Organizaciones de migrantes en el exterior: mujeres, jóvenes y voluntarias
“Al parecer los venezolanos salimos de Venezuela y comenzamos a organizarnos rápidamente”, afirma Constanza Armas investigadora del Observatorio Venezolano de Migración de la UCAB y coautora junto con Anitza Freitez del informe Mapeo de asociaciones y organizaciones de migrantes venezolanos en América Latina
“En América Latina y el Caribe podemos decir que las organizaciones de migrantes venezolanos están registradas oficialmente (73%) y eso es un dato espectacular porque quiere decir que no solo nos agrupamos y hacemos organización sino que también buscamos formalizarlas y esto nos da una potencialidad increíble para buscar recursos y participar en espacios de visibilidad”, explica Contanza Armas en el espacio Conversaciones de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano que conducen Txomin Las Heras Leizaola y Alejandro Martínez Ubieda.
Las organizaciones venezolanas en el exterior están compuestas en su gran mayoría por personal voluntario y trabajan con población venezolana en general (48%), aunque en una importante proporción (38 por ciento) también integran en sus actividades a personas de otras nacionalidades, “algo muy particular que habla de la solidaridad”, según puntualiza la investigadora del Observatorio Venezolano de Migración.
Cómo se organizan las migraciones
“Los venezolanos nos organizamos mayoritariamente a nivel internacional, nacional y estadal (departamental en el caso de Colombia). Uno de los hallazgos de la investigación es que nuestra posibilidad de acción es mucho mayor que lo local y esto es algo particular de la migración venezolana, muy distinto de cómo se organizan otras migraciones”, refiere Armas.
Las asociaciones venezolanas en el exterior están constituidas en promedio por jóvenes entre 29 y 40 años, con estatus de residencia permanente en los países y altísimo perfil educativo, la mayoría con nivel universitario (80 por ciento) y hasta postgrados.
“Generalmente estas organizaciones las lideran personas que están un poco más integradas en los países de acogida. Cuando uno está llegando a un país y está viendo cómo hace para sobrevivir le cuesta un poco más invertir tiempo en espacios de organización. No quiere decir que no se haga, pues la investigación nos está diciendo que la gente llega y que casi deja las maletas y se organiza. Pero es esperado que las personas alcancen un mayor nivel de integración que les permita, por ejemplo, ser una figura pública y no tener miedo que las deporten u obtener ciertos recursos que les ayuden a tener cierta estabilidad para poder ofrecer un mejor acompañamiento a sus paisanos”, dice Armas.
Mujeres al poder
Otro dato interesante de la investigación es que la mayoría de las organizaciones venezolanas está integrada por mujeres, aunque los liderazgos están repartidos al 50 por ciento entre varones y mujeres. “Las mujeres son las que están en la base de todas las organizaciones sociales tanto en Venezuela como en el exterior. Las mujeres están más dispuestas a hacer trabajo gratuito y además están más dispuestas a conformar lazos comunitarios y eso ha sido así históricamente. Tenemos mucha experiencia en eso, sobre todo en sectores populares venezolanos”, dice Armas.
Otro dato de la investigación tiene que ver con el acceso al trabajo, pues aunque los venezolanos organizados en el extranjero tienen un perfil profesional altísimo, tienen más o menos las mismas barreras que tiene cualquiera para trabajar en los países de acogida de América Latina. Sólo el 40 por ciento tiene un empleo formal, mientras que un 9 por ciento está en la informalidad y un 16 por ciento está desempleado.
Armas refiere que es latísimo el porcentaje de integración de estas organizaciones con otras asociaciones de venezolanos, así como con oenegés, multilaterales, iglesias y gobiernos.
Cómo ayudar
“La mayoría de las organizaciones se dedica a hacer labores que tienen que ver con mantener la vida fuera del país, es decir, apoyo de alimentación, información sobre datos migratorios, visibilización y sensibilización sobre la situación que están viviendo los migrantes venezolanos. Y eso es esperado. La gente está viendo cómo hace para ayudar al paisano que está en la misma tierra en que ellos también están. Ahora, llama muchísimo la atención que en las actividades que desarrollan no figuran de primero cosas específicas que tengan que ver con las mujeres, quienes son la mayoría. Es decir, temas de violencia de género, de trata de personas, de salud sexual y reproductiva, temas que son específicamente de mujeres y que están entre los últimos puestos. Los de las mujeres parecen estar invisibilizados.”, concluye la investigadora del Observatorio Venezolano de Migración.