La soledad de Puente Llaguno
La soledad de Puente Llaguno en la segunda «fecha patria» más importante para el chavismo indica que la procesión anda por dentro entre los partidarios del difunto «eterno»
Sebastían Boccanegra
El chavismo en su “historia patria” tiene dos fechas fundamentales: el 4 de febrero, cuando se dieron a conocer como un movimiento golpista; y el 13 de abril cuando derrotaron el golpe “malo” que les dieron a ellos. La primera de las efemérides la han pretendido convertir en fiesta nacional, pero por ahora no lo han logrado. La segunda durante los catorce años precedentes había sido motivo de celebración. Desde el 2002 hasta el 2016, pero ayer pasó muy por debajo de la mesa.
¿Qué pasa dentro del chavismo que no son capaces de celebrar, conmemorar o festejar, su triunfo del 2002? En la avenida Urdaneta apenas se reunieron 500 personas y ninguno de sus líderes fundamentales se asomó por esos predios. Ni Nicolás Maduro, ni el capitán Cabello, ni Aristóbulo o El Aissami se hicieron presentes en Puente Llaguno. La excusa no puede ser la lluvia, pues ellos dicen estar rodilla en tierra dispuestos a enfrentar al Imperio y un palo de agua no es nada comparado con el US Army. Tampoco las vacaciones que les dieron a todos los trabajadores de la administración pública puede explicar tanta soledad.
Nosotros estamos seguros que el chavismo cuenta, por lo menos, con cinco mil militantes patria o muerte en la gran Caracas. ¿Por qué no los movilizaron? ¿Hay diferencias internas tan grandes que ni para un mitin se pueden poner de acuerdo? ¿La ruptura que significa la posición de la fiscal ante las inconstitucionales decisiones del TSJ es más profunda de lo que parece? No tenemos la respuesta precisa para lo que está ocurriendo, pero algo está pasando.
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