Las protestas sociales desplazaron a las de carácter político en Venezuela en 2018
Los reclamos por condiciones laborales del sector salud impulsaron los números al cierre del primer semestre, acentuando una tendencia marcada por la hiperinflación. Nace El Termómetro de la Calle para hacer seguimiento a la conflictividad en el país, como iniciativa de TalCual, El Pitazo, Runrun.es junto a ORC Consultores
Autores: Víctor Amaya y Daniel Acosta | Infografías: Juan Carlos Hernández
“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. La frase forma parte del Discurso de Angostura de Simón Bolívar y fue pronunciada por el Libertador el 19 de febrero de 1819. Casi doscientos años más tarde, las calles de Venezuela se llenan de protestas a diario dando cuenta de infelicidad, inseguridad social e inestabilidad.
Ya no se trata de reclamos políticos, como los que protagonizaron las manifestaciones de 2017, consideradas como el período de reclamos de calle más largo de la historia contemporánea cuando se registraron 5.427 manifestaciones en el primer semestre del año, el más activo. Un año después, las voces se alzan para denunciar las condiciones de vida, exigir reivindicaciones laborales, reclamar las fallas en los servicios públicos y demandar respuestas de las autoridades.
El Termómetro de la Calle, una iniciativa de TalCual, El Pitazo y Runrun.es nace para llevarle la temperatura a la protesta gracias a instrumentos desarrollados junto a ORC Consultores y que permiten dar cuenta de cómo los municipios del país se inundaron de reclamos durante el primer semestre del año, a razón de casi 7 manifestaciones por día para un total de 2.403. El contraste con 2017 es evidente, pero la disminución global del registro da pie a otra comparación: el protagonismo del reclamo por razones sociales.
De hecho, entre enero y junio de este año hubo 2.152 protestas sin motivaciones políticas a escala nacional, el 89% del total. La entidad más conflictiva la primera mitad del año, más los primeros quince días de julio, fue el Distrito Capital.
La tendencia se mantuvo durante la primera quincena del mes de julio, siendo el estado Zulia el de mayor cantidad de manifestaciones durante ese período, superando a Distrito Capital y Mérida que le siguieron. Sin embargo, en el acumulado, sigue siendo la capital el territorio con las calles más calientes, con la región zuliana acercándosele. Asimismo, en la sumatoria de todo el país se notó un aumento de la protesta política (264 protestas), superando por primera vez en 2018 a las motivadas por ausencia de gas doméstico (253).
A escala local, el municipio Libertador, en la Gran Caracas, fue el que más reclamó en la calle (350 de enero a junio y los primeros 15 días de julio), en contraste con el municipio Sucre del estado Trujillo donde apenas se registró una protesta laboral durante el período.
En Caracas, Libertador superó con creces a los demás municipios capitalinos, impulsado su registro por la cantidad de protestas laborales (149), seguidas de las motivadas por razones políticas (57). Entretanto, El Hatillo es el que menos protestó durante el primer semestre, con apenas 5 manifestaciones (2 por agua, 1 laboral, 1 por electricidad y 1 política).
Desde junio el gremio de la salud ha protagonizado los reclamos. En general, las exigencias laborales son a mediados de año las más comunes (853), seguidas por las de electricidad (332) y por escasez de comida o fallas en la entrega de los CLAP (273). Tres de cada 10 protestas, en promedio responden a motivos laborales, así como 1 de cada 10 lo hacen por fallas eléctricas. La lista se completa con las manifestaciones políticas (264), por agua (260) y por gas (253), además de aquellas con respecto a servicios de salud (247) y por transporte público (104).
En 16 estados del país -incluyendo el Distrito Capital-, la protesta más común es la de origen laboral. Allí se debe tomar en cuenta el reclamo a escala nacional que comenzó el gremio de enfermeras el 25 de junio con una protesta coordinada en distintos hospitales del país, y al que se le fueron sumando otros sectores de la salud. De allí que la data los primeros quince días de julio aumente la intensidad.
Le sigue en un distante segundo puesto la protesta por el CLAP, que se repitió en tres entidades. Salud, gas, comida y electricidad fueron la prioridad número 1 en cuatro estados, respectivamente.
La data de El Termómetro de la Calle incluye el apartado “otras”, conformado por reclamos puntuales. En ese sentido, Mérida encabeza ese tipo de manifestaciones, que incluye la protesta de padres y representantes de la U.E. Ramón Reinozo Núñez denunciando el abandono de esa institución el 12 de abril, o la de estudiantes de la Universidad de Los Andes en La Hechicera haciendo lo propio por el comedor universitario el 23 de ese mes. Le sigue Miranda, donde por ejemplo, el 22 de enero en Ocumare del Tuy hubo una revuelta para comprar pañales en el local Todoferta; y el 31 de mayo clientes de Sanitas de Venezuela protestaron en el municipio Chacao por fallas en la cobertura de esa empresa. El registro en el estado Lara incluye, en este apartado, la manifestación de universitarios por el extravío de sus títulos académicos el 2 de marzo en Barquisimeto, y la de alumnos de la escuela María Ledezma de la capital larense 10 días después.
Por su parte, el apartado “Otros servicios” incluye, en todos los casos, protestas por recolección de basura, por rotura de tuberías de aguas blancas o negras o por colapso de puntos de venta en comercios.