Las arepas del Sebin
La madrugada del sábado 10 de febrero, el Sebin tomó una arepera en Chacao y la obligó a funcionar solo para ellos. Hay dos hipótesis del por qué
Era viernes 9 de febrero, ya bordeando la madrugada del sábado, cuando a una conocida arepera del municipio Chacao, conocida por su decoración de «vaquitas», llegó una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Una patrulla negra mate, marca Chery, iluminó con su coctelera el arribo de los uniformados que, armas largas en mano, ingresaron al local.
Nadie chistó. La orden fue cerrar. La santamaría bajó a la mitad y se despachó a los clientes que osaban asomarse por el local para saciar algún antojo nocturno o para rellenar el monchis de quienes aún salen a rumbear. Nada.
Las arepas fueron tomadas por los «sebines». Y las versiones comenzaron a rodar. Una de ellas es pintoresca: los funcionarios andaban con ganas de bocado y pararon para meterse algunas «tostadas».
La otra es insólita, aunque nunca descabellada: un preso pesado del Helicoide logró que le hicieran el favorcito de llevarlo hasta el sitio para pedir de su favorita. Solo así se explica tanta escopeta calada.
Esperemos que, al menos, se hayan ido pagando completo la cuenta.
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