La Venezuela “achinada”, por Beltrán Vallejo
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Con bombos y platillos se le anuncia al país, mediante la coordinación de los aparatos de propaganda de China y Venezuela, y a través de la vocería de los dos dictadores, el reimpulso de ese maridaje entre chinos y venezolanos que por cierto tuvo su génesis adánica por allá en los años 70 del pasado siglo XX, que con Chávez se estableció con mayores potencialidades, y que con Maduro se prolonga hasta fronteras que debieran hacer reflexionar a la sociedad venezolana en términos geopolíticos, económicos, ambientales y de libertades.
Desde esta perspectiva, el liderazgo opositor que tenga nivel debiera decir algo al respecto sobre unas relaciones chino-venezolanas que debieran captar la preocupación, la reflexión, el análisis y la madurez del pueblo venezolano.
Regresa Maduro de Beijín, junto con Cilia, con una maleta repleta de decenas de acuerdos y convenios, y que según para «afianzar la cooperación económica y estratégica»; pero no se escucha nada o no se lee por ahí sobre ¿a qué llegaron con respecto a la deuda de Venezuela con China? Algunos expertos hablan de que la deuda asciende a unos 15.000 millones de dólares, y miren estas cifras para un país que continúa resbalando en el piso enjabonado de una crisis económica estructural, una nación que avanza dos pasos y retrocede cuatro en economía.
Me imagino que se reactiva el llamado Fondo Conjunto chino venezolano creado en el 2008 para financiar proyectos de infraestructura, de agricultura, de turismo, y para financiar proyectos industriales, de ciencia y de tecnología, de electricidad, entre otros. Pues bien ¿Cuál ha sido el balance de ese fulano fondo desde el 2008 para acá? ¿Dónde están las infraestructuras, dónde las industrias, dónde la agricultura, dónde la tecnología, dónde la generación eléctrica financiada por los chinos? ¿Para dónde fue a parar el financiamiento de los asiáticos?
Si los chinos, que hoy vuelven a financiar, no se han enterado, pues yo se los voy a decir, y dudo mucho de que no se enteren de algo que suceda en Venezuela; esos financiamientos se los llevó la corrupción; se los comió la cleptomanía de un sistema de gobierno que funciona como mafia, que más parece un sultanato con odaliscas y eunucos, donde aquí no avanza nada por tanto ladrón y pícaro desde Miraflores hasta la más pequeña alcaldía, y no es que los chinos sean unos santos o las carmelitas descalzas; ese también es un régimen de partidocracia corrupta y de burocratismo delincuencial. Eso sí, muy capitalistas ellos, hasta en extremos neoliberales.
Uno de los temas acordados que me llama la atención es que Maduro les ofreció a los chinos las zonas económicas especiales e hizo énfasis en ofertar la adscrita al estado Carabobo. De tal manera que se habla de un acuerdo de cooperación para la modernización de dichas zonas con el impulso del modelo chino.
Es importante considerar que en el mundo hay varios modelos de zonas económicas, pero la determinación del régimen es adoptar el modelo chino. Eso conlleva a una evaluación de los componentes de ese modelo en materia de desarrollismo. Las zonas económicas especiales de Venezuela seguirán un canon chino.
El otro aspecto prioritario que ha englobado, que sigue englobando estas relaciones por lo que se ve en los nuevos convenios de cooperación entre ambos países, es que se profundiza el modelo extractivista con toda su secuela de monopolización económica y en lo que concierne a la arremetida medioambiental, porque una de las cosas que más se habla en esos acuerdos es de minería y de recursos en el subsuelo venezolano. Se continúa en la línea de rentismo/extractivismo que es propio de este imperialismo de los mandarines del partido comunista chino en su práctica mundial, y como se ve en la dependencia rentista y extractivista de varios países africanos.
Cabe destacar, y en esta opinión me salgo del formato hasta de sectores del mundo opositor venezolano, estos convenios vienen a profundizar el patrón neoliberal que ha venido avanzado en el modelo madurista. Es el neoliberalismo puro y simple de explotación aguda de los recursos materiales y humanos de la sociedad venezolana. ¡Ojo! El modelo capitalista neoliberal chino suena bonito para algunos dirigentes opositores
Ahora, Maduro debe de tener cuidado con el acuerdo en materia aeroespacial donde se plantea llevar al primer venezolano a la luna.
Con los problemas para cruzar el Darién, las crisis en los países suramericanos y las dificultades para entrar a EEUU y a Europa, no se vaya convertir eso en un imaginario de oportunidad de muchos venezolanos para salir de este país. Cuidado Maduro.
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