Las pinturas en “Más allá de los sueños”, por Valentina Rodríguez

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Hace unos días recordé la película Más allá de los sueños (1998), de Vincent Ward, comentaba que a través de esta conocí varios cuadros que son parte de la historia del arte occidental, y que algunos llegué a verlos luego en viajes a Francia, España y Francia.
Después de publicar la nota en la que hacía referencia a la cinta de Ward, me quedé pensando en las pinturas que expone y recrea en esta historia, basada en el libro de Richard Matheson, titulado What Dreams May Come (también título original del largometraje).
What Dreams May Come presenta la historia de un matrimonio que pierde trágicamente a sus hijos y luego muere el padre en otro accidente, quedando sola la madre, quien luego se suicida. En esa transición entre la vida y la muerte y los distintos estados mentales de los personajes principales, aparecen una serie de pinturas. Hay escenas que se desarrollan dentro de un cuadro, otras inspiradas en obras importantes; así como escenas en las que aparecen lienzos famosos. El arte, y la pintura en concreto, son imprescindibles para entender la historia y parte de la estética de la película.
La primera vez que vi Más allá de los sueños fue justamente para ubicar las obras que están en esta propuesta cinematográfica. Mi profesora de Estética del pregrado nos puso como asignación enumerar cuántas pinturas lográbamos hallar en el largometraje. Recuerdo que las que aparecen literalmente como cuadros: Dos hombres contemplando la luna (1819) y Caminante sobre mar de nubes (1818), de Friedrich; El jardín de las delicias, de El Bosco; y El último mohicano (1827), de Thomas Cole; fueron de los primeros que ubiqué.
Luego cuando comienzan las escenas del cielo, del paraíso y del infierno llegó la complejidad del asunto. En el paraíso están Van Gogh y Monet. En ese momento sin lograr identificar pinturas en específico, vi que el paraíso era impresionista y postimpresionista. En el infierno no di con ninguna -esas las he visto después. La única que me pareció reconocer fue La caída de los condenados, de Rubens. Las obras en el descenso a la oscuridad las conocí en clases, luego del ejercicio.
En la búsqueda reciente di con la tesis Estudio analítico de los elementos literarios y pictóricos en el film «Más allá de los sueños”»de Vincent Ward, donde descubrí que algunas pinturas fueron hechas especialmente para cinta, por el artista Stephen Hannock, quien también se encargó de la selección de piezas para el largometraje.
El naufragio, de Turner; Mar de hielo, de Friedrich; y el Nacimiento de Venus, de Botticelli también están en la historia.
«Más allá de los sueños» no es la única película que ha incorporado obras de arte en su escenografía, estética y narrativa, ejemplos hay muchos: Dunkerque, Los sueños de Akira, El show de Truman o Melancolía; pero sin duda la propuesta de Ward y Matheson es una joya y uno de los menores ejemplos de cómo sacar de los museos, iglesias y edificaciones gubernamentales piezas que forman parte de la cultura occidental e incorporarlos a las imágenes y cultura visual de nuevas generación.
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Valentina Rodríguez es licenciada en comunicación social y magíster en arte contemporáneo.
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