En el chavismo aumentan las voces “enemigas” del control cambiario
Las últimas declaraciones del constituyente Jesús Faría sobre plantear un esquema monetario sin restricción en la adquisición de divisas por parte del Estado, ha sido el abanderado de las críticas por parte de funcionarios y ex integrantes del oficialismo sobre uno de los principales causantes de la crisis económica en el país
En las últimas semanas el tema del control cambiario ha sido blanco de críticas y no precisamente por parte de los opositores al sistema económico que heredó Nicolás Maduro de su predecesor y mentor Hugo Chávez.
El constituyente Jesús Faría, uno de los funcionarios más reconocidos del chavismo en el área económica, anunció que a pesar de que el control de cambio “jugó un papel fundamental porque ‘logró’ incrementar y estabilizar la economía”, es un mecanismo que “ya no da resultados”.
Argumenta que este hermetismo por parte del gobierno nacional de controlar las divisas ya “no es viable” debido a que las reservas del país se agotaron y los ingresos petroleros ya no son los de antes. “Ya este mecanismo no es efectivo y el dólar negro se disparó”, dijo.
Esta no es la primera vez que el exministro de Comercio Exterior (2016-2017) expresa que es necesario que el gobierno se plantee una reestructuración del este sistema de restricción de divisas, que va rumbo a su cumpleaños número 15, con varios nombres diferentes. Ya en septiembre de 2017, Faria planteó en ir hacia un mercado libre con intervención del Banco Central de Venezuela (BCV).
Las declaraciones del constituyente son de las pocas dentro de las filas del chavismo que aseguran que uno de los principales problemas que disparan el precio del dólar en el llamado mercado negro es la imposición del control de cambio, y no de los ataques de la llamada guerra económica o de la página web Dólar today.
Sin embargo, varios funcionarios profundamente ligados al chavismo han dado declaraciones donde plantean que el control cambiario “merece algunos cambios”.
El más reciente fue el del exministro de Finanzas durante la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez, Rodrigo Cabezas, donde aseguró que el prolongado control de cambio “destruyó la estructura de formación de costos en la economía”, una de las principales causas de la crisis del país, sumergido en una hiperinflación que en lo que va de año supera el 4.684%
“La existencia de diferentes precios para el dólar destruyó la formación de los costos en la agricultura, el comercio y la industria. Fue errático el manejo de la política cambiaria porque esta es una economía altamente importadora”, dijo el exfuncionario de gobierno en una entrevista reciente a un canal de televisión; tesis que ha mantenido en sus artículos de opinión.
A estas “críticas constructivas” de erradicar la restricción en la adquisición de divisas se suman las que desde finales del año pasado ha hecho el expresidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez.
En un artículo publicado en noviembre de 2017 en el portal Aporrea.0rg, el ahora perseguido por el gobierno de Maduro señala haber dicho al fallecido Hugo Chávez que “el tema cambiario afectaba porque el costo del diferencial lo asumía Pdvsa (…) ya que afectaba el flujo de caja y generaba deuda con los proveedores”.
De una manera más moderada, pero crítica al fin, altos funcionarios del gobierno de Maduro han asomado en varias oportunidades la necesidad de revisar el método de adquisición de divisas para manejar la economía.
Entre los más conocidos está el ministro de Educación, Elías Jaua, cuando en 2017 aseguró que el sistema de control de cambio en Venezuela “fue perforado y vulnerado” y que en la práctica ya “no existe”.
Sin embargo, ante estas observaciones o llamados de atención por parte de ciertas alas del oficialismo, el chavismo radical y un vulnerado BCV no muestran indicios de levantar un sistema cambiario, a todas luces uno de los factores causantes del estancamiento económico que vive Venezuela.
Por el contrario, la designación de las nuevas autoridades del BCV -en cuyos currículos no figura la formación en finanzas públicas o política monetaria- deja claro que la apuesta es mantener el status quo, quizás por aquello que en julio de 2015 señalaba el dirigente Aristóbulo Istúriz; «sin control de cambio, nos tumban».