Legitimar el ejercicio de la política, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
En nuestro país hay hoy dos grandes tipos de partidos políticos. Por un lado, los que fueron partidos políticos activos y que engrosan una larga lista de organizaciones que no cuentan con el reconocimiento legal del Poder Electoral, pese a tener seguidores en sus filas. Por otro lado, un grupo de movimientos políticos que tienen gente, pero no son beneficiarios de la bendición que los acredita para participar en elecciones.
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Ambos tipos de organizaciones corren el peligro de ser usadas, a todas luces, para lavar la cara de quienes se mantienen en el poder. Son un mal necesario, con los que el sector oficial pretende barnizar de democracia los procesos comiciales cuestionados por la mayoría de los venezolanos y el mundo. Por su parte, muchos de estos pujan por negociaciones de espaldas al país. Pero, pueden también ser utilizadas para abultar cónclaves del otro extremo, cada vez más desconectados de la realidad nacional y con más rechazo entre la ciudadanía. ¿La razón? Pasaron los meses y años y no hubo salida política a la crisis, por el contrario, se profundizó.
Por años, el tema partidista ha sido una carrera de obstáculos para quienes insistimos en la vía democrática, pacífica y electoral para cambiar a Venezuela.
Es larga la lista de arbitrariedades de las que hemos sido víctimas quienes hacemos vida en la política nacional: validaciones, revalidaciones, chantajes y hasta medidas del Tribunal Supremo de Justicia que usurparon a partidos políticos de sus nombres, tarjetas, logos y directivas.
Todo esto ha dado pie a lo que con mucha preocupación vemos como el ejercicio informal de la política, cosa que poco ayuda a la legitimidad del poder en nuestro país.
Ante esto, consideramos clave que el nuevo Poder Electoral ponga orden en la legalidad de los partidos políticos. A quienes cumplimos con los requisitos de ley, deben asignarnos las tarjetas correspondientes para hacer carrera política sin temor a atajos o traiciones que tiren por la borda el trabajo político.
Venezuela exige transparencia. Desde el poder deben darnos legitimidad a todos y no usar a sectores políticos para negociaciones que no generen confianza al país. El equilibrio y el respeto a la Constitución y las leyes es clave para los tiempos que vivimos.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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