La viga en el ojo de Néstor Reverol
En el aeropuerto de donde han salido aviones cargados de cocaína, como aquel emblemático vuelo de Air France o el más reciente de Aeroméxico. Es en fronteras por donde cruzan paquetes de sustancias en todo tipo de vehículo, amén de productos regulados o no hacia Colombia y Brasil
«Acusar de contrabandistas y periqueros a nuestros efectivos militares es un acto de cobardía extrema», dijo el Comandante general de la Guardia Nacional (GN), Néstor Luis Reverol, el martes pasado. Cierto es que no se puede acusar a todos los efectivos de la GN de ser contrabandistas o narcotraficantes (curioso que el General habló de periqueros -que consumen- y no de narcos -que mueven droga-), pero es evidente que esa institución está infiltrada, hasta cierto nivel que habría que determinar, por el delito. Es la Guardia Nacional la que controla puertos, aeropuertos y fronteras. Es en los puertos donde se han embarcado alijos de estupefacientes hacia otros países.
En el aeropuerto de donde han salido aviones cargados de cocaína, como aquel emblemático vuelo de Air France o el más reciente de Aeroméxico. Es en fronteras por donde cruzan paquetes de sustancias en todo tipo de vehículo, amén de productos regulados o no hacia Colombia y Brasil. ¿Quién «mancilla el honor» de la GN? Su propio actuar, por una parte, y, por la otra, la falta de respuesta por parte de su alto mando.
¿Cuándo veremos a Reverol hablar de limpieza en sus propias filas? Le podemos recordar más casos recientes, por ejemplo: los tres sargentos implicados en el decomiso de droga en República Dominicana en marzo pasado, o los 14 detenidos de ese cuerpo castrense por venta ilegal de plantas eléctricas robadas, en el mismo mes. No hay que ir muy lejos. Claro que siempre dirán que son «casos aislados», pero cuando se hacen tan seguidos en algún momento hay que asumir que se trata de prácticas recurrentes, de costumbres, de la normalidad puertas adentro. Y ni hablemos de represión y agresiones a los ciudadanos o a los periodistas por parte de los comandados por quien asume posturas políticas descaradas, no solo calificando como «chavista» a la institución sino a Ramos Allup -a quien le debe obediencia y respeto como cabeza de un poder público- como parte de un «lodazal».
Recordemos que, según el diario The New York Times, el propio Néstor Reverol sería sospechoso de tener vínculos con el narcotráfico por los cuales, según la acusación, avisaba sobre redadas y pudo «detener o dificultar» investigaciones por tráfico de drogas. El comandante de la GN fue nombrado como tal en octubre de 2014 por Nicolás Maduro. Antes fue Ministro de Interior y exjefe de la agencia venezolana contra el narcotráfico durante el mandato de Hugo Chávez.
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