¿Las agresiones físicas sobre Guaidó son un preaviso?, por Beltrán Vallejo
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En principio nuestra más firme condena a esas acciones fascistas de ese pandillaje llamado PSUV y que se centraron en la agresión física sobre Juan Guaidó. Todo demócrata debe expresar su más firme repudio de esos actos de barbarie sobre un actor político, sea cual sea su filiación. Esos hechos son propios de las «camisas pardas de Mussolini» o de las juventudes hitlerianas. Esos hechos evidencian más el talante antidemocrático y perruno de Maduro, de Diosdado y demás faramallas.
Ahora bien, ¿esto es lo que viene para los próximos años, y sobre todo para el 2024, año supuesto de una elección presidencial, tal como dice la Constitución, pero que con estos carajos en el poder pudieran ser para antes, para dentro de una década o para nunca? Me perdonan los optimistas, pero eso es lo que viene: violencia política con todos los bemoles que caracterizan las coyunturas pseudo-electorales de regímenes como el de Nicaragua y Rusia.
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Yo no sé si llegaremos a los extremos colombianos de los años 80 y 90 donde en aquel país ser candidato a algo representó para muchos dirigentes políticos el inicio de su exterminio, y de eso no se salvaron candidatos presidenciales que fueron ametrallados o candidatos a gobernadores que fueron explosionados o candidatos a alcaldes o a parlamentarios que fueron fusilados y secuestrados, sobre todo los del campo de la izquierda; pero yo, a estas alturas de la larga lucha contra la tiranía, no lo descartaría del todo, ya que aquí esos carajos son inmunes a sanciones o a negociaciones y no dejarán de comportarse como lo que son, unos fascistas.
Para muestra: la declaración simiesca de Diosdado Cabello, justificando los silletazos y puñetazos, disparos y destrozos generados por la turba bastarda que atacó a Guaidó y a su equipo en sus giras del Zulia y de Cojedes, lo que dibuja su condición de delincuente. ¿A este bellaco no le cae la fulana «ley contra el odio»? No, esa ley se la imponen a cualquier infeliz que drene su arrechera contra Maduro en un Twitter; no se la imponen a este aplaudidor de un intento de homicidio.
¿Qué dice Venezolana de Televisión? La respuesta es el silencio de una momia carcomida por cucarachas.
¿Qué dice Globovisión sobre los hechos contra Guaidó? Pues el canal de Gorrín, a quien la administración de Justicia de EEUU ya comenzó a rematar los bienes incautados de este sujeto en aquel país donde ya tiene un calabozo abierto esperándolo, le dio el tratamiento casi que de acción justa y merecida, y la relativizó hasta más no poder.
Pero también dieron pena los mensajes tóxicos elevados por algunos personajes, y que del mundo opositor, casi que felicitando a los agresores. En lo personal, el fracaso que para mí significa el legado político de Juan Guaidó no me puede convertir en un irresponsable que aplaude salvajadas de primitivismo político.
Ahora bien, ante el escenario que yo vislumbro para un futuro cercano, vinculado a los acontecimientos políticos que se avecinan, se tiene que generar un proceso de mentalización y de asumir con responsabilidad el trabajo político. Las amenazas no se ciernen nada más sobre el posible candidato presidencial opositor; las amenazas se asoman sobre todo quehacer político demócrata que pretenda para esos días desarrollar planes políticos, interactuar con la ciudadanía y patear calle. Todo acto político opositor será peligroso; será peligroso organizar, será peligrosa la campaña, serán peligrosas las asambleas y reuniones; será peligroso ser demócrata y luchar por la democracia.
¡Hay que prepararse desde ya para asumir el reto fascista!
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