La tragedia va por dentro, por Amilcar Rodríguez
Twitter: @visionvenezuela
Por dentro de la vida de los venezolanos circulan las penas, los sinsabores, la imagen de un país que marcha desunido y sin rumbo definido, es la inevitable —hasta ahora— tragedia que vivimos los venezolanos. Es una tragedia sin parangón en la vida republicana de nuestro país, pues, estas se multiplican causando desazones y llantos que dejan tras de sí, cicatrices en la vida de quienes aspiran una vida mejor.
Tragedias como las sucedidas en Güiria (estado Sucre), por ejemplo, donde centenas de venezolanos se han echado al mar en búsqueda de rumbos esperanzadores, han terminado en muertes y desapariciones, sembrando de luto a sus familiares y por ende a todos los venezolanos.
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La fatalidad continúa su ronda en Venezuela, cuando vemos con tristeza los cuadros de desnutrición de nuestros niños que los sentencia, si es que logran sobrevivir, a convertirse en eunucos, impotentes, que a la postre resultarán una carga para sus familiares y a la vez para el mismo Estado, porque debido a sus condiciones clínicas, abarrotarán nuestro desvencijado e incompetente sistema hospitalario que sufren las peores condiciones de salubridad, medicinas y sin personal suficiente que sea capaz de enfrentar con éxito nuestras calamidades sanitarias.
La desnutrición infantil —es bueno recalcarlo— la arrastran, incluso, desde el momento en que se gestaron dentro del vientre de sus madres.
La hecatombe del país no es cosa de juegos, es una consecuencia de malas praxis políticas y económicas, generadas desde el gobierno del presidente Nicolás Maduro, por un lado, y por el otro, de los desatinos de una oposición fragmentada, buscando cómo convencer a los venezolanos que ellos son la solución para Venezuela.
Más allá de ello, existimos otros venezolanos organizados en Unidad Visión Venezuela que creemos que la premisa fundamental, o base, para salir del atolladero en el que nos han entrampado es que todos tenemos que cambiar.
Ha sido y continuarán siendo dañinas para el país la anarquía, la demagogia y la corrupción en los partidos políticos y las demás organizaciones civiles, políticas y militares que hacen vida en el país.
A Venezuela hay que darle un vuelco, debemos reorientar la ruta hacia rumbos seguros de prosperidad; aún más, dichos objetivos no se lograrán si no existe sinceración y firme disposición de enfrentar unidos los problemas regionales y nacionales. Por supuesto, con soluciones en nuestras manos y, en Unidad Visión Venezuela contamos con una magnífica cantera de hombres y mujeres consustanciados con sus regiones y la cotidianidad que rige en Venezuela. Por ello, hemos venido haciendo planteamiento en todos los ámbitos, con propuestas serias y realizables, en aras de contribuir a las soluciones que aspira la mayoría de nuestro pueblo.
Es menester recordar que el maná petrolero solo ha servido para corromper y llevar a cabo malos gobiernos que han despilfarrado el erario público endeudándonos y fabricando pobreza, debilitando la moral de la mayoría de la población.
El país es presa de una perversión tal, que nuestras riquezas, los recursos humanos, su historia, sus pobladores, han sido anulados por los vicios.
Nos encontramos en un estancamiento peligroso y quienes no lo reconozcan, bien sea por ignorancia o por sectarismo, deberían admitir, por lo menos, que la ruta ha sido a paso de morrocoy, y solo nosotros, si así lo decidimos, podemos cambiarle el rostro a Venezuela y librarla de ese río destructivo que nos arrastra hacia la peor pobreza.
En la búsqueda de soluciones los medios de comunicación social son necesarios para la transformación del Estado, por la gran responsabilidad que tenemos los comunicadores para encauzar las nuevas ideas, motivar a romper las barreras que impiden los cambios necesarios que nos impulsen hacia adelante, y darles formas más accesibles que puedan ser asimilados en todos los estratos de nuestra sociedad.
En ese aspecto, necesario es recalcar que el país cuenta con ciudadanos que piensan y en eso accionan, dar todo de sí mismos, para sembrar una nueva forma de hacer política —como lo ha planteado nuestro secretario general nacional, diputado @OmarAvilaVzlalo— y así lograr ejercicios de gobierno, cuando se consigan, y en busca de ello marchamos, para sacar la cara por la consecución renovadora y de relevo, de lo cual nuestra dirigencia forma parte activa.
Venezuela es un Estado virgen, pero mancillado. Aquí hay de todo, pero falta de todo, solo debemos recuperarlo mediante la unidad, y así será posible el país que queremos y merecemos.
Nosotros trabajaremos hasta lograrlo. En nuestra organización política está prohibido rendirse.
Amilcar Rodríguez es Secretario General de Unidad Visión Venezuela-Sucre.
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