¿Las sanciones pueden derrocar a un gobierno?, por Ángel Monagas

Las sanciones internacionales impuestas a Venezuela, especialmente por Estados Unidos y la Unión Europea, han sido una herramienta de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, su efectividad para lograr un cambio de régimen es debatida y depende de múltiples factores.
En el caso de Venezuela, el título de una película hace honor a nuestro drama: La Historia sin fin.
Hagamos un análisis lo más didáctico posible para reflejar este drama de 26 años.
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Impacto de las sanciones en el régimen de Maduro
Las sanciones han afectado principalmente a la economía venezolana al restringir el acceso del gobierno a los mercados financieros internacionales, limitar las exportaciones de petróleo y bloquear activos en el extranjero. Estas medidas han debilitado la capacidad del Estado para financiarse, agravando la crisis económica. No obstante, el gobierno ha encontrado maneras de evadirlas, como el uso de intermediarios y el apoyo de aliados como Rusia, China e Irán.
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Efectos sobre la población
Si bien las sanciones buscan presionar al gobierno, han tenido efectos indirectos sobre la población venezolana, profundizando la crisis humanitaria. La reducción de ingresos estatales ha afectado la capacidad de importar alimentos, medicinas y otros bienes esenciales. Esto ha generado descontento, pero también ha sido usado por el gobierno como una narrativa para culpar a actores externos de la crisis.
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¿Han logrado las sanciones debilitar a Maduro?
Las sanciones han reducido los recursos del Estado y han generado tensiones dentro del chavismo. Sin embargo, no han logrado fracturar al círculo de poder de Maduro ni provocar su salida. El gobierno ha mantenido el control sobre las Fuerzas Armadas, ha reprimido a la oposición y ha desarrollado estrategias para mitigar los efectos económicos mediante el comercio con aliados estratégicos.
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Alternativas y escenarios futuros
Para que las sanciones sean efectivas en promover un cambio de gobierno, deberían estar acompañadas de estrategias políticas internas y externas, como incentivos a sectores dentro del chavismo para una transición, mayor coordinación con actores internacionales y respaldo a mecanismos de negociación. Sin estos elementos, las sanciones por sí solas pueden no ser suficientes para provocar la salida de Maduro y, en cambio, podrían fortalecer su discurso de resistencia.
Vale agregar el gravísimo problema de una oposición fracturada, con líderes que juegan más al «mesianismo», protagonismo exacerbado que a lograr el objetivo. No existe unidad ni entendimiento posible entre todas las organizaciones políticas.
Aranceles a quienes compren petróleo venezolano ¿Ayudarán a presionar a Nicolás Maduro?
Los aranceles a quienes compren petróleo venezolano podrían ser otra herramienta de presión económica contra el gobierno de Nicolás Maduro, pero su efectividad dependería de varios factores.
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Impacto sobre los ingresos del régimen
El petróleo es la principal fuente de ingresos del gobierno venezolano. Si se imponen aranceles a los países o empresas que compran crudo venezolano, esto podría hacer que su petróleo sea menos competitivo en el mercado internacional, reduciendo aún más sus ingresos. Esto, en teoría, limitaría su capacidad para sostenerse económicamente y financiar su aparato de poder.
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Capacidad de evasión
A pesar de las restricciones previas, Venezuela ha logrado vender su petróleo a países como China, India e incluso a intermediarios que lo «revenden» disfrazado de origen en otros países. Si bien los aranceles podrían encarecer este proceso, el gobierno venezolano podría encontrar nuevas formas de sortear las medidas, como vender con descuentos más agresivos o aumentar su dependencia de aliados estratégicos.
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Consecuencias en el mercado energético
Los aranceles también afectarían a los compradores de petróleo venezolano, especialmente a países que dependen de crudo barato. Esto podría generar resistencia de países como China e India, que podrían buscar mecanismos para seguir comprando sin pagar costos adicionales. Además, en un contexto de inestabilidad energética global, imponer aranceles al petróleo venezolano podría no ser una prioridad para las potencias.
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Posible fortalecimiento de la narrativa del régimen
Al igual que con las sanciones, Maduro podría utilizar los aranceles como una herramienta de propaganda, argumentando que Venezuela es víctima de una «guerra económica» y reforzando su discurso de resistencia. Esto podría aumentar el apoyo de ciertos sectores internos y generar más rechazo a la presión externa.
Vale agregar que la imposición de aranceles a China, entre otros países, también causará impacto en la economía de EE.UU, pues China podría buscar reducir sus importaciones de productos estadounidenses, afectando a empresas que dependen del comercio con el gigante asiático.
Además, si EE.UU. impone aranceles a productos chinos en represalia, los consumidores estadounidenses enfrentarían precios más altos en productos importados, desde electrónicos hasta ropa y maquinaria.
