León Arismendi: El salario mínimo venezolano cayó a niveles «impensables» en 2020
El sueldo básico mayor del sector público, en promedio, es inferior a cinco dólares mensuales, cuando el costo de la Canasta Básica Alimentaria, se ubicó en noviembre en Bs 247.289.343,86 o $247,28 al tipo de cambio de Bs 1.000/$.
El gobierno de Nicolás Maduro acabó con el valor del trabajo, asegura León Arismendi, director general del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin). «Jamás el salario real había caído a los niveles impensables de hoy. El salario básico inicial de las tablas de la administración pública es de Bs 1.200.000 que, calculados a la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela vigente al 30 de diciembre, de Bs 1.089.058, equivale a $1,10 al mes. El monto está muy por debajo de la línea de pobreza establecida por el Banco Mundial de $1,90 al día”.
En el caso de los educadores al servicio del Ministerio de Educación, la escala de sueldos comienza en Bs. 1.480.734 ($1,35) y el de los profesores universitarios en Bs. 2.822.990,91, que equivalen a $2,59, afirma el directivo.
«A falta del decreto oficial que lo fije en Bs 1.200.000, el salario mínimo nacional sigue siendo de Bs 400.000 ($0,36)», indica Arismendi, también abogado laboralista.
El sueldo básico mayor de las referidas escalas, en promedio, es inferior a cinco dólares mensuales, cuando el costo de la canasta básica alimentaria, medida por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) se ubicó en noviembre en Bs. 247.289.343,86 o $247,28.
Arismendi señala que «los trabajadores de la salud (obreros, empleados, médicos, enfermeras y demás categorías profesionales), que han tenido que enfrentar, además, la pandemia de la covid-19, han visto derrumbarse sus condiciones de vida a niveles incompatibles con los derechos humanos fundamentales».
«La precariedad de los servicios de salud pública, el colapso de los servicios públicos en general y el monto de las pensiones de vejez ($1,10) completan el deplorable estado de la clase trabajadora venezolana, lo que ha llevado a algunos trabajadores de distintos sectores a quitarse la vida al verse imposibilitados de hacerle frente a los gastos más básicos».
Asevera que Maduro, «quien se llama el presidente obrero», viola la Constitución en su artículo 91: «Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales (…) El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica».
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Los trabajadores del sector privado perciben leves mejoras en su remuneración, como resultado de la supresión de algunos controles estatales y cierta liberalización del mercado, observa Arismendi.
Para el director general de Inaesin, las sanciones económicas y financieras internacionales impuestas a Venezuela, no deben seguir siendo la excusa del gobierno para justificar el fracaso de sus políticas, que hundieron la economía a una cuarta parte de lo que era en 2013.
Asimismo, señala que la represión, persecución y cárcel para trabajadores y dirigentes sindicales no puede ser la respuesta a sus válidas demandas.
«No se debe seguir negando lo obvio. Para que tengamos paz duradera, bienestar y progreso es indispensable un gran acuerdo nacional que permita contar con una economía productiva, que cree empleos y le devuelva al trabajo su valor, de modo que el salario, las prestaciones sociales y la seguridad social recuperen su razón de ser», puntualizó Arismendi.