La primera exclusión: no contar con buenos datos, por Marino J. González R.
Twitter: @marinojgonzalez
La pandemia de covid-19 ha destacado con mucha relevancia que el primer paso para tener éxito en las políticas de control es contar con buenos datos. Esto es, datos que tengan al menos dos condiciones: reflejar adecuadamente la realidad y que se publiquen con regularidad, prácticamente en tiempo real.
No contar con buenos datos significa que las decisiones públicas están afectadas por un alto grado de incertidumbre. Y también implica que la información que se utiliza para analizar el desempeño de los países, no tiene el mínimo de rigurosidad requerida.
También la pandemia ha generado mecanismos que permiten evidenciar los países que no tienen la información requerida. En el último año, universidades de ámbito internacional han puesto en ejecución sitios web que ofrecen datos sobre distintos aspectos de la pandemia. Vale suponer que, para facilitar la comparabilidad, estas universidades han debido establecer criterios para la aceptación de la información proveniente de los países. En consecuencia, se puede asumir que aquellos países que tienen información en estos sitios web han logrado satisfacer tales criterios. Para el siguiente análisis se toma en consideración la información disponible sobre la pandemia en el sitio web Our World in Data, perteneciente a la Universidad de Oxford.
El punto inicial de referencia es la información disponible sobre pruebas diagnósticas de covid-19. La premisa es que solo es posible controlar adecuadamente la pandemia si se cuenta con el número de pruebas diagnósticas realizadas y que estas pruebas deben ser en un número suficiente para diagnosticar precozmente la mayor cantidad de casos, y, por ende, evitar la mayor cantidad de muertes.
En América Latina, cuatro países no tienen datos disponibles sobre realización de pruebas diagnósticas de covid-19 en Our World in Data (en ningún momento de la pandemia). Estos países son Haití, Honduras, Nicaragua, y Venezuela.
Es por ello que el nivel de incertidumbre en estos países sobre el progreso de la pandemia es el más alto de la región. Cuatro países más (Brasil, Costa Rica, Perú, y El Salvador) no tienen datos actualizados sobre el número de pruebas diagnósticas. Esto nos deja 12 países con datos actualizados.
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Para establecer un criterio del número mínimo de pruebas diagnósticas de covid-19 que se deben realizar, una alternativa es analizar la experiencia comparada de aquellos países más exitosos en el control de la pandemia. Si tomamos como referencia Corea del Sur, se observa que el número de pruebas más reciente es 0,75 por cada 1.000 personas. Entonces, un número mínimo equivalente aproximadamente a la mitad de pruebas de Corea del Sur (0,3 por 1000 personas), podría ser un criterio adecuado. Si es así, dos países de América Latina estarían por debajo de ese criterio (Ecuador y México). Es decir, que solo en la mitad de los países existe un nivel adecuado de esta información para conocer la evolución de la pandemia.
Esto puede explicar que, al día de hoy, 12 países de la región tienen más de 100 nuevos casos diarios de covid-19 por millón de habitantes.
En África, de un total de 54 países, 31 no tienen disponible información sobre pruebas diagnósticas de covid-19 en ningún momento de la pandemia. De los 23 países con información, 19 la tienen actualizada. Sin embargo, solo cuatro países realizan pruebas diagnósticas por encima del criterio indicado (0,3 pruebas por 1000 personas). Estos países son: Ruanda, Suráfrica, Namibia y Zambia. De estos países, solo Ruanda se ha mantenido por debajo de 25 casos nuevos diarios por millón habitantes a lo largo de la pandemia. En Suráfrica, el máximo de casos nuevos diarios se alcanzó en las primeras semanas de este año (320 casos por millón de habitantes).
No contar con información sobre pruebas diagnósticas, junto con no realizarlas en los niveles requeridos, determina una gran brecha entre los países. Esto es: aquellos que cuentan con la información necesaria para controlar la pandemia, y aquellos que no la tienen. En América Latina solo la mitad de los países tienen esta información, mientras en África es solo el 7%. Dicho de otra forma, 60 países de América Latina y África, correspondiente casi un tercio de los países del mundo, no tienen los requerimientos de información básica para diseñar e implementar políticas de control de la pandemia. Las consecuencias, lamentablemente, se expresan en casos y muertes por covid-19, así como en la prolongación de la pandemia con todos sus efectos.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina.
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