Las primarias: una escuela de valores democráticos, por Roberto Patiño
Quienes creemos en la democracia hemos aprendido que el camino del consenso es una ruta compleja, un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, un ejercicio permanente de empatía y respeto con todos aquellos que están convocados a alcanzar un objetivo común. La democracia es un proyecto, un compromiso y un modo de vida que puede parecer difícil y a veces engorroso si se compara con el ejercicio autoritario y simple del poder, pero su alcance es mayor, al fundarse en la tolerancia hacia las diferencias y en el compromiso para llegar a acuerdos entre todos.
Es por eso que la fecha del 22 de octubre representa mucho más que una marca en el calendario. Ese día, muchos venezolanos saldremos a la calle a elegir, de manera democrática y pacífica, un candidato único que se presentará a las próximas elecciones presidenciales.
Haber logrado definir esa fecha y avanzar de manera autónoma en la metodología, organización y logística de las Primarias, representa un esfuerzo titánico en un país donde no existen garantías para el ejercicio de la democracia y donde todos los que adversan a los poderosos que nos gobiernan, están sometidos a presiones y amenazas.
A estas alturas las primarias ya representan un logro para el país. Es un acontecimiento que le pertenece a los ciudadanos. Su aparición en el panorama político nos confirma que en Venezuela todavía existe una reserva de valores democráticos que se niegan a aceptar el secuestro de la libertades civiles, los actos de campaña nos recuerdan la relevancia que tiene el debate libre de las ideas y la fuerza movilizadora que hay en la esperanza por el cambio democrático, mientras que el apoyo decidido de profesionales, organizaciones, partidos políticos, activistas, medios de comunicación y amigos de la democracia en el mundo, nos demuestra que somos un pueblo capaz de organizarnos y trabajar juntos para hacernos dueños de nuestro futuro.
En definitiva, las Primarias han sido un ejercicio de pedagogía democrática.
Al momento de escribir este artículo, faltan solo 7 días para alcanzar el 22 de octubre. Sabemos muy bien que, en la recta final, los que detentan el poder harán todo lo posible para descarrilar este proyecto. Una amenaza que puede ser conjurada si nos empeñamos en anclar las primarias con la organización popular de base.
*Lea también: Preguntas y respuestas del Guachimán Electoral sobre las primarias
En la medida que el 22 de octubre se convierta en un hito democrático que convoque a las personas, mientras sigamos poniendo el foco en la importancia y centralidad que tiene la gente en el éxito del proceso, mientras las comunidades avancen firmemente en la apropiación de las primarias como un espacio que defina su futuro y cuando los partidos políticos decidan tomar nota y aprender de las experiencias democráticas de los liderazgos populares que se construyen de abajo hacia arriba, más posibilidades tenemos de llegar al 22 de octubre.
La democracia es un modo de vida complejo, lleno de retos y compromisos que debemos aprender, un ejercicio permanente de tolerancia y respeto por las diferencias, un proyecto en construcción que nos obliga a dar los mejor de nosotros mismos. Es por eso que las primarias son, en estos momentos, el mayor reto que los ciudadanos podemos dar a los que detentan el poder y la mejor escuela de formación en valores democráticos que podemos tener en la Venezuela de hoy.
Hagamos del 22 de octubre una fecha que nos pertenezca a todos, que nos recuerde la importancia que tiene la democracia y que nos invite a seguir luchando por el cambio pacífico y democrático que queremos la mayoría de los venezolanos.
Roberto Patiño es Ingeniero de Producción-USB. Magíster en Políticas Públicas-Harvard. Fundador de Alimenta La Solidaridad y Mi Convive.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo