Las aeronaves de la corrupción, por Lidis Méndez
Twitter: @lidismendez369
El análisis del transporte aéreo en Venezuela es una radiografía de la situación del país. En este artículo dejaré a la intuición del lector sus propias conclusiones. La industria aeronáutica ha experimentado un importante cambio en la última década del siglo XXI, según los datos proporcionados por el Banco Mundial y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Según el Banco Mundial, el número de pasajeros de aerolíneas en Venezuela ha disminuido drásticamente desde 2013; año en el que se registró un número récord de pasajeros de 27,3 millones; mientras, en 2019 la cifra de pasajeros se redujo a 6,5 millones, lo que representa una disminución del 76%. Además, en 2020, a raíz del covid-19 tuvo un impacto aún mayor en la industria aérea, lo que llevó a una baja adicional del 67% en el número de pasajeros de aerolíneas en comparación con 2019. A pesar de la reactivación de unas pocas rutas después de la pandemia, la situación no ha tenido mayores variaciones en lo que va de 2023.
Por otro lado, los datos de la OACI muestran que la flota de aeronaves en Venezuela ha experimentado un aumento constante en los últimos años: en 2010 había 159 aeronaves en Venezuela, mientras en 2019, había 219 aeronaves, lo que representa un aumento del 38% del parque aeronáutico. Además, la edad promedio de la flota ha disminuido de 23,6 años en 2010 a 17,7 años en 2019, lo que sugiere una mayor inversión en aeronaves más nuevas y modernas.
En cuanto a la infraestructura aeroportuaria, los datos del Banco Mundial indican que la cantidad de aeropuertos en Venezuela ha disminuido ligeramente en la última década del siglo XXI, de 204 en 2010 a 198 en 2019. Sin embargo, la longitud total de las pistas de aterrizaje en Venezuela ha aumentado de 4.432 metros en 2010 a 4.805 metros en 2019, lo que sugiere una inversión en mejorar la capacidad de los aeropuertos existentes.
Desafortunadamente, no se dispone de información detallada y actualizada sobre la compra de aviones y avionetas en Venezuela durante la última década del siglo XXI, pero lo que sí se sabe al respecto es que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en 2020 confiscó 42 aeronaves propiedad de Conviasa que cubrían rutas hacia Corea del Norte, Cuba e Irán, alegando que se usaban para trasladar frecuentemente a «funcionarios» del régimen a estos países.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de estas aeronaves pertenecen a compañías aéreas comerciales y no necesariamente a particulares o empresas privadas. Sin embargo, estas confiscaciones dejan en evidencia el uso de los recursos del Estado para uso particular.
También es importante mencionar que las sanciones internacionales contra el gobierno venezolano han afectado la capacidad del país para importar bienes y tecnologías, lo que podría incluir aviones y avionetas; pero a pesar de ello la compra de aeronaves ha aumentado significativamente.
Mencioné al principio que el análisis del transporte aéreo en Venezuela es una radiografía de la situación del país, en cuanto muestra la desigualdad que somos forzados a tolerar: mientras el Estado invierte en ampliación de pistas de aterrizaje para los pocos privilegiados que pueden hacer uso de las unidades aeronáuticas, las pistas terrestres (por lo menos las del occidente del país), se encuentran en un estado deplorable.
Si a usted se le presenta una emergencia y debe salir desde el occidente del país hacia la capital de la república, necesita tres milagros: uno, para salir de su localidad, porque debe esquivar baches inmensos, derrumbes, bloqueos en túneles, caídas de puentes o cualquier otra eventualidad. Dos, conseguir un boleto aéreo; así que, probablemente por avión no viajará y, como a la gran mayoría de las personas, le tocará iniciar un viacrucis por vía terrestre para llegar a su destino. Tres, quizás usted se atreva a pedir un aventón a los «prósperos propietarios» de su ciudad, o a algún vecino dinosáuricamente enchufado, de esos que estacionan flotillas de avionetas en los nuevos y exclusivos hangares del aeropuerto bien pavimentado (y posiblemente ampliado) de su ciudad.
Lidis Méndez es politóloga. Secretaria de Organización en Unidad Visión Venezuela.
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