Las preguntas: inconstitucionales y patrioteras, por Oscar Arnal
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Dos días después de la realización de las extraordinarias primarias de la oposición que le dieron un triunfo arrollador a María Corina Machado, el gobierno convocó a un referéndum sobre el Esequibo con unas preguntas mal formuladas e inconstitucionales que perjudican la posición de Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. La cortina de humo desesperada ante la avalancha de participantes en la primaria opositora que movilizó a más de 2.500.000 venezolanos, le servirá además al oficialismo para cruzar los datos de los participantes en ambas consultas y la amenaza de crear una nueva lista de Tascón.
La soberanía no se consulta, se ejerce. Los artículos 1, 10, 11 y 13 de la Constitución garantizan la integridad territorial. Aprovechar que la controversia sobre el Esequibo está en la Corte Internacional de Justicia para manipular al pueblo y ponerlo a votar si el territorio Esequibo nos pertenece es como preguntar, tal y como lo señaló el sacerdote Luis Ugalde s.j, ¿Está usted de acuerdo con seguir viviendo? Nadie votará para darle la razón a Guayana, que heredó un territorio robado y debe devolverlo, antes de seguir aprovechándose de la inacción gubernamental.
Analicemos además cada una de las preguntas:
1) ¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme a derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba? Decir lo contrario sería ir contra nuestra propia Constitución, que afirma el principio del Utis Possidetis Iuris que significa que lo que poseíamos históricamente es lo que poseemos. Para el tiempo en que se formó la Capitanía General de Venezuela todos los mapas de la época indican que era totalmente nuestro. Al independizarnos de España, Gran Bretaña consintió que nuestro límite era el río Esequibo.
2) ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba? Habría que explicarle a los venezolanos a fondo que fue el Acuerdo de Ginebra. El Acuerdo de Ginebra deja en buena medida sin efecto el Laudo Arbitral de París que tanto nos perjudicó. Lo cierto es que el Acuerdo de Ginebra nos conduce a buscar una solución sin excluir a la Corte Internacional de Justicia en La Haya donde estamos hoy. Imagínense que el pueblo confundido vota no, a la mejor defensa que tiene Venezuela que es el Acuerdo de Ginebra.
3) ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba? La respuesta positiva atenta con una decisión previa de la Corte que ya estableció que si era competente. Además es torpe atacar a quien hace de árbitro con reconocimiento mundial y de la ONU.
4) ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional? El propio Chávez en el 2004 dio unas declaraciones en función de liderar la región señalando que no se opondría a que Guyana explotara los recursos de dicho territorio para el bien de sus pobladores. Sobre esas declaraciones es que Guyana dio concesiones en nuestra zona económica exclusiva.
5) ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la integración a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano? Todos quisiéramos que esto fuera así. Es una pregunta de perogrullo. Sin embargo, el desgobierno no controla las fronteras y buena parte del territorio que poseemos ha sido invadido por las guerrillas colombianas y los buscadores de oro.
Por otro lado, a los que habría que consultar sobre esto son a los ciudadanos que viven en nuestro territorio en reclamación. Durante el actual desgobierno han salido del país más de siete millones de venezolanos. Después de la destrucción económica, «que pica y se extiende”¿», habría que auscultar qué plan de acogida atractivo podemos brindar a quienes viven del lado venezolano del Esequibo.
Con todo lo anterior, el desgobierno busca no ir a la Corte o ir bajo protesta y seguir agrediendo al árbitro. Venezuela tiene justos títulos y en la Corte se puede decidir a favor de Venezuela la disputa de un territorio que es nuestro y que disfruta Guayana de manera írrita. Las decisiones de la Corte son de obligatorio cumplimiento de todos los países de acuerdo al derecho internacional. Es nada menos que el órgano jurisdiccional de la ONU.
El gobierno nos lleva por mal camino. Después de cerca de 200 años de controversia defendernos en la Corte con nuestras pruebas y ganar es nuestro último recurso por la vía pacífica. Una guerra sería la catástrofe y el gobierno podría aprovecharla para suspender indefinidamente las elecciones o hacerlas cuando la opinión pública se caliente al extremo invocando la defensa patriotera.
Oscar Arnal es profesor de Derecho Constitucional de la UCV
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