Leonel Flores publica su libro «Entre sueños, circos, pájaros y ardillas»

Su primer libro de cuentos, Entre sueños, circos, pájaros y ardillas, reúne relatos que transitan entre la infancia, la memoria, la migración y el costumbrismo de los pueblos del Táchira
Leonel Flores (Táchira, Venezuela, 1984) es abogado, inmigrante y escritor. Su obra explora los límites entre la realidad y la fantasía, con un estilo marcado por el realismo mágico, lo onírico y una profunda sensibilidad por lo humano. Vivió toda su vida en Venezuela; en el estado Táchira creció y se formó como abogado. Su paso por la política lo obligó al exilio y actualmente reside en Estados Unidos, desde donde cultiva su vocación literaria.
Su primer libro de cuentos, Entre sueños, circos, pájaros y ardillas, reúne relatos que transitan entre la infancia, la memoria, la migración y el costumbrismo de los pueblos del Táchira, y que seguramente será recibido con entusiasmo por lectores que buscan una literatura íntima, poética y reveladora.
Actualmente trabaja en su primera novela, con la que participará en el prestigioso Premio Biblioteca Breve de Seix Barral. Su narrativa destaca por la construcción de atmósferas envolventes y una voz propia que dialoga con las grandes tradiciones literarias hispanoamericanas. A pesar de que su primera obra ha sido recientemente publicada, ya la segunda está en edición y verá la luz en el primer trimestre de 2026.
Ruido
Ella se quedó dormida, agotada por el trajín de la semana en la compañía telefónica. Abrió los ojos y, de un salto, se levantó presurosa en dirección a la habitación de Joaquín. En el camino vio a su madre, devorando un pan y tomando café en la taza de peltre que un día le regaló el tío Chucho.
—A ver, muchacho, despierta, se nos hizo tarde —le dijo Yolanda a Joaquín, que entreabrió los ojos mientras ella lo vestía.
Juntos caminaron al comedor para que el niño comiera. En la mesa: una arepa que humeaba y una taza de chocolate. La abuela de Joaquín encendió la radio. La noticia no tardó en impactarlas. Ambas se miraron atónitas. Yolanda se levantó, caminó hasta la sala y abrió la puerta: en la calle, los vecinos murmuraban lo que acontecía. La abuela, Yolanda y Joaquín se pararon frente a su casa. Hablaban de un golpe de Estado y de militares. Joaquín no entendía de Estado, tampoco de golpes, pero comprendió que no iría a clases y volvió a su cuarto.