Las municipales son una oportunidad democrática, por Félix B. Sucre
Los vecinos de cada municipio del país que hagan demostración de disconformidad y rebeldía, sin hacerle caso a las aves agoreras que le cantan al oído sobre las condiciones electorales, como si en el pasado no se conocieron aquello de “actas mata votos”
En Venezuela los demócratas tienen una cita electoral el 9 de diciembre, de acuerdo a la convocatoria realizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), cuando nuevamente hay que concurrir a las urnas y sufragar por los candidatos de la preferencia en los 335 municipios de la geografía nacional. ¿Será que nuevamente saldrán los voceros radicales de la oposición a sostener que no hay condiciones para la participación? Todo es posible.
La paradoja en la democracia venezolana, lo que resulta increíble, es que los mismos que han sido gobernadores o diputados con el CNE chivetero, lo cual no hay motivo para ponerlo en dudas, es que con ese mismo organismo electoral la oposición ha ganado alcaldías y concejalías; gobernaciones y legisladores regionales y diputaciones a la Asamblea Nacional. ¿Se puede negar el resultado del 2015, cuando con la tarjeta de la MUD los electores sufragaron y salieron electos 112 diputados? La miopía es otra cosa.
Esa miopía, según muchos, no ha tenido nombre en Venezuela. O, por el contrario, masaje de egos que hicieron todo lo posible en debilitar a 112 diputados frente a 54 de la bancada roja, la que contó con total apoyo de Miraflores y de su bufete de abogados conocido como el TSJ, desde donde se saco del sombrero, cual mago revolucionario, el artificio del “desacato”, el cual sirvió para eliminarle tres diputados al estado Amazonas.
La verdad es que los indígenas poco o nada importa para el chaveterismo, salvo unos votos
Sin embargo, hasta el momento no ha sido posible que se convoquen nuevas elecciones y darles a los amazonenses el derecho a ir de nuevo a los centros electorales y tener el derecho a contar con vocería en el Parlamento. La verdad es que los indígenas poco o nada importa para el chaveterismo, salvo unos votos. ¿Es que no recuerdan que dos indígenas de Amazonas estuvieron presos casi dos años en la sede de la Disip o SEBIN, sin que se le pudiera demostrar alguna responsabilidad en un presunto hecho delictivo?
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Hasta en la MUD se olvidaron del caso. “Aquel que se olvida de su historia termina repitiéndola”, escribió el filosofo español Jorge Ruiz de Santiyana. Es el mismo caso de la dirigencia opositora venezolana: no ha aprendido la lección y por eso, obviamente, está ganada a seguir sin una clara hoja de ruta, sobre todo después que se enrumbó por el camino de la no participación electoral, hecho que se hizo evidente en las regionales, municipales y, finalmente, en las presidenciales del 29 de mayo, convocadas, como las anteriores, por la Asamblea Nacional Constituyente.
En esta oportunidad, cuando hay tiempo y también razón para no quedarse en casa, se puede enfatizar que “las municipales son una oportunidad democrática para que todos los sectores que conforman la oposición nacional llamen a convertir el voto, una vez más, en el instrumento para el cambio; para que los vecinos de cada municipio del país haga demostración de disconformidad y rebeldía, sin hacerle caso a las aves agoreras que le cantan al oído sobre las condiciones electorales, como si en el pasado no se conoció aquello de “actas mata votos”.
Periodista/CNP 8526