La única bendición que le interesa a Maduro es la de Padrino, por Xabier Coscojuela
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@xabiercosoco
Nicolás Maduro le respondió a los obispos, lo hizo con su estilo de guapo de barrio, de patán, insultando a los sacerdotes que lo único que hicieron fue exigir que los integrantes de la Fuerza Armada Nacional permitieran que la ayuda que llevaban llegara a las manos de las personas afectadas por las inundaciones en Mérida.
No fue casualidad que de los tres incidentes en que se vieron envueltos efectivos de la FAN en la última semana de agosto, Maduro solo se refiriera al de Mérida. Sobre lo ocurrido en un río fronterizo con Colombia y la golpiza que unos presuntos delincuentes le dieron a un militar en el estado Sucre no dijo ni una palabra.
Se refirió a lo de Mérida y lo hizo en ese “tono” porque le sirve para seguir fortaleciendo su apoyo dentro de la FAN, institución que se ha convertido en el verdadero soporte del gobierno de Maduro y corresponsable del desastre que se vive en el país. Maduro no tiene votos, pero tiene fusiles.
Por ello no dudó en utilizar el incidente y acusó a los sacerdotes de dirigir una campaña contra la FAN mediante redes sociales y grupos de Whatsapp, por solo exigir que les permitieran llevar la ayuda recolectada y pedir explicaciones de por qué no se les permitía llegar a Tovar, explicación que Maduro tampoco dio.
En tono de guapetón de barrio dijo “¿Ustedes han visto un viejo de esos con sotana atendiendo a las comunidades? Si no va a ayudar, no estorbe. Me indigna, los bicharracos con sotana echándole broma al pueblo. Por eso no los quieren, por eso el pueblo no va a la misa, porque son el diablo con sotana”.
En eso Maduro está bien equivocado, la Iglesia y sus integrantes tienen una alta valoración entre los venezolanos por su práctica diaria, por su solidaridad, por los múltiples programas que organizan y llevan adelante en pro de los más necesitados. La valoración de los sacerdotes es muy superior a la de los bicharracos uniformados de verde oliva.
Dentro de la Fuerza Armada Nacional parecen estar conformes con todo esto. Se prestan para cualquier atropello, lo que afecta su credibilidad, algo que parece no importarles. El rechazo hacia ellos entre los venezolanos cada día es mayor. Siguen actuando como un ejército de ocupación.