Las mujeres constituyen 6% del total de las personas presas en el país
La principal causa de ingresos de las mujeres a prisión se debe al tráfico o venta de drogas ilícitas. En segundo lugar está la extorsión. La alta frecuencia de la violencia de pareja en los casos de las mujeres reclusas y la vinculación de su pareja con los delitos de los cuales se les acusa
La ONG una Ventana a la Libertad presentó el estudio “Situación de las mujeres privadas de libertad en Venezuela”, según el cual las mujeres constituyen 6% del total de las personas presas en el país, con el agravante de un completo abandono una vez que ingresan a algún centro de reclusión.
El estudio que abarca todo el año 2018, señala que en las entrevistas realizadas a las mujeres detenidas la queja más frecuente y dolorosa era la visita. “Un hombre cae preso y las mujeres los visitamos. La mujer cae presa y la familia se olvida de ella”. Aquí vemos el sesgo de género que la cultura nos ha impuesto, ellas los visitan y cuidan si ellos están presos pero, a ellas nadie las cuida y menos las visitan.
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Asimsimo, no hay cumplimiento al debido proceso. De acuerdo con el estudio, este es obviado en la práctica diaria. Las normas se incumplen, las leyes y reglamentos en casi todas las prácticas oficiales, comenzando por el incumplimiento de la Constitución. De acuerdo a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan el tema de las prisiones reclusos, las mujeres constituyen 6% del total de las personas presas en el país.
Discriminación y abusos
Del mismo modo, Una Ventana a la Libertad recordó que en Venezuela el derecho a la sexualidad de los presos es solo un privilegio masculino. Una afirmación de una joven de 24 años recluida en el centro de detención preventiva de la Policía del municipio Zamora del estado Miranda madre de dos hijas afirma que “no tienen visita conyugal. Las presas dicen que ellas mismas tienen que ‘resolver’. Se masturban y algunas tienen sexo entre ellas mismas”.
En Venezuela no se permiten las visitas conyugales a las mujeres. Sin embargo, las reclusas y expresas de la cárcel de La Pica que fueron entrevistadas para el estudio dijeron que en este anexo, la sexualidad no es un problema; a ellas solo las separa de la cárcel de los hombres una reja, que ha sido violentada muchas veces y que ha sido causa de embarazos cuando las mujeres van a reunirse con sus compañeros en la prisión masculina.
«Registramos intercambio de comida y seguridad a cambio de favores sexuales, ¿cómo llamaríamos este tipo de relaciones sexuales? ¿Estrategia de sobrevivencia? ¿Abuso de poder? Violencia de género pues solo por el poder de él, ella podía tener seguridad dentro de la prisión, lo cual es deber del Estado proveerla sin nada a cambio», señala el informe.
Una exreclusa del anexo femenino de Tocorón entrevistada, habla de la más absurda discriminación de género dentro de la prisión. Asegura que las áreas de disfrute como la piscina y los parques son disfrutados solo por los detenidos varones.
Las torturas vividas en la prisión y la violencia de parte de las otras mujeres tuvieron consecuencias de largo plazo, que aún hoy la acompañan. «Quienes la conocen desde hace años creen que sufrió trauma psicológico en el tiempo de la detención».
Señala el estudio que los centros de detención de mujeres son básicamente anexos a las principales prisiones masculinas como es el caso del Centro Penitenciario de Oriente “La Pica”, La Penitenciaria General de Venezuela en Guárico, el Centro Penitenciario de Occidente en el Táchira, el Centro Penitenciario de la Región Occidental “Uribana” en Lara, el Centro Penitenciario de Aragua “Tocorón”, entre otros.
Lea el informe completo en la página de Provea