Históricamente, ¿Algún gobierno en el mundo ha caído producto de las sanciones?
Históricamente, las sanciones económicas por sí solas no han provocado la caída inmediata de un gobierno, pero en algunos casos han contribuido a debilitar regímenes, generar crisis internas y acelerar cambios políticos cuando se combinan con otros factores como presiones internas, descontento social y pérdida de apoyo de las élites o las fuerzas armadas.
A continuación, algunos ejemplos donde las sanciones jugaron un papel importante en la caída o transformación de gobiernos:
- Sudáfrica y el Apartheid (1994)
- Durante los años 80, la comunidad internacional impuso sanciones económicas y comerciales contra el régimen del apartheid en Sudáfrica.
- Empresas extranjeras dejaron de invertir, se bloquearon importaciones clave y hubo restricciones financieras.
- La presión interna, el activismo y la resistencia de la población negra, sumados a las sanciones, contribuyeron a que el gobierno negociara el fin del apartheid y el traspaso del poder a Nelson Mandela en 1994.
Diferencia con Venezuela: En Sudáfrica, las sanciones se combinaron con un fuerte movimiento interno de resistencia y pérdida de apoyo de las élites blancas, lo que no se ha visto con la misma magnitud en Venezuela.
- Yugoslavia – Slobodan Milosevic (2000)
- En los años 90, la ONU, la UE y EE.UU. impusieron sanciones económicas a Yugoslavia por la guerra en los Balcanes y las violaciones de derechos humanos bajo el régimen de Milosevic.
- Las sanciones contribuyeron al colapso de la economía, causando inflación y descontento generalizado.
- En el año 2000, tras fraudes electorales, una ola de protestas masivas y la pérdida de apoyo de la élite política y militar llevaron a la caída de Milosevic.
Diferencia con Venezuela: La economía de Yugoslavia colapsó más rápido que la de Venezuela, y la oposición logró una movilización masiva junto con presiones externas. En Venezuela, la oposición ha estado dividida y el gobierno ha resistido sanciones por más tiempo.
- Irak – Saddam Hussein (2003, con intervención militar)
- En los años 90, Irak sufrió sanciones económicas severas tras la invasión de Kuwait, afectando gravemente su economía y su población.
- A pesar del deterioro, Saddam Hussein se mantuvo en el poder hasta que una intervención militar liderada por EE.UU. en 2003 derrocó a su régimen.
Diferencia con Venezuela: En Irak, las sanciones debilitaron al régimen, pero su caída se produjo por una intervención militar, algo que no ha ocurrido en Venezuela.
- Irán – Revolución Islámica (1979)
- Antes de la Revolución Islámica de 1979, EE.UU. y otras potencias occidentales presionaron al Sha de Irán con restricciones financieras y comerciales debido a violaciones de derechos humanos.
- Sin embargo, el factor clave fue una revuelta popular liderada por sectores religiosos y políticos opuestos al régimen.
Diferencia con Venezuela: En Irán, la caída del gobierno fue impulsada por una revolución popular y no solo por sanciones.
*Lea también: ¿Cómo sortea China las sanciones de Estados Unidos al petróleo venezolano?
Conclusiones
Las sanciones han sido un mecanismo de presión, pero no han logrado por sí solas la salida de Maduro. Su efectividad dependerá de si logran debilitar realmente el apoyo interno del régimen y generar condiciones para una transición negociada. Mientras tanto, el gobierno ha demostrado capacidad de resistencia, lo que sugiere que las sanciones, sin una estrategia política complementaria, pueden no ser la solución definitiva al conflicto venezolano.
Los aranceles podrían complicar la comercialización del petróleo venezolano y afectar los ingresos del gobierno, pero no garantizan por sí solos la caída de Maduro. Sin mecanismos para impedir la evasión y sin una estrategia política complementaria, es probable que el régimen encuentre maneras de seguir operando, aunque con mayores dificultades.
Las sanciones han sido un factor de presión en varios casos históricos, pero por sí solas no han causado la caída de un gobierno. Siempre han sido acompañadas de factores internos clave, como protestas masivas, división en las élites o intervención externa. En el caso de Venezuela, aunque las sanciones han debilitado la economía, Maduro ha logrado adaptarse, mantener el control del aparato estatal y contar con apoyo de aliados externos como Rusia, China e Irán, lo que le ha permitido resistir.
Si el objetivo es un cambio de gobierno en Venezuela, las sanciones por sí solas no serán suficientes, a menos que se combinen con otros factores internos y externos que desestabilicen al régimen.
Por inútil que lo parezca, el voto, cualquiera sea su expresión o manipulación, es la única vía sino posible, por lo menos factible y más útil en este momento.
Ángel Monagas es abogado y comunicador.