Leer la realidad de abajo hacia arriba, por Rafael Hernández
Entender una realidad múltiple, complicada, con un conjunto de indicadores “objetivos” que nos indiquen cuán cerca o cuán lejos estamos de una realidad “normal” para nuestra sociedad, amerita hacer preguntas…pero algunos hablan del PIB y otros indicadores que nos acercan “científicamente” a la realidad. Bravo por ellos y sus indicadores.
Pero una serie de indicadores menos técnicos nos aproximan hoy a si estamos mejor o peor que hace 20 años
Alimentación: Qué hacía usted en 1999 para procurarse la alimentación. Existían bodegas en el barrio o la urbanización. Tenía fiao del dueño del abasto “hasta que mi abuela le pueda pagar”. Podía escoger entre varias marcas, varios pesos, varios precios. Cuántos panes “de a locha” podía comprar. Cuánta mortadela, jamón o queso podía adquirir. Usted podía tomarse un refresco o una malta.
Hoy cómo hace: Recibe caja CLAP, con menos o más componentes. Las marcas son las por usted indicadas o representan a compañías ubicadas en México, Honduras, Irán, Turquía, que usted ni siquiera conocía. Los pesos adquiridos responden a sus necesidades o a una pequeña porción de su consumo. Cuánta mortadela, jamón, queso adquiere regularmente. Y las arepas son las mismas de antes o se han reducido en variedad de sabores, rellenos.
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Vista estas dos condiciones, usted esto lo padece desde hace seis meses, tres años o cuánto. Cree que esta situación la creó un “bloqueo” que no existe para adquisición de alimentos o una industria cada vez menos numerosa y con muchas dificultades para comprar a los “productores nacionales” o al gobierno que les distribuye lo que él y sólo él importa.
Una situación que, si la analizamos en otros sectores, pasa lo mismo: medicinas, hospitales, educación, libertad de expresión, estado de las vías, transporte, agua, gas, electricidad, teléfono, internet…y una lista interminable de casos donde las causas apuntan a un manejo ineficiente por parte del Estado, en manos de una gente que no sabe de eso…
Necesitamos con urgencia un país…que teníamos y, por hacer apuestas fuertes, …tenemos uno con Fiebre Amarilla, Paludismo y un conjunto de asuntos propios de un país antes de Gómez
Necesitamos un país unido y trabajando para hacer una patria grande que se parezca a nosotros…un país que leamos con indicadores técnicos o con versiones populares y sólo veamos mucha gente construyendo un gran país…lleno de sonrisas.