.
La batalla del 20 de mayo de 1821 tuvo alta importancia para asegurar un mes después, el triunfo en el Campo de Carabobo. La lid librada en tierras consejeñas, fue una efectiva estrategia planificada por Simón Bolívar y ejecutada por José Francisco Bermúdez, ofensiva en la que una pequeña batalla se convirtió en gran batalla, decisiva para Venezuela. Sus resultados hizo que Simón Bolívar oficializara al vicepresidente Carlos Soublette diciéndole: «Señor (…) ayer se aseguró con una espléndida victoria, el nacimiento (…) de la República».
El Mariscal Miguel de la Torre, jefe del ejército realista en Carabobo, escribió: «Anoche llegué a Valencia y cuando descansaba en la esperanza (…) recibo de madrugada la noticia de que han sido batidos en El Consejo los restos del Castilla y del Valencia, que tenía Correa. Este hombre desatinado (…) aventura sin tiempo ni razón una batalla que aun cuando sus resultados no hubiesen sidos desfavorables, merecería castigo y la indignación de todo hombre reflexivo».
El estudio de este hecho histórico, debe ser contenido de historia local en las aulas. Es necesario comprender como, con inteligencia, se derrotó a un enemigo mayor y mejor equipado, para que sirva de ejemplo y motivación. ¿Cómo fue el plan, la estrategia como dicen los entendidos? La idea fue vencer al principal núcleo realista asentado en Carabobo con una gran concentración patriota sobre él, pero para asegurar esto era necesario que los realistas estuviesen dispersos.
La gran concentración patriota se planificó hacerla en las cercanías de San Carlos. Siguiendo la estrategia trazada de que Páez llegaría con las tropas llaneras y Urdaneta vendría con el ejército de occidente. A su vez habría dos distracciones para evitar la concentración del ejército español, una sería ejecutada por Bermúdez, quien a principios de junio avanzaría sobre Caracas. La otra diversión la ejecutaría Cruz Carrillo hacia el occidente.
A Bermúdez se le encomendó entretener al ejército realista que ocupaba Caracas a fin de que esas tropas no se uniesen a las acampadas en Carabobo. Salió desde Cumaná, haciendo pequeños enfrentamientos por Barlovento hasta Caracas donde triunfó. Correa salió luego hacia Carabobo por lo que Bermúdez lo persiguió y le dio batalla el 20 de mayo en El Consejo. Siguió acosando a Correa en La Victoria porque éste persistía en llegar a Valencia, así que dio vuelta y se dirigió a Caracas en persecución de Bermúdez, con una segunda batalla en EL Consejo cuatro días después y un posterior enfrentamiento en Antímano.
*Lea también: Ha muerto un «caballero de la política», por Héctor Pérez Marcano
El posterior balance de la diversión de Bermúdez apunta que impidió a La Torre concentrar su ejército en Carabobo y permitió la reunión de los patriotas en San Carlos, alejó del Apure a Morales para que Páez pasara sin obstáculos y contuvo en los valles de Aragua y Caracas a una fracción importante del ejército español. Aun así dos fallas se le señalaron a Bermúdez: primero, el no haber establecido comunicación con el cuartel general. Y segundo el haberse comprometido en combates con fuerzas superiores, contraviniendo expresas órdenes del Libertador. Respecto a esta última alegó que él “nunca había contado a los enemigos”.
Algunos detalles del enfrentamiento es que era un día domingo, se inició a las 2 de la tarde y se mantuvo por 4 horas. El sitio exacto fue el llamado Las Cocuizas, de El Consejo, una población que había sido fundada solo 44 años antes.
Hubo 11 muertos del enemigo y dos patriotas: Juan Martínez y Juan Torrealba, de los Bravos de Apure, ambos héroes de las Queseras del Medio, quienes al mando de Páez habían realizado la hazaña de Vuelvan Caras. Se tomaron 58 soldados realistas prisioneros y 4 oficiales.
Las fuerzas de Bermúdez tomaron 130 fusiles, 12 cajas de guerra, 2 pitos, una corneta, un botiquín, los equipajes, caballos y el pabellón del Regimiento de Hostalrich, el invicto regimiento del rey.
En la batalla de El Consejo no hubo gran número de muertos pero representó un hecho bélico de importancia por los beneficios que aportó a la causa patriota, gran contribución al logro de la independencia de Venezuela.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo